Un nuevo comienzo donde nadie supiera que era un Vinsmoke, esa es la esperanza de Sanji al cambiarse de ciudad. Escaparse de casa no era fácil para nadie, pero él estaba feliz, no le importó dormir unos días en la calle, había valido la pena al encontrar un departamento bien ubicado, amplio y con un buen compañero. Sí, desde ahora Sanji sería feliz, no más golpes, malos tratos, insultos. Nada.
Sanji tiene 20 años, había aprendido a cocinar desde pequeño ya que su madre le había enseñado y después del fallecimiento de esta, cada vez que podía, se escabullía en la cocina para estar con los chefs personales que tenían en la mansión de su familia. A los 14 años comenzó a trabajar a escondidas en un restaurant donde pudo sacar un título básico de cocinero y desde ahí juntó dinero para escaparse de casa, fueron 6 largos años de sufrimiento que por fin terminaron.
Hoy era su día, ese fue su primer pensamiento al despertar, hoy encontraría trabajo.
Se levantó de la cama animado, su compañero de departamento le había dicho que estaban buscando un chef en el hospital de la ciudad así que iría a probar suerte. Iba a salir de su cuarto cuando sintió un estruendo en la cocina, abrió la puerta de golpe y vio a Luffy, su compañero, quién se había tropezado con el sofá y eso lo había llevado a caer contra el mueble que guardaba los platos haciendo que estos se cayeran. Le agradaba Luffy, pero a veces era sorprendente lo torpe que podía a llegar a ser.
Se acercó hacia el pelinegro para ayudarlo a levantarse y limpiar el desastre que dejó.
- ¿Luffy, estás bien?
- Sí Sanji, no se cómo no vi el sofá, solo pensaba en la carne que iba a desayunar -dijo el pelinegro mientras se reía y abría el refrigerador- ¿quieres que te prepare algo de comer?
-No te preocupes -Sanji estaba recogiendo los platos rotos mientras hablaba- se me está haciendo algo tarde y quiero ir a otros restaurantes por si no quedo en el hospital -terminó de recoger los restos y los tiró a la basura- iré a bañarme y me voy. Te cuento en la noche en que restaurant comenzaré a trabajar.
- ¡Que te vaya muy bien Sanji, eres muy buen cocinero! -Luffy le sonrió mientras se acercó a Sanji- se que podrás conseguir el puesto que quieras -le dio unas palmaditas de ánimo y volvió a sacar todo lo que pudo del refrigerador.
Sanji casi corrió al baño sin decir nada, no podía decir algo si no quería que Luffy notara que estaba a punto de llorar, aún no se acostumbraba a que le dijeran palabras tan alentadoras sin sentir ganas de llorar por la emoción y el cariño que le hacía sentir su compañero. Solo se conocía hace unos días pero Sanji sabía desde el momento en que lo conoció que sería su amigo para siempre.
Después de calmarse y bañarse se vistió, tomó sus papeles para postular al trabajo y salió del departamento rumbo al hospital, según el mapa en su celular solo quedaba a 20 minutos caminando, de verdad esperaba quedar ahí, el salario era bueno, quedaba cerca de casa y le serviría como experiencia para después trabajar en un restaurant de lujo o poder hacer su propio local.
Entre esos pensamientos llegó al hospital, realmente se le había hecho corto el viaje. Entró y vio a la recepcionista, su corazón se aceleró al ver a una hermosa pelinaranja de ojos azules, tenía que invitarla a salir si le iba bien.
Le preguntó a la recepcionista por el puesto para chef, esperaba hablar con el encargado de la cocina, pero no, lo mandaron directo a la oficina del director del hospital. Ahora si estaba nervioso. Caminó hasta el ascensor y presionó el botón del último piso, ¿por qué lo entrevistaría el director si quiere trabajar en cocina? No quiere ser doctor ni mucho menos.
Cuando se abren las puertas del ascensor se dirige directamente a la única oficina que tenía una inscripción en dorado.
"LAW D. TRAFALGAR
DIRECTOR DEL HOSPITAL"
Sanji se sintió intimidado por alguna razón y se puso aún más nervioso. Respiró hondo y con la mano un poco temblorosa tocó suavemente la puerta, casi esperando que no haya nadie dentro y no tener que hablar con nadie, pero no podía tener tanta suerte, ahora estaba completamente nervioso al escuchar una voz grave y dura que le hablaba desde dentro.
- ¡Pase!
Listo, ya no había vuelta atrás, tenía que entrar. Ya con las manos sudando de nervios abrió la puerta, por su voz esperaba un hombre mayor y con cara de desagrado, pero no, aunque no se equivocó del todo, era un hombre joven que lo miraba con cara de pocos amigos sentado tras un gran escritorio, su oficina estaba llena de papeles que parecían ser de pacientes. Llevaba una bata blanca y su pelo negro desordenado, Sanji debía admitir que era demasiado guapo, parecía un modelo. El rubio se sentó en la silla que estaba desocupada frente al escritorio.
- Vienes por el puesto de cocina, ¿no?
Sanji, con voz temblorosa respondió mientras le entregaba sus papeles – S-sí señor, mi nombre es Sanji... -cortó de golpe lo que le estaba diciendo, no podía decir que su apellido era Vinsmoke, si su padre llegara a enterarse de donde estaba lo haría volver y esta vez si lo encerraría de por vida. Estaba sumido en sus pensamientos cuando la voz de su posible jefe lo sacó de sus pensamientos.
- ¿Cuándo puedes empezar a trabajar?
El rubio abrió la boca perplejo, era lo último que esperaba escuchar.
– Pu-puedo empezar cuanto antes, le prometo que me esforzaré para ser un buen cocinero y-
- Te creo, no es necesario que digas más. Leí tus papeles. Ven mañana a las 7 am, la cocina está en el primer piso, dile a recepcionista que te guie mañana. Pero te lo advierto, el jefe de cocina es un gruñón, si estás dispuesto a trabajar con él entonces o hay problema, por eso prefiero hacer yo las entrevistas. Espantaba a los jóvenes como tu cuando los entrevistaba.
Sanji no daba más de alegría, no podía creer que había conseguido tan fácilmente, debía estar soñando. Saltó de la silla y fue a darle la mano a Law.
- Muchas gracias, de verdad, no sé cómo agradecérselo, no se arrepentirá de haberme contratado. Muchas gracias.
Law le quitó su mano y le sonrió de lado haciendo que Sanji se sonrojara levemente. De pronto el celular del pelinegro comenzó a sonar.
-Mañana nos vemos, cocinero -el pelinegro le guiñó un ojo y tomó su celular para contestar, dándole entender a Sanji que ya era momento de retirarse.
Sanji se despidió y salió de la oficina cerrando la puerta tras de sí, sin antes agradecerle por última vez, definitivamente esto era buen indicio que su vida solo mejoraría. Antes de avanzar hacia el ascensor, escuchó lo que parecía Law gritando por la llamada, no se entendía lo que decía así que pensó que solo era una urgencia del hospital.
No sabía que en realidad una vez más ese día habría una pelea en la casa del guapo director del hospital.
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Un amor violento | lawzo | zosan
Fiksi PenggemarZoro Roronoa es un deportista y profesor de kendo, está emparejado con el cirujano más guapo y reconocido de la ciudad Law Trafalgar. Cualquiera que los viera pensaría que son la pareja perfecta, sin embargo, no conocen la verdad de la relación a pu...