O N C E

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--Tengo que llevar mi motocicleta a casa, así que... ¿Por qué no fijamos un punto de reunión? A cierta hora nos encontramos allí--propuso Alex.

--Es buena idea, nosotros tal vez iremos al parque que está cerca del colegio como en dos horas, queda un poco lejos--dijo Alba sacando cálculos.

--Entonces nos veremos en el parque en dos horas--dijo Alex subiéndose a su moto para seguido encenderla.

--¿Puedo ir contigo?--preguntó Candelaria, sorprendiendo a sus dos mejores amigos.

--Sube--respondió Alex. No es que le gustara mucho la idea de llevar una chica a casa, pero no quería volver solo, y necesitaba alguien con quien hablar a parte de Damián.

Cuando Cande subió, Alex aceleró y se fueron a su casa; al llegar, estacionó enfrente para que la chica se bajara y así poder guardar la moto en el garaje.

Abrió la puerta plegable y metió la motocicleta, cuando se volvió a bajar cerró la puerta, estando del lado de afuera, y se acercó a la puerta de enfrente para abrirla y así poder entrar junto a la castaña.

--Wow... Que lindo está todo--murmuró Cande admirando la casa del más alto.

--Gracias...--respondió Alex--¿Qué quieres hacer en estás dos horas?--
preguntó quitándose su abrigo-- A nosotros nos sobra tiempo ya que nos queda a unas pocas cuadras el parque.--

--Mmm... ¿Qué tal si miramos una película?--dijo sentándose en el sofá.

--Claro, haré palomitas, mientras tanto elige la peli--habló sonriendo mientras se adentraba a la cocina.

Cuando acabó de hacer las palomitas, las dejó en la mesita que estaba frente a Candelaria. Estaba por sentarse para comenzar la película, pero golpearon la puerta y tuvo que ir a ver quién era.

--¿Otra vez tú?--preguntó con notable fastidio al ver a Urkijo frente a él.--
¿Cuántas veces más tengo que decirte que no me interesa lo que tengas que decirme?--

--¿Y yo cuantas veces más tengo que insistir para hablar contigo?--preguntó como si estuviera suplicando con la mirada.

--Pues tendrás que dejar de intentar, porque no voy a...--antes de que Alex pudiera seguir hablando, Lukas lo tomó de las muñecas jalándolo hacía él, dejándolo pegado a su cuerpo, con su rostro muy cerca del suyo.--
suéltame...--murmuró

--No lo haré hasta que me prometas que me vas a escuchar--respondió el castaño también en un murmullo.

--No... Suéltame--volvió a decir el menor; estaba nervioso, nunca antes había estado tan cerca del contrario, y mucho menos con su rostro tan cerca del suyo, podía sentir claramente como su respiración chocaba en su cara.

--Lukas suélt...--antes de que pudiera decir una palabra más, el mayor inconscientemente unió sus labios con los del otro, provocando así un tierno beso.

Alex al principio había quedado atontado, no sabía cómo responder o que reacción tener, pero poco a poco su mente fue quedando más en blanco y correspondió al beso, sentía un cosquilleo en su panza, sentía como los labios del contrario se complementaban perfectamente con los suyos, hace mucho tiempo, él no sentía esa sensación tan agradable.

Pero cuando se percató de lo que estaba haciendo y sintiendo, lo apartó y desvió la mirada.

--Lo siento... No sé que me pasó...--dijo Lukas apenado ante lo que había pasado, pero en realidad no estaba arrepentido de lo que había hecho, simplemente lo había confundido.

--Creo que no te basta con cambiar de bando... No te basta con caer a mitad de la noche, si no que también tienes que jugar con lo que siento...--murmuró Alex teniendo la idea equivocada con respecto a Lukas.

--Alex, me estás malinterpretando, escúchame...--suplicó, pero al ver las lágrimas del menor, bajó la mirada e intentó pensar en que decir--No estoy jugando contigo... De hecho, quiero volver a estar junto a ti... Pero tú no me permites volver a acercarme... ¿Puedes
decirme por qué?--

--Yo... Lukas... La verdad es que...--
cuando estaba por decir como se sentía, Cande lo interrumpió llegando a su lado.--Cande...--murmuró.

--Te estabas tardando mucho, lamento interrumpir tu conversación, solo quería ver que estuvieras bien...--dijo avergonzada--Hola Lukas--saludó al ver al castaño--los dejaré para que sigan hablando, lo siento--volvió a disculparse dando media vuelta para entrar a la casa.

Ambos jóvenes quedaron en un silencio bastante incómodo, Lukas estaba pensando en que podría estar haciendo Alex con Cande en su casa, lo estaba malinterpretando de alguna forma, aunque no sabia muy bien el motivo por el cual se sentía tan mal.

--¿Ustedes dos...?--preguntó Lukas sin mirarlo.

--Solo somos amigos... No lo tomes a mal--respondió el contrario, de la manera más rápida posible.

--Entiendo...--dijo asintiendo--yo mejor me... Voy, así ustedes... Siguen en lo...
Suyo--ríe nervioso y bastante deprimido, mientras señalaba con sus pulgares detrás suyo y retrocedía.

Alex asintió, pero cuando Lukas volteó y comenzó a caminar, éste se arrepintió y corrió a abrazarlo fuerte por la espalda. Sus lágrimas no tardaron en salir nuevamente.

--Lo siento Lukas...--murmuró ocultando su rostro en la espalda del más alto.--No debí tratarte así... Yo...--se muerde el labio nerviosamente.

Lukas hace que Alex lo suelte, para poder voltearse y abrazarlo mejor.

--No te disculpes... Me lo merecía...
¿Somos mejores amigos de nuevo?--
preguntó acariciando su cabello.

--Claro que sí...--respondió casi en un murmullo.

Luego de un largo rato abrazados, decidieron separarse, aunque ninguno de los dos quería soltar al otro.

--Te diría que saliéramos, pero tienes visitas--dijo Lukas intentando mirar a los ojos de Alex, pero éste aún no podía mirarlo a la cara.

--Si... Bueno, ya casi es hora de que nos reunamos con los otros chicos... No creo que les moleste que también vengas--
dijo Alex, mirando hacia la puerta de su casa, quería que Lukas aceptará, pero también le preocupaba la reacción de sus amigos, si es que el castaño iba.

Lukas ríe y niega--no te preocupes, ve y diviértete, nosotros podemos salir otro día--se acerca a él y le desordena el cabello.--Nos vemos después--se despidió y comenzó a caminar hacia la misma dirección en la que estaba el parque de la escuela.

Alex suspiró y volvió adentro. Cuando se fue a la sala vió que Cande se había quedado dormida en el sofá.

--Genial... ¿Y ahora que hago?--
murmuró para no despertarla, apagó la televisión y las luces, bajó unas cuantas mantas de su habitación y la tapó con ellas para que no tuviera frío.

Subió nuevamente a su habitación y se sentó en la cama, agarró su teléfono y buscó el número de Pablo en los grupos del colegio, cuando lo encontró le escribió en mensaje privado.










I HATE YOU? [CARLUKAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora