DOS

3.9K 250 14
                                    

Luca

-Vas a casarte.

Frunzo el ceño.

-¿Qué?- pregunto.

-Lo que has oído. Quizás esa sea la solución a tu comportamiento.

-¿Y a quién has elegido para que sea mi esposa?

-Chiara Santini.

Comienzo a reírme.

-¿Qué es lo que te causa tanta gracia?- pregunta mi madre enfadada.

-Tiene ¿cuántos? ¿Doce años?- pregunto.

-Tiene quince, se casará contigo cuando cumpla los dieciocho, hasta entonces vas a tratar con ella para conocerla, vendrán mañana desde Roma para que la conozcas.

-Está bien.

Mis padres parecen sorprendidos.

-¿Estás de acuerdo con este matrimonio?- pregunta mi madre.

-No, estoy de acuerdo con demostraros que este matrimonio no va a cambiarme. Decís que yo soy el loco, pero sois vosotros los que estáis locos si pensáis que una mujer va a tener el poder de cambiar cómo soy.

-Si te enamoras de ella podrías cambiar- dice mi madre.

Veo la esperanza en sus ojos verdes apagados. El tratamiento para su enfermedad la está consumiendo, trata de fingir que está bien por Enzo y Massimo. Los demás sabemos que no está bien, su piel está más pálida que de costumbre, sus ojos han perdido el brillo que antes estaba ahí. Necesita descansar muy a menudo, la quimioterapia la deja sn energía. Hace un año que está luchando contra la leucemia.

-No voy a enamorarme de ella, ¿recuerdas lo que dijo la psiquiatra mamá? ¿O es que la leucemia te ha borrado la memoria?

Mi padre golpea la mesa con su palma.

-Pide disculpas a tu madre- gruñe.

-Lo siento, mamá.

Me mira con los ojos cristalizados.

-Lorenzo déjanos a solas- le dice a mi padre.

-Gabriella...

-Por favor, amore mio- le suplica mi madre.

Mi padre se levanta de su silla a regañadientes, se inclina hacia mí.

-Dile algo que le haga daño y te juro que te corto la garganta- me amenaza- Si no estás muerto ya es por tu madre, deberías estar agradecido con ella.

-Yo también te quiero papá- contesto sonriendo mientras miro a mi madre.

Ella se sienta en la silla de escritorio de mi padre. Odio verla ahí sentada, ese es mi sitio, el del Don. Ella no debería estar ahí sentada, es una mujer.

-¿Por qué nos tratas así?- me pregunta- Entiendo tu enfermedad, hijo. Pero te amo.

-No mientas, mamá.

-No lo hago, Luca. Te amo, eres mi hijo.

-Si me amaras como dices no me mirarías con esos ojos de asco.

-No es asco por ti, es por las cosas que dices y haces. Golpeas a tus hermanos, a tu hermano pequeño, Luca. Enzo sólo tiene cuatro años, él te quiere, pero te teme.

-Hace bien en temerme.

-Luca- suspira- ¿Te estás tomando la medicación que mía te recetó?

-Sí, y no me siento diferente.

TARÁNTULA #7 [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora