CAPÍTULO X

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_____ Tú trabajabas como fiscal para el juzgado penal en Argentina, era un caso de homicidio muy complicado, yo me equivoqué de juzgado y creyendote secretaria te pedí que aceleraras el papeleo de aduanas porque tenía unas antigüedades trabadas por unos impuestos que no se habían pagado, tú, tú te encabronaste terriblemente, me miraste con impaciencia diciéndome que debía haberme equivocado de juzgado, ya que tu trabajo era otro. Y dejaste muy claro que eras la fiscal, no una secretaria.

Quice remediar tal metida de pata, y te invité a almorzar, no aceptaste, obviamente, pero te esperaba todos los mediodías ; para almorzar, a la salida de tu oficina y al cabo de dos semanas me dijiste que me pondrías una orden judicial de perímetro, yo te dije que no haría falta, pero que sería una lástima comer sola, conversamos sobre aquello en la vereda y al otro dìa viniste conmigo a un bar y comimos algo. Así por el transcurso de un mes hasta la primera cita, fue muy duro, tú eras muy dura conmigo, es por eso que te he dicho que seré paciente, te conocí difícil, no es nada nuevo.

Estaba trayendo luz a su memoria, y cuando lo relataba, su voz tenía un sonido ronco, ella lo miraba absorta.

Eros se acercó màs a ella, y siguió ; no podemos estar separados corazón, tuve que seguirte por cielo y tierra, y el destino ha insistido en apartarte de mi lado.

Parecía triste y eso la enterneció, por ella estaba así? Cómo era posible que Rafael se negara tanto a que ella lo viera?

Después de aquella vez que estuvieron juntos, Rafael se transformó poco a poco, frío, distante, demasiado profesional, como no queriendo participar en su vida ...amorosa?

La manera como reaccionó frente a la posibilidad de un encuentro con Eros, maldición! Èl legalmente era su esposo, desde ahora actuaría según sus instintos.

Ahora caminaba, era libre ...no tenía memoria, pero la estaba recuperando, su adicción, bueno, solo el cigarrillo, ya ni siquiera tuvo episodios, de ningún tipo.

____ Cómo, como nos casamos? Cómo pediatra mi mano?

Interrumpió el relato que èl había comenzado acerca de su aspecto cuando la vió.

____Bién, hacía ya dos años que estábamos saliendo, tú no querías compromisos y yo viajaba mucho por mi trabajo, a veces lo hacíamos juntos, pero no era habitual. Trabajabas full time, eres muy obsesiva con tu trabajo, dedicaste horas a los casos que no se resolvían, en la biblioteca, en internet, hasta que llegó un punto que creí te perdería, entonces cancelé muchos de mis viajes y decidiste aminorar la marcha.

Íbamos a muchas fiestas y te divertías conmigo, entonces apareció que el destino mostró sus cartas y yo en una cena a solas contigo, te pedí matrimonio.

Hipólita estudió su rostro, sonreía satisfecho, como esperando que ella dijera algo, y ella solo quería saber si mentía o era sincero. No lo pudo deducir, pero la sonrisa iluminaba los ojos de Eros, y algo en ella se levantaba como una bruma, no podía saber si era la soledad, o la tristeza o el tiempo que llevaba fingiendo ser fuerte, solo para no sentir compasión de si misma, lo que fuera, amenazaba con derrumbar la represa de valor que había construído a su alrededor.

____Dime algo Eros, porqué no llevo mis anillos de matrimonio o compromiso?

El rostro se puso tenso, _____bueno ... tú ...  vivías con demasiada presión y cuando te pasabas horas trabajando y comensaste a consumir algunas sustancias, y bueno ... yo hice lo que pude, hablamos mucho, me prometiste que cambiarías con el matrimonio, así que lo hicimos y las cosas parecían marchar bién... por un tiempo.

Su rostro cambió, y la miraba con ansias. Hipólita se sentía horrible, fuera de lugar, y con mucha vergüenza, aunque la sensación de que èl estuviera hablando de otra persona, competía con las ganas de llorar.

HIPÓLITA @wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora