DOCE

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Luca

Es igual a ella, mi hija es idéntica a mi madre. Es como si hubiera vuelto del más allá para atormentarme.

-¿Qué estás haciendo aquí?

Miro a Chiara por encima de mi hombro.

-Estoy con mi hija, ¿no lo ves?

-Aurora tiene ocho meses, Luca. Nunca has querido conocerla hasta ahora. Vete.

Tomo a mi hija de la cuna. Chiara se acerca rápidamente a nosotros.

-Déjala, no le hagas nada- me dice.

-Es mi jodida hija, no voy a hacerle nada.

-Tu no amas a nadie, suéltala.

Levanto la mano y le doy una bofetada en la cara a mi mujer. Se siente bien después de un año sin hacerlo.

-Recuerda tu posición, Chiara- le digo- Sigo siendo tu esposo. No puedes hablarme así y tampoco puedes prohibirme ver a mi hija o tomarla en brazos.

-No vuelvas a tocarme.

-¿O qué? ¿Vas a ir corriendo a Alessio o mi padre? Hazlo y vas a ver cómo acaba todo esto.

Ella niega con la cabeza, sus ojos están llenos de lágrimas.

-No sé cómo pude enamorarme de ti- dice.

-Oh, vamos... Aún me amas, nena.

Dejo a la niña en su cuna. Chiara da un paso atrás cuando me ve acercarme a ella. La agarro por el pelo de la nuca, inclino su cabeza hacia atrás.

-No me toques- gruñe.

-Estás tan hermosa, nena. Siento no haber estado en tu cumpleaños, te debo un regalo.

-No... Por favor, Luca, Aurora está aquí.

-Tiene ocho meses y no hay nada de malo en que vea a sus padres follando. He extrañado tu cuerpo.

Agarro su pecho con fuerza.

-Están tan grandes, ¿alimentas a mi hija con ellas?

-Luca, por favor.

-Me pone tan duro que supliques.

La empujo a la cama, me desabrocho el cinturón y el pantalón. Tengo la polla tan dura que me va a estallar.

-Dijiste que no ibas a tocarme- me dice.

-Nena, me cuesta cumplir con mi palabra cuando te veo.

Me tumbo sobre ella levantando el vestido por el camino.

-¡No!- grita.

Le tapo la boca con mi mano.

-Cállate- gruño.

Echo sus bragas a un lado y la penetro.

-Cazzo, tan caliente y apretado como recordaba.

Es hora de que mi esposa me de otro hijo, necesito un heredero, un varón que me sustituya como Don cuando yo muera.

-Vas a darme otro hijo, esposa.

Niega con la cabeza. Muerdo su cuello y lo lamo, mis caderas se mueven por si solas.

-Sí, Chiara, me voy a correr dentro de ti y darás a luz a otro hijo mío.

Grita contra mi mano.

-Escúchame bien, estúpida. Te estoy follando el coño- le doy dos fuertes penetraciones- Llevo meses sin follar buscando a Luciana por toda España. Sólo para encontrarme con que el bastardo de Lombardo se la folló y la mató. Me robó lo que era mío. No voy a permitir que tú hagas lo mismo. Tu cuerpo me pertenece desde el momento en que me dejaste quitarte la virginidad. Eres jodidamente mía.

TARÁNTULA #7 [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora