El Árbol de Roble

158. El Heredero.

Hubo doble actu asi que asegurense de leer el otro.

La sensación de la piel elástica envolviéndose alrededor de sus dedos fue terriblemente extática. Saboreó la textura de la carne suave al máximo, luego se quitó la torpe armadura y se subió una túnica suelta.

Por un instante, pareció como si todo el aire estuviera siendo succionado de sus pulmones.

Su piel brillaba como perlas incluso en la oscuridad, y sus pezones eran de un rosa pálido. Jongin, que lo miró con una mirada desconcertada, chupo los pezones erectos en su boca.

Se sentía como si su corazón explotara. Mientras Jongin abrazaba su cuerpo crujiente con fuerza y ​​chupaba su piel suave, su esposo apretaba su cabello con fuerza, tiraba de él y lo apartaba repetidamente.

Mordisqueó y gruñó el bulto sensible con más persistencia, luego levantó la cabeza para mirarlo a la cara. Sus ojos como cuentas de vidrio, estaban llenos de agua, nublados por el deseo.

Un fuerte escalofrío le recorrió la espalda. Fue terriblemente bueno que este hombre sintiera placer en sus brazos.

Volvió a bajar la cabeza para acariciar su pene rojo e inflamado, solo para separar los labios cuando Soo estaba a punto de llegar al orgasmo. Kyungsoo, que había sido forzado a bajar del éxtasis, dejó escapar un gemido nervioso y lo miró con los ojos muy abiertos. Fue impresionantemente hermoso verlo en un ataque de ira debido a sus necesidades insatisfechas.

Presionó su cuerpo contra el cuerpo suave de su esposo y empujó su lengua dentro de su boca húmeda y cálida. Pensando que su cuerpo estaría tan caliente y resbaladizo, sus pantalones estaban tan apretados que le dolía. Fue hasta el punto de la locura queriendo arrancarle la ropa y empujarse profundamente dentro de él.

Jongin apenas apartó los labios de los de él y apretó la frente contra el áspero poste. Sentía que su estómago ardía con un fuerte deseo, pero parecía que no podría detenerlo si iba más allá.

"No quise hacer algo como esto..."

Él sonrió rígidamente y tiró de la túnica enrollada hacia abajo. Sus delicados hombros temblaban como si incluso el roce de sus pezones, rígidos por la excitación, sobre la tela pareciera un estímulo. Obligó a su saliva a bajar por su garganta apretada y besó la mejilla contrariada de su esposo.

"Perdí el control porque dijiste algo lindo".

"E-estaba hablando en serio. Pero tú..."

Soo lo miró con una expresión de resentimiento. Jongin deja escapar un gemido reprimido y lo levanto y se sienta encima de una pila de madera. Luego, sujetando con fuerza su cuerpecito tembloroso con ambos brazos, se besaron en la mejilla.

"Eres demasiado codicioso. Quiero ser esto y aquello a la vez, y si no puedo saltar diez pasos en el primer paso, no estaré satisfecho. Pero recién estás dando tus primeros pasos".

"Sí, sí, en comparación con Jongin, pero... He pasado por muchas cosas y he adquirido mucha experiencia".

Soo obstinadamente se opuso. Jongin frunció el ceño. Al verlo preocuparse como alguien perseguido por algo, se inquietó que pudiera volver a hacer algo imprudente. Él lo miró con ojos fríos y dijo con severidad.

"La mayor parte de tu experiencia se ha basado en un autosacrificio imprudente. Pero no puedo tolerar eso por más tiempo".

Una mirada rebelde apareció en su rostro. Parecía que el tono de mando había tocado su temperamento. Se tragó un gemido y añadió con dulzura.