He aquí, damas, caballeros, terrícolas, extraterrestres y entes no identificados con ninguna dimensión de la existencia: la adivina con menos fortuna de este mundo y el otro. Me presento. Diré que mi nombre es Madame Ceyene, porque no es conveniente...
No puedo creerlo. Decían que el sonambulismo en ángeles no era posible, que nosotros ni siquiera necesitábamos dormir de verdad. Yo sabía que algo andaba mal en mí, pero no hice caso a las señales de mi propio cuerpo.
Templo divino, sí, claro. Estar cubierto de trabajo hace que cualquiera se olvide de cuidar de sí mismo. Que cualquiera caiga en el error de estirar sus límites, una y otra vez. Y esto no son solo excusas, es lo que ocurrió. Ahora, las consecuencias son mucho peores que el pecado. Esto es exagerado, necesito encontrar una manera de arreglarlo, antes de que el jefe lo note.
Anoche cerré los ojos y tuve un par de sueños extraños, es todo lo que recuerdo. De haber sabido que me levantaría de mi lecho, tomaría mi trompeta, esa que solo debe ser tocada en el fin de los tiempos, y practicaría con ella la melodía del feliz cumpleaños, ni hubiera intentado dormir. ¿O es justo ese el problema? ¿Será que hace meses que no me doy un tiempo para mí?
Ahora es demasiado tarde para pensar en el porqué. La trompeta del juicio ha sonado y, en la Tierra, mientras yo «dormía», los muertos han salido de sus tumbas. He echado un vistazo, luego de mi desayuno, y el caos entre vivos y no vivos es un espectáculo digno de los pintores clásicos más imaginativos. Los demás ángeles están confundidos, piden instrucciones. Los demonios envían mensajes repletos de quejas, esto no entraba en su cronograma. Me dan ganas de decirles que ya lo sé, que esto tampoco entraba en el nuestro.
El jefazo de arriba está de vacaciones, se ha ido al mismo tiempo que el de abajo, sospecho que a jugar alguno de sus torneos de bowling con estrellas, en galaxias alejadas de nosotros.
Los humanos empiezan a reunirse y a entonar cánticos, a mirar en dirección al cielo. Quisiera decirles que fue una falsa alarma, que sigan con lo suyo, pero no existe ninguna trompeta para volver atrás con el Armagedón.
Algunos compañeros sugieren enviarles un mensaje conmigo, algo que les diga que esto no fue más que un simulacro. Yo temo que los humanos aprovechen para descargar en mí su bronca por la pérdida de todo un día esperando el fin del mundo. He visto una epidemia de sinceridad en ellos, todos piensan que luego de esto, no tendrán que volver a mirar a la cara a sus semejantes, no deberán volver a sus trabajos ni a saludar a sus vecinos molestos. Creo que será mejor que me apresure a sacarlos de su error.
Aunque no descarto que la opción más viable sea proceder, nomás. Seguir adelante. Habría que convencer a los jefecitos de ambos lados de que, ya que estamos, el fin del mundo se puede llevar a cabo ahora mismo. Nos quedaría el resto de la eternidad libre, no estaría nada mal.
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♦ La idea de que un apocalipsis zombie sea producto de un error del mismísimo Gabriel suena interesante. No sé si en alguna parte ya la han utilizado, pero bueno, yo la dejo en el aire. No soy más que una supuesta tarotista encerrada en este libro. Al menos, por ahora.
Si lo encuentra en su tirada:
Al derecho: Llegará a usted la llamada de su verdadera vocación. Pero tenga cuidado, que jugar hasta que los dedos se le agarroten podría ser una distracción a su verdadera forma de ganar una fortuna.
Al revés: Recibirá el llamado de alguien anunciándole que ganó la lotería, siendo que usted nunca ha comprado ningún número. Recuerde colgar rápido, que hay mucho delincuente cibernético intentando hackear a la gente con estas trampas telefónicas.
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Nota: La finalidad de los significados de cada carta es entretener al lector y a la loca que escribe estas cosas. Ningún dato de este libro debe ser tomado como referencia seria, ni aplicarse a situaciones de la vida real. Dicho esto, sean libres de enviar sus propias interpretaciones de este arcano.