Maximiliano Fiore es el jefe de cirugía del equipo treinta y cinco de voluntarios de la asociación Save the Children. Todo el equipo está realizando su última ruta de cinco meses por las zonas rurales y aisladas de Sudáfrica antes de regresar a casa...
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💛CAPITULO LARGO💛
(Port Elizabeth)
"Solo son unas horas."
Ese pensamiento no fue nada a comparación de la bomba que estallará si yo no me alejo de ella cuanto antes.
Los primeros rayos de sol ya entraban por las ventanillas y fueron alumbrando toda la habitación, ella se removió un poco y su cara término a escasos centímetros de mi pecho, por la noche solo pude dormir algunas horas hasta que su cercanía absorbió todo como un holló negro y caí en cuenta de que Sara, si esa Sara que me odia-tolera estaba a mi lado, máximo diez centímetros nos separaban.
Ni en mis más locos sueños lo imaginé, por dios ella era la persona que me había robado el aliento y sin saberlo se coló muy hondo en mi alma pero ahora dormía a escasos centímetros de mi y eso jugaba con mi autocontrol.
Su pecho subía y bajaba con lentitud, tenía una mano debajo de su mejilla y el cabello enmarañado le escurría por la frente aún así me parecía el ser más hermoso del maldito universo.
Estás irremediablemente perdido.
Con la cordura por el suelo me alejé de su lado levantándome, recogiendo mis cosas y dando mi mayor esfuerzo para salir de la habitación o cometería una locura para la que aún no es el momento.
Tú puedes Max. Contrólate.
Pasada una media hora por los altavoces sonó la voz del capitán dando orden para el desayuno y después prepararnos para la llegada a nuestro destino final, si la memoria no me falla estamos a tiempo de que el evento inicie y ya debe estar alguien esperándonos.
—Buenos días...—con su característico aroma a vainilla paso a mi costado derecho y se acomodo en la silla al frente, tenía una sonrisa de extremo a extremo en la cara, ni rastro de resaca, asentí al tiempo en que tomaba su plato y se ponía de pie nuevamente para servirse, por órdenes del capitán el desayuno era cada quién en la sala común pero con buffet todo incluido.
Lo primero que tomó fue su taza de café, en este punto ya se como lo prepara, una de crema y dos de azúcar, en su plato puso, huevos, fruta y pan tostado con mermelada, detrás suyo a excepción del huevo me serví lo mismo solo que yo amo el café sin crema y simple pero bien cargado. En el desayuno ninguno dijo nada y después solo recogimos nuestras cosas y a esperar la hora de llegada. En nuestros asientos sin que lo pidiera le pase uno de mis audífonos que no dudo en tomar y por la siguiente hora compartimos los mismos gustos musicales hasta nuestro desembarque.
Toda la zona de andenes lucía a reventar de personas lo que haría difícil localizar nuestro transporte, para nuestra buena suerte aquí en Port Elizabeth hay muy buena señal de celular y recibí el mensaje del chofer que ya nos esperaba, eso hizo que fuera más fácil cruzar y saber en donde buscarlo, para ayudar a nuestra movilidad me pase por el hombro la mochila de Sara y con otra jale su maleta, quería refutar pero con el barullo de la gente no había cabida para escuchar alegatos.
