A partir de la imagen que hace de portada, usted puede imaginar el contenido de lo que está por ver. No es que el título ayude mucho. ¿Quién confía en los títulos exagerados y hasta mentirosos de cualquier cosa hoy en día?
«Probando el nuevo reto viral de Tiktok. Sobrevivimos donde otros no pudieron» reza, entre emojis y signos de exclamación, el texto debajo de la miniatura de la última publicación de los hermanos Maravilla. Y yo lo sé, estoy en su mano y puedo sentir la vacilación en el roce de su dedo sobre mi pantalla. Ha dejado de scrollear. Lo está pensando.
Ah, el toque directo y rápido sobre el ícono de reproducir video es una de las cosas que cada vez puedo predecir mejor. No es que a nadie le importe lo que yo piense o no de sus elecciones. Lo único que yo hago es pasar información que luego se convertirá en estadísticas y volverán a usted en forma de más emojis, signos e incluso mayúsculas para llamar su atención. Pero disculpe la interrupción, ahora me callo. Disfrutemos del momento.
Desde el principio, lo que aparece en pantalla es el joven Nano, corriendo debajo de la lluvia y a los gritos, en lo que parece un llamado o un desafío a entidades invisibles que lo observan desde arriba. Acto seguido, la cámara tiembla y se escucha la voz de Neno, entre risas, decir algo que es interrumpido abruptamente con un estruendo.
La cortísima introducción musical nos devuelve a un entorno de normalidad, con ambos youtubers saludando a cámara mientras se preparan para una nueva aventura. Usted lo ha notado, ya no gritan su saludo improvisado como solían hacer, sino que van al grano y explican de qué se va a tratar el video de hoy. En algún momento, ha dejado de bajarme el volumen por eso y, la verdad, le confieso que sus auriculares están agradecidos por el cambio.
—¡Hoy vamos a poner a prueba el desafío más raro, más viral y más mortal —anuncia el más alto, con énfasis en la última palabra— de Tiktok!
—Les hemos dejado a votación el próximo desafío y ustedes lo han pedido —completa el otro, mientras cuelga su mochila de un hombro y se coloca un extraño sombrero metálico en la cabeza—. Para los que no estuvieron en nuestro Instagram, si han podido ver las noticias, ya saben de qué se trata.
Por momentos, el sonido se corta y la sensación de que las mínimas pausas entre una oración y la otra desaparecen. Casi no se notaría, de no ser porque la fluidez de los movimientos de ambos Maravilla es reemplazada por lo que parecen pequeñísimos viajes en el tiempo. Un respiro se convierte en el cambio de habitación, una nueva idea nos sorprende con un cambio en el plano o un menor zoom de la cámara.
—¡El reto de Zeus! —explica, por fin, el menor de ambos, cuando ya están en el exterior de una calle muy conocida de la capital.
¿Mucha introducción? Noto que está adelantando la reproducción con agresividad. Qué pillín. Le gustan las emociones fuertes, al parecer. Veamos en dónde nos hemos detenido.
Ambos hermanos dan alaridos sobre lo que parece la terraza de una torre de edificios muy alta. Bailan, alrededor de una especie de círculo, mientras el cielo gris no da muestras de echar ni una gota. Mala suerte, con la sequía de los últimos meses. Se puede ver, en la sección de comentarios, a los usuarios lamentando la increíble suerte de los extranjeros que se achicharraron en otras latitudes. Toda una pena, la falta de rayos por aquí.
Entonces, la cámara se vuelve inestable y allí usted y yo comprendemos la buena fortuna que han tenido estos dos. Justo han estado grabando durante el día en que ocurrió el terremoto que nos dejó a usted, a mí y a toda la ciudad al borde del caos.
Los gritos de ambos Maravilla, la imagen del horizonte con edificios partiéndose y calles abiertas, dan un ambiente de película de fin del mundo. Usted contiene el aliento, yo disfruto de su atención y tomo nota de que este es el momento en que su dedo presiona el botón del like. Qué show perfecto. Qué lío debió ser el rescatar a esos dos idiotas de ahí.
El video continúa con ambos en un centro de refugiados parecido al que usted se encuentra ahora. Ya ni siquiera importa lo que ambos balbucean debajo de las vendas que cubren sus cuerpos por entero, lo que aquí interesa es que usted y yo hemos sido parte de un momento histórico.
A la distancia, desde un minúsculo lugar, por supuesto, pero allí hemos estado.
Porque no todos los días se es testigo del nacimiento de una nueva tendencia. El reto del terremoto empieza a levantar sus números y ya no importa que estemos recuperando nuestra ciudad apenas, que recién vuelva a nosotros la electricidad y el internet. Usted y yo nos lanzaremos a la calle, en busca de nuestro propio experimento también.
♦Este arcano sí da cosita cuando uno lo ve aparecer en la tirada. Por suerte, mis poderes de adivinación son nulos y sé que la presencia de cualquiera de estas cartas no significa mucho en los acontecimientos que vengan a la vida de mis clientes. Igual, por las dudas, aprovecho para advertirle a mi visitante de hoy de forma muy genérica sobre cualquier imprudencia que pueda tener. Siempre gano puntos cuando me pongo seria con las predicciones.
Si lo encuentra en su tirada:
Al derecho: Cuidado con los pronósticos de tormenta. No se lo tome a la ligera, apenas vea los primeros relámpagos, desconecte los aparatos eléctricos. En esta región, las subidas de tensión son bastante feas. ¿Qué? ¿Pensó que iba a decirle algo más místico? Le digo que quedarse sin heladera en pleno verano lo puede llevar a uno a alteraciones espirituales muy graves.
Al revés: Le llegará una invitación a una fiesta, no es necesario que la rechace. Solo deje las ventanas de la casa bien cerradas. Ya sabe, el pronóstico sigue siendo el mismo.
***
Nota: La finalidad de los significados de cada carta es entretener al lector y a la loca que escribe estas cosas. Ningún dato de este libro debe ser tomado como referencia seria, ni aplicarse a situaciones de la vida real. Dicho esto, sean libres de enviar sus propias interpretaciones de este arcano.
Hasta la próxima.
Los saluda, Madame Ceyene
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El Tarot de Madame Ceyene
ParanormaleHe aquí, damas, caballeros, terrícolas, extraterrestres y entes no identificados con ninguna dimensión de la existencia: la adivina con menos fortuna de este mundo y el otro. Me presento. Diré que mi nombre es Madame Ceyene, porque no es conveniente...