TARÁNTULA #7 [Disponible en físico]

CINCO

Luca

Mi hermano Alessio parece enfadado mientras bebe su copa de whisky, si nuestro padre lo ve bebiendo lo va a regañar, sería una pena. Oculto mi sonrisa detrás de mi vaso, ojalá padre entrara en este momento en el interior yate. Pero está en la cubierta esperando a que los Santini lleguen. Dejo el vaso en la barra.

-¿Por qué pareces tan enfadado?- le pregunto a mi hermano.

-No es tu asunto.

-Vamos, hermanito, me preocupo por ti.

Mi hermano se ríe.

-Tú no te preocupas por nadie, hermanito.

-Piensa lo que quieras- contesto.

Alessio suspira.

-Es Piero- dice- No sé nada de él desde ayer ye stoy preocupado.

-¿Y por qué estarías preocupado? ¿Ha pasado algo?

-Sí, pero no puedo contártelo.

-Por supuesto, tu amigo es más importante que tu hermano.

-No lo es, pero lo que ha pasado es asunto suyo, no mío.

-¿Si fuese asunto tuyo me lo contarías?

-Quizás.

-Alessio, soy tu hermano y algún día seré tu Don. Deberías confiar en mí.

-La confianza se gana, Luca.

-Para que veas que quiero que nuestra relación sea mejor, te diré que voy a esforzarme en ser un mejor hermano y un mejor hijo.

Mi hermano estrecha los ojos.

-¿Hablas en serio?

Asiento.

-Parece que la nueva medicación te está ayudando de verdad- me dice.

-Sí, ayer hablé con Mía, fui a por la medicación por la tarde. Dijo que haría efecto rápido.

-Entiendo. Luca, me alegro mucho de que te esté yendo bien con esa medicación. De verdad te lo digo. Te quiero y deseo que tengas una vida normal.

-Gracias, hermano.

Alessio se levanta de su taburete, se acerca a mí y me da un abrazo. No lo hacía desde que éramos pequeños.

-Todo irá bien, hermano- me dice- Cuenta conmigo para todo lo que necesites.

-Te lo agradezco. Quiero ser bueno para Chiara y para todos vosotros.

-Lo serás- dice separándose de mí.

La puerta corrediza se abre, Enzo entra corriendo.

-Papi dice que vayáis, el ángel ha vuelto- nos dice.

Lo tomo en brazos, Enzo se resiste un poco.

-Oye, quiero pedirte perdón- le digo.

Me mira con el ceño fruncido.

-Ya no voy a ser más malo contigo, va bene piccolo?

-¿De verdad?- pregunta.

-De verdad.

Le doy un beso en la mejilla, nunca lo he hecho antes, ni con él ni con nadie. Alessio sonríe complacido. El imbécil se ha creído todo mi teatro. Si supiera de mis verdaderos planes me habría matado aquí mismo. Anoche llamé a mi madre antes de irme a dormir. Tardó en contestarme y, cuando lo hizo, me di cuenta de que estaba con el puto mocoso que tengo en mis brazos. Mi cabeza comenzó a dar vueltas, los engranajes giraban ideando un plan. Uno para hacerle daño a este enano mimado. Yo era el favorito de mi madre hasta que él llegó. Lo que tengo planeado para él nadie puede imaginarlo. Le quitaré todo lo que tiene, nuestra madre, su inocencia, el brillo de sus ojos. Lo haré tan miserable que deseará no haber nacido y, con un poco de suerte, se quitará la vida. Dejo a Enzo en el suelo, él mocoso me toma de la mano.