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Y a pesar de decir que no me importa nada de lo que paso, al verte entrar por esa puerta me dio un dolor asfixiante en el pecho que siendo sincera no sé qué fue.
¿Enojo? ¿Tristeza? ¿Rabia? ¿Desolación? ¿Nervios? ¿Desesperación? ¿Ansiedad? ¿Amor?
No lo sé la verdad, solo sé que dolió como no tienes idea, hubiese preferido que me sacaron el corazón de golpe, sin anestesia, sin aviso y que dejaran la herida abierta desangrándose y aun así no me hubiese dolido tanto como el simple hecho de mirarte.
Pero definitivamente no dolió nada en comparación con encontrar a tus expresivos ojos marrones (que por cierto, no saben mentir) esperando encontrarse con los míos una vez más. Y te diré algo esos ojos poseían en esa mirada una cantidad de sentimientos superior y más brillantes de estrellas del cielo
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Reflexiones de una adolescente
PoesíaPara esos momentos en los que sientes que tu vida se escapa de tus manos o que nadie puede entenderte
