CAPÍTULO XXII

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Fedra suspiró, al fin, todo estaba en su lugar, era como sostener una copa de cristal, en cualquier momento podría romperse, pero era una sensación fantástica.
Se dirigió hacia la mesita donde tomó la cajita de madera y la abrió, encendió sahumerios y parecía meditar cada movimiento.
______Si he de morir, por lo menos dime el porqué .
Es que tanto odio me tienes? Explícame!
Hipólita sentía arder algo en sus venas, en su estómago, un remolino se inquietaba.
Fedra se detuvo un instante, pareció congelarse por un breve momento, luego giró y con una sonrisa la mirò y pasándose la lengua por los labios, dijo.
______Está bién, en honor a nuestra ...amistad, tan vieja como el mismo mundo, te contaré todo.
Se acercó y pareció recordar algo, de golpe se le iluminó la mirada.
_____No te mataré Hipólita! Solo quiero esa luz que tu llevas dentro, que se llama inmortalidad, te dolerá apenas, pero piensa que es por una muy buena causa.
_____Si no moriré, entonces porqué me amarras?
______Porque es necesario, porque no querrás que te quite tu inmortalidad, y porque probablemente, regrese tu memoria, y no quiero luchar contigo.
Se frotó las manos y respiró hondo.
_____Bién, aquí vamos. Tu, eres Hipólita, la reina amazona, justa, valiente, bla, bla, bla.
Hipólita sentía punsadas en su cabeza, imágenes, como flashes, con cada palabra, una fiera quería salir.
______ Por una jugarreta, de un dios que no sabemos, terminaste muerta en batalla, pero no por mí culpa, no. En ese momento tu estabas esperando que finalizaran las luchas para casarte con el valiente Teseo, la historia, como te darás cuenta, no termina bién, tu mueres, Teseo es maldecido y bueno... yo también, indirectamente, salgo perjudicada.
La cabeza de Hipólita daba vueltas y las imágenes, se sucedían una a una con cada palabra de Fedra.
Un peñasco rocoso, una lucha, unos ojos negros dulces, un hombre llorando su muerte, ella podía sentir su vida escapando, como el agua entre sus dedos, oh! Cuánto dolor ...
_____Pero ...sigue sin sentido ... yo no entiendo que interés poseo para tí ...
En un susurro, las palabras apenas salían.
Fedra rió, si no fuera por ese poder, hace rato la hubiera matado.
______Tu, mi querida, eres la madre de mi futuro esposo!
Al decir esto Hipólita sintió una punzada en el corazón, era como el rugir de un león, el pecho, henchido, no toleraba màs esto.
Comenzó a gritar y luchar por desatarse. Fedra atemorizada comenzó el conjuro.
De la cajita de madera, tomó algo y con la otra mano la daga. Se acercó a Hipólita, ésta la miraba con furia, como un animal herido.
_____Bruja! Jamás tendrás a mi hijo! Eso no sucederá, te mataré con mis propias manos!
Fedra acercó la daga a la frente de Hipólita y trazó un símbolo, que comenzó a sangrar, luego fue hacia la muñeca y trazó otro símbolo màs, pero Hipólita corrió su mano y Fedra terminó haciendo un profundo tajo que también corto, en parte, la soga que retenía a la amazona.
Esa fue la señal, como un gato, Hipólita liberó su mano y, en la sorpresa, tomó los cabellos de la bruja.
______Libérame bruja!____su voz sonaba amenazante.
Pero Fedra no se inmutó, al contrario, comenzó a chillar tratando de alertar a las arpías.
En ese momento, Celeno entró tambaleandose, su rostro todavía confundido. Su mirada iracunda se movía de Fedra a Hipólita,ninguna de las dos estaba muy Segura de a quién atacaría.
______Celeno! Átala, debo terminar el hechizo, obedece!
Hipólita se tensó sabiendo que no tendría oportunidad frente a las dos y con los miembros restantes amarrados.
Celeno se fue acercando como un lince, despacio, desconfiada, Fedra estaba desbocada .
______Celeno! Por los dioses, déjate de tonterías, puedes redimirte ante mi y tendré piedad.
Pero esas palabras solo enfurecieron màs a la arpía. Sus ojos eran como dos profundos pozos negros, un par de alas negras aparecieron de la nada, plegadas a su espalda. Sus piernas largas, se oscurecieron y llenaron de escamas tornasoladas, la visión era bella y a la vez perturbadora.
Celeno se acercó a Fedra y la mirò fijamente a los ojos aprovechando que Hipólita la sujetaba.
_____Te obedecí creyendo que compartíamos ideales, pero no eres màs que un ser egoísta. El tiempo corre y no en vano. Esta mujer no ha hecho daño alguno y te crees en la posición de manipular su futuro, su pasado y hasta su vida paralela.
Su voz era gutural, baja, ronca. Y, mientras hablaba, cortó con sus garras las correas del brazo de Hipólita.
_____Reina mia, te aseguro que estoy arrepentida, y te juro lealtad de aquí en màs.
Hipólita se liberó y Celeno tomó por el cuello a Fedra, en ese momento ella pareció recobrar sus poderes y fuerza. Comenzó una lucha y al verse superada, la hechicera solo atinó a usar sus trucos y desaparecer frente a ellas.
_____Salgamos de aquí _____Celeno condujo a Hipólita por un laberinto de pasillos, éstos, desembocaban en un patio, al llegar allí, se encontraron con una Atina enfurecida, acompañada de Rafael.
Al momento se abalanzó sobre la arpía.
______Sabía que eras teaicionera, pero fui una estúpida al confiar en ti.
Diciendo esto, le propinó un golpe en pleno rostro a una Celeno que, sorprendida, no pudo esquivar el ataque.
_____Espera! Por favor, Atina! No se de que hablas!
Rafael e Hipólita miraban sorprendidos, y la amazona no conseguía explicar el error a la rubia.
______Rafael, ayúdame a separarlas.
______De qué hablas? Esta todo bién, Atina lo hace muy bién.
______Es que no entiendes, Celeno solo me ha ayudado, por favor!
Rafael dudó pero la ayudó, tomó a Atina de un brazo y la amazona hizo lo propio, con gran esfuerzo la pudieron sacar de encima.
____Hipólita déjame!
Celeno se arrastró y limpiándose un hilo de sangre rió.
______No has perdido tu toque querida, eres la mejor.
Hipólita pensó que estas dos estaban con problemas mentales.
______Atina, escucha, Celeno me liberó y ayudó a luchar contra Fedra, me está protegiendo.
Atina la mirò sin entender muy bién, pero dejó de luchar.
_____Es cierto corazón, me he dado cuenta de como nos ha utilizado, a mis hermanas y a mi, Fedra es muy peligrosa y tiene muchos secretos, he jurado lealtad a Hipólita. Y... debo pedirte que confíes en mi ...por favor ...
Celeno era la viva imagen del dolor y estaba siendo muy sincera, Atina la mirò largamente y luego corrió a abrazarla. Era una imagen realmente dulce, cargada de emoción.
Rafael rompió el silencio.
_____Debemos salir de aquí, es posible que ya nos estén esperando.
Mirò a Hipólita con duda.
_____Ya no se con quién hablo, pero seré franco contigo, temo perderte y pasar otra eternidad sin tí, pido lo mismo ___y aquí hizo una pausa para tomarle la mano ____confía en mi...por favor.
Hipólita aceptó su mano y solo sonriendo, dio a entender su afirmación.
Todo el grupo caminó por los corredores desiertos, algo muy sospechoso, estaba ocurriendo.
Al llegar a una gran arcada que daba al jardín, aparecieron Cleopátra y Calíope, ambas con su aspecto de arpía, dispuestas a luchar.
______Bién hecho hermana! ____Cleopátra estaba famélica, como una hiena hambrienta.
Pero la posición que adoptó Celeno, era defensiva, sus negras alas se desplegaron en su esplendor, su mirada se oscureció y un chillido ensordecedor salió de su garganta.
Los rostros de sus hermanas estaban sorprendidos. Pero pronto Cleopátra parecía repuesta y lanzó también un chillido. Era un mensaje entre ambas.
______No lo creo Celeno, pero que así sea. Si esa mujerzuela lo vale ... no tendré problemas de conciencia. Estoy hambrienta ...
Pero Calíope no se mostraba tan segura, la duda recorría su cara. Sus oscuros ojos, mostraban confusión, no lograba entender la posición de su hermana.
______Celeno ...qué ocurre hermana? Nos das la espalda? Es eso? _____Calíope se acercaba desconfiada.
_____Hermanas, esta de aquí, es la reina amazona Hipólita, la justa, la fiel, debemos aliarnos a ella, pues Fedra, ha estado tramando un plan que afecta las vidas alternas que todos tenemos.
Una carcajada infernal se escuchó y Cleopátra tomó a Hipólita por los hombros, la elevó mientras decía : pronto veremos quién tiene el poder, si Felicia o Hipólita, ya no creo que sea la amazona, es tan... insulsa!
Todos sorprendidos no atinaron a reaccionar, Hipólita sentía su cabeza estallar y su vientre amenazaba con hacerse un nudo.
Al momento de mirar hacia abajo, sus ojos vieron brillar algo que colgaba de su cuello.
El medallón de Marte se hamacaba de un lado a otro.
_____"Padre, padre, padre...."___solo eso repetía su confundida cabeza.
Una energía nacía de su vientre, y la cubría, la llenaba, la ira comenzó a quemarle las entrañas, la fuerza, amenazaba con hacerle estallar las venas...
Con un movimiento rápido, sujetó las garras de la arpía, y subió las piernas sorprendiendo a su captora. Aprovechando la sorpresa, obligó a Cleopátra a tener que descender, para evitar que Hipólita siguiera trepando, agarrada de sus escamas.
Cleopátra, sorprendida, soltó a Hipólita desde una altura considerable, ésta, cayó rodando y con agilidad sorprendente, se puso en pie, a esperar el ataque.
La arpía descendió y cerró sus enormes alas con elegancia.
_____Vaya! Parece que la amazona volvió. _____y lanzó una carcajada.
Se detuvo muy cerca de Hipólita y la escudriñaba curiosa, ésta, no movió un músculo, solo se limitó a seguirla con la mirada.
______Sabes? Me han prometido un buén botín, con èl podré vivir de una forma maravillosa. Y no pienso perderlo.
_____Vale màs que tus hermanas? Todo eso que te darán, es mejor que tus hermanas? Estarías dispuesta a darles la espalda?
El rostro de Cleopátra se volvió duro.
______Sabes amazona, nunca me cayó bién esa actitud tuya de santulona, no puedes juzgarme, no tú.
En ese instante, se movió rápidamente para lanzar un golpe, pero la velocidad para esquivarlo, por parte de Hipólita, fue asombrosa.
Al mismo tiempo la tomó por detrás y atrapó sus alas ...su única debilidad.
Al inmovilizarla, aprovechó la situación y la obligó a mirarla.
_____Elige! O mueres, o te rindes, estoy harta de estos juegos.
_____Bién! Sabes mi debilidad, quizás Eros te lo dijo, pero no me matarías, no.
Hipólita sonrió maliciosamente.
_____Aunque debiera morderte, lo haría, y te arrancaría tus plumas una a una con los dientes. Oh si, lo haría.
Estas palabras hicieron que Cleopátra tuviera el escalofrío màs largo de su vida, sabía que no mentía, ya lo había hecho una vez, frente a sus ojos.
En una ocación, tomó a Celeno por las alas, y ésta luchaba furiosa por soltarse. La arpía fue sorprendida robando el cinturón de Hipólita, lo hacía, a pedido de quién sabe que malvado.
Fue así que luchó contra la amazona y, por supuesto, perdió sus alas . Hipólita, en un ataque de ira y tomada desprevenida, no poseía otra arma màs que sus dientes. Y así fue.
Luego casi muerta, Celeno conoció a Atina, que la había tomado como prisionera y la cuidó durante su recuperación, pero esa era otra historia.
______Esta bién, hablemos.

HIPÓLITA @wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora