TARÁNTULA #7 [Disponible en físico]

NUEVE

Chiara

Tomo a Luca de la mano para darle fuerzas. Mi familia y todos los capos de La Vita Nostra han asistido al funeral de Gabriella, falleció hace dos días en su casa. No pudo superar el tratamiento tan fuerte que le pusieron para la leucemia, fue una muerte repentina pero esperada. Su médico dijo que su cuerpo ya estaba dando signos de fallos. Esta vez, no aguantaría. Luca rodea mi cintura con su brazo, apoyo mi mejilla en su pecho. Ahora mismo no me importa que la gente nos mire y sepa de nuestra relación, sólo me importa apoyarlo en estos momentos tan duros. Lo veo limpiarse las lágrimas rápidamente.

-Luca- lo llamo- Hoy tienes permitido mostrar debilidad- susurro.

Me dedica una leve sonrisa, luego me da un beso en la cabeza.

-Gracias por estar aquí conmigo- me dice.

Froto su abdomen con mi mano. Después de que el cura termine el discurso, cada uno de los hijos de Gabriella, excepto Enzo, le dedican unas palabras a su madre. Alessio se rompe en mitad del discurso haciendo llorar a sus hermanos más pequeños. Su amigo Piero se encarga de sacarlo del cementerio privado de los Di Santos, aquí descansas todos y cada uno de los antepasados de Luca, Alessio, Massimo y Enzo. Una chica rubia, muy embarazada, sigue a Alessio y Piero. Luca me toma por la mano.

-Vamos con mi hermano- me dice.

Dejo que me lleve por el camino de baldosas hacia donde están Alessio y sus amigos.

-Tienes que calmarte- le dice Piero.

-¡Se ha ido!- grita Alessio.

-Alessio, estaba sufriendo- dice la chica.

Alessio cae de rodillas al suelo, Luca me suelta y se agacha junto a su hermano.

-Tenemos que ser fuertes, hermano- le dice- Nuestros hermanos pequeños nos necesitan. Papá... Ni siquiera está aquí.

Alessio levanta la cabeza.

-Papá está destruyendo el invernadero que le construyó a mamá. Dijo que si ella había muerto, sus flores también lo harían.

Luca se queda callado. Escucho a alguien corriendo acercándose aquí.

-¡Alessio! ¡Alessio!

Enzo salta a los brazos de su hermano. Llora desconsolado en su pecho mientras Alessio lo abraza con fuerza.

-Lo siento mucho, Enzo- solloza.

-¿Por qué se ha ido mami?- llora el pequeño.

-Estaba muy enferma- contesta Luca.

Enzo no lo mira.

-Quiero que mami vuelva- llora Enzo- Por favor, hermano mayor, haz que mami vuelva.

-No puedo, Enzo, ojalá pudiera- gruñe Alessio.

Mi corazón se encoge por ellos, entiendo por lo que están pasando en estos momentos. Massimo también se acerca a sus hermanos para abrazarlos. Me limpio las lágrimas con el talón de mi mano. Piero toma a la chica por la cintura, pone su mano en el vientre de ella. Piero me sonríe. Una hora más tarde, acompañamos a los Di Santos al viñedo, mi familia y la de Piero están presentes. La nonna nos ofrece algo para comer y beber. Piero toma comida para la mujer embarazada, que no se despega de él ni un sólo momento.

-Giulia, ella es Chiara, la prometida de Luca- le dice a la mujer.

-Oh, encantada, soy Giulia D'angelo, la esposa de Piero.

Frunzo el ceño. ¿Esposa? Pero si Piero tiene diecisiete años, y ella no debe tener mucho más.

-Luego te lo explico- susurra Luca en mi oído.