Capítulo 7: compromiso

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Por fin podría salir del hospital, aunque solo habían sido 3 días los sintió una eternidad... o eso quería demostrar, se sentía culpable porque esos días fueron maravillosos, pudo hablar todo el día con Sanji en persona y por mensajes, incluso llamadas cuando se sentía solo en las noches; a la hora de almuerzo era el rubio que le acompañaba a comer y le llevaba comida especial preparada por él. Sus golpes se estaban recuperando bien porque Law no le había golpeado más desde esa cachetada y su papá le había hecho compañía durante las tardes, la compañía de su padre también era algo que le animaba mucho, recordar sus anécdotas de cuando era solo un adolescente malhumorado con un adulto que nunca había cuidado de un menor de edad. También fue a visitarlo Chopper quien lloró toda la visita pidiéndole que se recupere y que lo perdone por no haber podido tratar bien su lesión, Zoro le había calmado para que no se sintiera mal y lo hizo sonrojar diciéndole que era uno de los mejores médicos que conocía. Se sentía bien después de mucho tiempo.

Y por eso se sentía culpable, apenas había hablado con Law esos días, después de cubrir un turno de más de 24 horas debido a una urgencia de último minuto, Zoro le pidió a su novio que fuera a descansar con la promesa de hacerle una videollamada cada dos horas para ver con quién estaba. Sobre todo, se sentía culpable al hablar tanto con Sanji, pero no podía evitarlo, aunque quisiera, el rubio le causaba una comodidad que nunca había sentido y también felicidad. En el fondo de su corazón sabía que se sentía bien por no estar con Law cerca.

Al cirujano no le gustaba para nada ese cocinero y tenía sus razones, pero necesitaba investigar un par de cosas antes de saber que curso de acciones tomar.

A medio día llegó Sanji con un carrito de comida recién preparada.

- Así que este será nuestro último almuerzo – le sonrió triste Sanji mientras le acercaba el plato de comida y se sentaba junto a él a comer en la camilla. Zoro no le había dado muchos detalles, pero le había dejado claro que tendrían que limitar su contacto ahora que saldría del hospital.

- Sí – el rubio le había cocinado onigiris, sus favoritos. Esos pequeños actos eran los que confundían a Zoro, llevaba años con Law y este aún no sabía cuál era su platillo favorito, en cambio, Sanji con solo escucharlo una vez ya lo había recordado. Aunque no quisiera aceptarlo, esos actos le hacían doler el corazón y sentirse decepcionado de su pareja, ojalá Law fuera como Sanji.

Ese último pensamiento hizo que Zoro se sonroje fuertemente, lo que no pasó desapercibido para Sanji, quien no pudo evitar sonreír, no sabía que sería de sus días ahora que no podía ver siempre los sonrojos del peliverde, era simplemente perfecto.

Se quedaron en silencio un momento hasta que el cocinero decidió romper el silencio – extrañaré mucho comer contigo, cabeza de musgo.

- Yo también extrañaré almorzar contigo, cejas de diana.

Se rieron por los sobrenombres que se pusieron y volvieron a quedar en silencio, mirándose a los ojos fijamente, la tensión se sentía en el aire por lo que Zoro cerró instintivamente los ojos, esperando que pasara algo e iba a pasar, pero no podía permitirlo, tenía una pareja que lo ama esperándole a salir del hospital y más encima hoy le había prometido una cena especial en celebración de su recuperación.

Zoro se alejó de Sanji quien se había acercado a su rostro y lo miró incómodo.

- Creo... que tengo que irme, Law ya debe estar esperándome. – el peliverde se levantó de la camilla, guardó lo necesario, no volvió a mirar a Sanji para despedirse y salió prácticamente corriendo de la habitación.

Sanji estaba en shock, ¿Qué había pensado que pasaría? Se sentía estúpido, por un momento pensó que podría ser correspondido, olvidó que Zoro ya tenía una pareja, su frustración le hico llorar y querer arrancar, esconderse en su cuarto y llorar hasta no poder más, pero no podría hacerlo, Zeff lo mataría y tampoco querría explicarle lo que pasó o lo que siente, no le ha dicho que le gustan los hombres también y sinceramente, tenía miedo de decirle, no quería que la única persona que lo quiere le despreciara.

Un amor violento | lawzo | zosanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora