CAPÍTULO DIECINUEVE

5.1K 494 72
                                    

(Middelburg)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Middelburg)

Una semana después de ese espantoso suceso partíamos a un nuevo lugar, ahora dejábamos atrás la playa por un sitio más rústico con mezcla industrial. Max no volvió a tocar el tema de todo lo que le conté y el hecho de que respetara mi decisión sobre no hablar más de ello me hacía apreciarlo aún más.

Los días de un caluroso septiembre estaban corriendo muy bien si dejaba de lado que ese ataque de pánico puso en peligro mi vida pero que al menos solo unos cuantos se habían enterado, no es que no quisiera que las chicas lo supieran pero era sacar a la luz más cosas de mi vida privada con las que no me siento a gusto de difundirlas, entre menos gente lo sepa es mejor.  Por ahora con quien debo ser sincera es con Max.

***

En Middelburg había muy buena señal de teléfono por lo que podía aprovechar para llamar a Maurice y preguntar sobre las cosas en Washington, el o Bryan estaban a cargo de cuidar mi casa si es que así le puedo llamar.

En los meses que llevo fuera no ha habido muchos cambios en el hospital salvo algunos nombramientos en la mesa directiva y nuevos residentes, de ahí todo sigue su rumbo habitual, lo único malo de las llamadas eran todas las interrogantes sobre Max, ¿como es que se enteraron?, por el periódico andante de Hanna que le dijo a Alana y Alana le dijo a Kyle que Kyle le dijo a Maddy y Maddy le dijo a Bryan y Bryan a Maurice.

Este último es como un padre para mi y fuera de que es mi padrino por elección de mis padres desde que supo lo mucho que me apasionaba la medicina y que tome la decisión de ser neurocirujana jamás dejo de apoyarme.

En el fondo cuando tuvimos la primera llamada sobre Max si tenía algo de miedo sobre qué opinión tendría pero después de una larga charla y contarle la forma como Max me ha tratado los humos bajaron y ahora está ansioso porque al término de estos meses lo lleve a Washington. Maurice desea verme feliz y yo espero que el pelinegro esté dispuesto a conocerlo.

—Hoy iremos a cenar por el cumpleaños de Tyler...—Max pasó uno de los expedientes al archivo y se recargo en el mostrador

—Está bien...

—¿Qué harás tu?

—Trabajar...—soltó una carcajada pequeña—Bueno en realidad también tengo planes...unos muy interesantes...

—¿Y cuáles son esos planes? —dio media vuelta al escritorio y puso sus manos sobre mis hombros

—Las chicas van al centro y quede de acompañarlas...

—Bien...diviértanse...—besó mi sien—Y cuídense...—se agacho un poco más hasta dejar un beso pequeño en mis labios

Tal como le había dicho a Max a las ocho en punto salimos del turno y agarramos camino al centro, por buen rato anduvimos entre las calles empedradas y las zonas turísticas, al final nos detuvimos en una tienda de souvenirs y más tarde en un café para poder cenar algo, el ambiente estaba bastante relajado, entre Hanna y Loraine que se entretenían en sus teléfonos llenándose de likes en Instagram, Salome y Paola buscaban posibles opciones para pasar la noche y yo tomaba con más disimulo del normal un rico cappuccino con extra de caramelo.

DE VIAJE A SUDÁFRICA (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora