VEINTIDÓS

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Chiara

Luca entró en la casa hace una hora, nos obligó a cenar con él como si todo fuese normal. Ahora me lleva arrastras a la que una vez fue su habitación, la que ahora comparten Arian y Danilo. El otro hombre, el tal Braulio, viene detrás con Aurora y Dani agarrados del brazo. Mi hija forcejea con él para que los suelte.

-¡Aurora!- grita Luca- Compórtate como una mujer.

Mi hija levanta la barbilla.

-Soy una mujer de los pies a la cabeza, mi madre me crió bien- contesta.

Luca hace un gesto con la cabeza a Braulio para que meta en la habitación contigua a Dani y a Aurora.

-¡Como toques un solo pelo a mi madre te mato Luca Di Santos!- grita Aurora.

-Tranquila, hija, sólo vas a escuchar a tus padres follar- contesta Luca sonriendo.

-¡Te mato jodido loco!- grita mi hija.

Braulio se encierra con ambos en la habitación. Intengo zafarme del agarre de Luca, pero no me deja, me sujeta más fuerte.

-Vamos, esposa. Tengo que borrar de tu cuerpo todo el pecado que has cometido con ese bastardo.

-No vas a tocarme.

Me empuja a la cama, lo escucho desabrocharse el cinturón del pantalón.

-Has dejado que otro hombre se corra dentro de ti, te dejó embarazada y le diste a luz un varón, lo que yo tanto deseé, de lo diste a un bastardo.

Frunzo el ceño. ¿Luca cree que Ares es mi hijo biológico?

-¿Sabes? No he podido encontrar a ese niño, le habría dado una muerte rápida.

Aprieto los puños, si se atreve a tocar a alguno de mis hijos lo mataré yo misma.

-En fin, ya no podrás darme hijos, supongo que no eres fértil por tu edad. Pero podre llenar tu coño con mi semen y limpiarte.

-Estás loco- Luca, completamente desnudo, da un paso hacia a mí- ¡No te acerques!- grito.

Luca inclina la cabeza a un lado.

-¿No quieres recordar viejos tiempos?- pregunta sonriendo- Mira mi polla, esposa, está dura para ti.

-Me das asco, Luca, no vas a tocarme.

-¿Acaso puedes impedirlo?

-Acércate y te lo demostraré, he aprendido a defenderme todos estos años. Enzo y Yelena me enseñaron, tócame y te aseguro que te mataré con mis propias manos.

Luca se lanza hacia a mí, me aparto del colchón, él cae donde yo estaba. Me pongo en posición defensiva, como me enseñó Yelena. Luca se ríe.

-Veamos que has aprendido- dice.

Hace un falso movimiento, ni siquiera me inmuto. Su próximo movimiento es predecible, golpeo su garganta con mi puño. Él la rodea con sus manos mientras tose.

-Maldita zorra- dice con voz ronca.

Esta vez, cuando se incorpora, se lanza hacia a mí, mi espalda golpea la pared. Luca me golpea en la cara con su puño, me defiendo golpeando su polla con mi rodilla. Si quería usarla esta noche, dudo que ahora pueda hacerlo. Se dobla de dolor en el suelo. De pronto, me toma por el tobillo y me hace caer, mi cabeza se golpea con el suelo. Luca aprovecha y comienza a darme patadas por los brazos y las piernas. Una de las patadas va directa a mi cara. Un pequeño reflejo plateado llama mi atención, estiro el brazo hasta que lo cojo, es la correa de Coco, el perro de Danilo. La tomo por un extremo, golpeo con el otro extremo a Luca, el enganche de metal le da en la boca. Grita por el dolor, me apresuro a ponerme de pie para que no tenga otra oportunidad de pegarme. Vuelvo a mi posición de defensa.

TARÁNTULA #7 [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora