Me dicen que aquí, donde quiera que esté, es donde debo estar. Que estoy completa, que soy la versión perfecta de mí misma. Y vaya si lo sabré, tengo más de cuatro miles de millones de años a cuestas. Por más que algunos duden de mi preciosa forma, yo estoy muy segura de mí y sigo girando tranquila, en mi trayectoria, en mi lugar alrededor de aquel arrogante sol.
Solo en el último siglo ha comenzado a asaltarme un pensamiento, la sombra de una preocupación recurrente.
Se me han pegado algunos vicios. Estoy en la plenitud todavía, pero si empiezo a mirar a otras de mi edad y cometo el error de compararme con ellas, creo que sí podría estar mejor. Sé que no debería hacer eso, que soy la única que alberga este tipo de vida y que, si fuera una roca deshabitada, sería muy fácil estar libre de contaminación, pero no puedo evitarlo.
Además, empiezo a temer por aquellos que forman parte de mí. Cuántas especies animales se han extinto sin que lo notara. Cuántas variedades de vida verde se han perdido en los incendios provocados, o en esa manera rápida de convertir los territorios en espacios planos, estériles. Cómo se están derritiendo mis preciosos polos, dejando sin lugar a los preciosos animales que lo habitaban. Y todo en el último siglo y medio, con una velocidad creciente en las últimas décadas.
Sé que estoy en mis años mozos todavía, pero esta extraña plaga me está haciendo sentir apagada, gris, antes de tiempo. Algunos compañeros de sistema solar me han sugerido liberarme de esto con algunos sacudones extra, algunas explosiones volcánicas de más, o esperar a que ellos solitos se enfrenten y se borren de mi superficie como resultado de la ambición desmedida. Marte me ha dicho, preocupado, que la plaga podría contagiársele y que me libre de esto antes de que la cosa sea peor.
Aún no he decidido lo que voy a hacer, pero si de algo estoy segura, es de que esto no se quedará así. No hay mal que dure para siempre, ni planeta que lo resista. Alguien tendrá que ceder.
♦ Quisiera tener alguna historia alegre que contar con este arcano, seguro encontrarán muchas, pero no pude resistirme a hablar de esto. El mundo somos todos, aunque algunos parezcan más dueños que otros.
Si lo encuentra en su tirada:
Al derecho: Salga un rato, despéjese, visite algún espacio verde y disfrute del tiempo libre lejos de las pantallas. Sienta cómo todo en la naturaleza tiene su lugar y no necesita de nosotros más que nuestro respeto. Hasta el cuerpo y la mente lo agradecen.
Al revés: Haga un poco de autocrítica. ¿Ve que ninguna carta del revés tiene un buen significado? ¿A quién le sale una carta del revés así nomás? ¿Cómo ha estado mezclando mis arcanos? Tenga un poco más de cuidado, no me las vaya a romper. Ahora me quitó las ganas de predecirle el futuro, vaya nomás.
***
Nota: La finalidad de los significados de cada carta es entretener al lector y a la loca que escribe estas cosas. Ningún dato de este libro debe ser tomado como referencia seria, ni aplicarse a situaciones de la vida real. Dicho esto, sean libres de enviar sus propias interpretaciones de este arcano.
Hemos llegado al último arcano mayor, luego de todo este tiempo.
Ha sido un placer estar por acá, en este libro. Hasta siempre.
Los saluda, Madame Ceyene
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El Tarot de Madame Ceyene
ParanormalHe aquí, damas, caballeros, terrícolas, extraterrestres y entes no identificados con ninguna dimensión de la existencia: la adivina con menos fortuna de este mundo y el otro. Me presento. Diré que mi nombre es Madame Ceyene, porque no es conveniente...