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[Narrador]

A los días de que convirtieron a  Kyomi en demonio esta ya había devorado alrededor de cien personas en su mayoría mujeres, su fuerza incrementaba cada vez más al igual que el resto de sus habilidades. También entrenaba junto a Kokushibo para perfeccionar sus técnicas con la espada, cabe aclarar que ella era mucho más fuerte, hábil y rápida que su hermano mayor.

Una noche Kyomi se encontraba cazando, uno de los cazadores para ser más exactos el único que había dominado las técnicas de la Tsugikuni  la vio absorber a una mujer, corrió hacía ella intentado cortar su cuello pero su ataque fue bloqueado por la katana de la contraria.

—¡Kyomi San!— ambas katanas chocaban.

—¿Cómo sabes mi nombre estúpido cazador? — el desprecio se notaba a leguas.

El cazador intentó convencerla con las verdaderas historias de lo que había pasado pero ella hizo oídos sordos, para ella solo Muzan decía la verdad, por lo que dejó gravemente herido al cazador.

— Muere escoria— la demonio se retiró del lugar dejando agonizando al cazador quien con pocas fuerzas llamó a su cuervo.

— Dale este mensaje al patrón para que se lo comunique a Yoriichi San, Kyomi San es una demonio— con esas palabras murió el legado de la respiración del eclipse.

El mensaje destruyó al pobre de Yoriichi, había perdido a Uta por culpa de los demonios, al igual que a su hermano mayor y ahora también a su preciada hermanita.

[Kyomi]

Los años habían pasado y Muzan había traído a un nuevo demonio, Akaza, con él inició la clasificación de lunas demoníacas. Akaza era un demonio peculiar ya que no devoraba mujeres ni niños, eso se me hizo muy raro a mi nunca me importo ese tema, yo comía de los dos pero más mujeres.

Años más tarde conocí a Douma un niño de ojos peculiares y con una característica especial ya que no podía sentir. En una de mis visitas nocturnas a su templo le di a escoger.

—Si eres un demonio podrás tener una vida larga y tal vez puedas llegar a sentir algo ¿Qué dices? — le extendí mi mano derecha con un poco de mi sangre (Muzan me dejaba hacer lo que quisiera así que no había problema en que lo convirtiera en demonio) él no dudo y chupo la sangre de mi mano, para mí sorpresa no se inmutó durante la transformación, no cambió en nada solo se hizo más pálido y sus uñas se volvieron azules y más largas.

— No sentí nada — expresó con tristeza falsa.

— Con el tiempo lo vas a conseguir— lo abracé fuerte.

A los pocos meses Douma escaló hasta volverse la sexta luna creciente y claramente se notaba mi favoritismo hacia él. Noté claramente los celos de Akaza, pues antes de Douma le prestaba más atención a él, aunque también era muy unida a los clones de Hantengu

LA HERMANA MENOR DE LOS GEMELOS TSUGIKUNI Donde viven las historias. Descúbrelo ahora