Tras veinticinco días de sol, playa, piscina y buena compañía nos adentrábamos en la última semana del viaje.
Mi mente iba a mil por hora. Cada vez, estaba más apegada a la morena y cada vez, mis sentimientos por ella eran más fuertes.
Desde el último día de castigo, donde bueno... pasó lo que tenía que pasar entre las dos... Dormíamos en la misma cama.
Menos mal que las habitaciones tenían pestillo... Si no, estábamos jodidas...
Cenamos todos juntos, como todos los días, hasta que me levanté para ir al interior de la casa.
Por la tarde había decidido hacer la ruta que hacía por la zona, pero por la noche, ya que debía de ser brutal.
Me puse unos pantalones de color negro, un top de color granate y en cuanto agarré los calcetines, la puerta de la habitación se abrió.
-¿Te vas? -Preguntó la morena-.
-Chi, voy a dar una vuelta, creo que pueden quedar unas tomas muy chulas por la noche-.
-Y me abandonas aquí. -Dramatizó la morena mientras se sentaba sobre la cama-.
-No seas dramática anda, si solo será un rato-.
-Claro, como tu no eres la que se queda aquí... -Se dejó caer de espaldas a la cama -Soola y abandonadaaa -.
-Menudo bollo drama estás echa tú. -Me tiré sobre ella. -Si tanto me vas a echar de menos puedes venir conmigo eh-.
-Si claro...-.
-No, en serio. Puedes venir-.
-Qué dices Alba. -Se incorporó un poco. -¿Cómo voy a subirme yo ahí?-.
-Pues subiéndote, venga va... ¿Por qué no vienes conmigo? Te doy una vueltita en Queen-.
-Me da miedo, no me gusta-.
-Pero si yo conduzco bien-.
-Si ya lo sé, pero me dan respeto, además, no tienes dos cascos...-.
-Esa será tu opinión. -Me reí levantándome de ella. -Marina ha traído su casco por si nos daba por dar una vuelta a las dos. Puedes coger el suyo-.
-Que no, además tu eres de correr-.
-Te prometo que no corro, solo damos una vuelta y volvemos. -Insistí con mirada de cachorrito-.
-No me mires así, por que luego hago lo que no tengo que hacer. -Se tapó la cara mientras se reía-.
Yo me reí mientras me acercaba a ella y destapaba sus ojos.
-Venga va, además... Quiero ir a un sitio contigo-.
-¿Conmigo?-.
-Sí, quiero enseñarte algo. -Respondí mientras me agachaba para atar mis vans-.
Ella resopló mientras se tiraba sobre la cama nuevamente.
-Pero prométeme que no vas a correr-.
-Que sí-.
-Que sí, no. ¡Prométemelo!-.
-Te lo prometo Nat. -Me senté en su regazo. -No voy a correr-.
-Está bien, pero... Uf. -Se incorporó y se tapó sus ojos con las manos-.
-No va a pasar nada Nat, voy a ir despacio. -Dejé un beso sobre su mejilla y me levanté de su regazo-.
-¿Y qué me pongo? -Se levantó y se puso frente al armario-.
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572 km 「Albalia G!P」
RomanceSiempre se han llevado como el perro y el gato. Pero un viaje cambiará todo entre sus vidas. Una historia que te hará morir de rabia, de risa y de amor.