T R E I N T A Y S I E T E

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Cuando Alex salió con la ropa puesta, el sonrojo de Lukas aumentó por completo, se veía demasiado hermoso ante sus ojos.

--Me queda muy pegado... Me siento gordo--murmuró tocándose los muslos y su plano abdomen. Alex es un chico con el autoestima muy bajo, su padre y su hermana fueron los que provocaron eso.

El castaño al entender como funcionaba el autoestima de su niño, siempre intentó que se sintiera mejor con su cuerpo y su preciosa carita.

--Te ves precioso--dijo besando su frente con amor, logrando un leve color carmín en las mejillas del menor.

Lukas lo tomó de la cintura y lo subió encima de la mesada que tenía el lavabo para comenzar a maquillarlo, tenía mucha experiencia haciéndolo, ya que Emilia siempre le pedía ayuda para maquillarse cuando salían a fiestas.

--¿Dónde aprendiste a maquillar y a vestir así?--preguntó curioso el menor.

--Bueno... Ana Emilia y yo somos amigos desde hace mucho, siempre solía pedirme ayuda a la hora de maquillarse para las fiestas--comentaba
mientras terminaba de aplicarle base y un poco de brillantina en algunas partes de su rostro.--Me pedía ayuda para elegir sus prendas y así verse bien. Me enseñó todo lo que sé, gracias a eso, ahora puedo estar aquí vistiéndote--
murmuró perdiéndose en los labios ajenos.

El mayor comenzó a acercarse cada vez más a los labios del contrario, deseaba besarlo con todas sus fuerzas. Bajó el lápiz labial y sintió el pequeño roce que tuvieron, pero al darse cuenta de esto, suspiró y se alejó, guardando las cosas que tomó prestado.

--¿Por qué actúas así conmigo?--
preguntó Alex dolido ante aquella reacción.--Ya ni siquiera quieres besarme, te alejas y... ¿Acaso te doy asco?...--murmuró sintiendo como sus ojitos se cristalizaron de nuevo.

Lukas lo miró extrañado.

--Me dices cosas bonitas y todo... Pero... No me estás besando...--dijo con la voz quebrada.

--Alex... No digas esas cosas, no me das asco, para serte sincero, me estoy conteniendo para no saltar a tus labios...--Murmuró avergonzado--por más que quiera besarte y abrazarte, no estamos en el lugar para hacerlo... Estoy fingiendo ser alguien que no soy, tienes que entender, que si alguien me descubre, me van a matar a mí y te van a matar a ti... Prometo besarte hasta que tus labios se acalambren al salir de aquí--dijo y le entregó una navaja y un arma para que se pudiera defender.--
Primero, tenemos que salir con vida--

Alex escondió el arma a su lado y esperó a que el hombre entrara, mientras que Lukas se escondió detrás de la puerta. Pasaron unos cinco minutos aproximadamente, y el tipo entró a ver como seguían las cosas.

--¿Dónde se metió el otro idiota?--le preguntó a Alex acercándose más a él, como si estuviera amenazándolo.

--El otro idiota va a matarte--murmuró Lukas golpeando la nuca del sujeto con una vara de hierro que había encontrado entre la ropa, odiaba que le hablaran mal a su pequeño. Cuando el matón cayó, Alex se bajó del lavabo y vio que los guardaespaldas entraron al oír el ruido. Lukas volvió a esconderse y Alex fingió estar asustado.

--Ayúdenme! Él solo se desmayó y se golpeó la cabeza! Esta saliendo mucha sangre! Por favor ayúdenme!--gritaba llorando, cuando los otros tipos se acercaron, Lukas golpeó a uno de ellos, pero el otro costaría un poco más ya que se abalanzó sobre él una vez que supo quien era en realidad.

--Maldito hijo de perra, deberías estar muerto--dijo el hombre intentando golpear a Lukas, pero éste esquivaba todos los golpes.

--Los que deberían estar muertos... Son ustedes--murmuró Alex llamando la atención de los dos chicos. Lukas se alejó al ver que el pelinegro estaba apuntando con el arma.--Ahora muere...--agregó antes de jalar el gatillo.

El hombre se desplomó.

El corazón de Lukas empezó a acelerarse... Alex mató a sangre fría a una persona... ¿Debería preocuparse?...

--¿Qué ocurre?--le preguntó el menor al ver como el rostro del contrario estaba completamente pálido y comenzó a retroceder lentamente.--¿Me tienes miedo?--dijo haciendo un leve puchero. Lukas estaba en shock, nunca antes había visto a una persona morir frente a sus ojos, o al menos no de esa forma
--Lukas...--murmuró.

--¿Por qué jalaste el gatillo? El arma era solo para asustarlos... N-No para matarlos--

--Estaba lastimándote... ¿Qué más podía hacer? Digo, no es como que mereciera seguir vivo, secuestran niños y los venden para prostituirlos!--dijo a la defensiva mirando al mayor a los ojos--
tienes que mirar desde todos los ángulos. Comienza a pensar en todo el daño que ocasionaron estas personas, ninguna merece seguir viviendo--dijo cegado por la ira.

--Alex... Ninguna persona merece la muerte... Ni siquiera tu peor enemigo...--murmuró Lukas acariciando las mejillas del contrario.--
No mates a nadie más... Al menos hazlo por mí... No importa si me lastiman... No los vayas a matar--suplicó en un murmullo.

El pelinegro se recostó por el pecho de Lukas y lo abrazó con fuerza, en ese momento comenzó a arrepentirse de sus actos, pero ya no había vuelta atrás.

--Lo siento... Lo siento mucho--
murmuró el menor apretando más su agarre.--N-No sé que me pasó...--

Lukas al darse cuenta del repentino arrepentimiento de su pequeño, comenzó a sospechar que algo no andaba bien con él. Lo abrazó con fuerza y susurró en su oído "todo saldrá bien." Estuvieron así un rato hasta que el teléfono del castaño vibró.

"Salgan rápido... Unos hombres van en su dirección"





I HATE YOU? [CARLUKAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora