- Estrés.

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Spoilers: Temporada 5 (muy leves)
⚠️: Sexo oral.

Sinopsis: Daryl no ha tenido un buen día y cuando regresa a casa tú tienes una idea perfecta para ayudarlo a relajarse.

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Daryl estaba estresado y yo lo veía con cada movimiento que hacía.

Regresó al atardecer, después de pasar todo el día con Aaron, buscando gente en los alrededores de Alexandria, esperando encontrar supervivientes.

No había habido éxito, pero por lo menos habían regresado los dos bien.

Tan rápido bajó de la moto y la aparcó en el taller supe que había sido un mal día.

— Daryl —lo llamé mientras ponía el caballete.

Él me miró.

Me acerqué a darle un beso y él me correspondió, poniendo su mano suavemente sobre mi hombro.

— ¿Todo bien?

Él gruñó en asentimiento. Supongo que era un asentimiento. No me gustaba cuando estaba tan callado pero iba a respetar su distancia.

— Sí —terminó diciendo al ver mi expresión— Voy a darme una ducha —dijo.

Yo asentí y mientras él se iba al baño cogí lo que quedaba de la cena. Los demás habían cenado antes pero yo quería esperar a Daryl. Cuando él salió comimos juntos, aunque en silencio. La casa estaba tranquila, todos estaban disfrutando de la fiesta que había en la casa de Deanna, era la tercera de ese mes. Yo sabía que a Daryl no le gustaba ir a esos sitios tan llenos de gente así que me quedaba con él.

Después de cenar ordené un poco el salón. Carl había estado jugando con Judith y entre él y yo había una especie de pacto silencioso: ellos desordenban el salón jugando y yo lo ordenaba; nadie lo veía y así su padre no se enteraba.

Suspiré mientras recogía la mesa, pensando en Daryl. Llevaba unos días que parecía deprimido y yo no sabía muy bien qué decirle. Subí las escaleras para ir a nuestra habitación. Él llevaba sobre la cama, boca arriba. Parecía pensativo.

— ¿Por qué no duermes?

— No tengo sueño —dijo él, con voz ronca.

Yo suspiré y me senté a su lado, acaricié su brazo, él me cogió la mano.

— Cariño, ¿seguro que estás bien? Ya sabes que puedes contarme que te pasa.

Él suspiró y se pasó una mano por la frente, apartándose el pelo.

— No es nada. Solamente estoy estresado. Todos los días salimos con la esperanza de encontrar a alguien... y nada. Además, este sitio me cansa, no estamos acostumbrados a estar a salvo.

Asentí.

— Cierto. A mí también se me hace extraño.

Me tumbé a su lado.

— De todas formas —acaricié su mejilla, sintiendo su incipiente barba sobre mis dedos— No me gusta verte así.

Él gruñó levemente y me acarició el pelo, me acerqué para darle otro beso en los labios. Era mucho más cariñoso de lo que jamás me habría imaginado.

Su boca sobre la mía se sentía bien, me acarició la nuca acercándome más a él y me separé lentamente, sentándome en la cama.

Me quité la fina chaqueta que lleva encima de la cómods ropa que usaba para dormir, quedándome en manga corta.

Daryl x Tú || Historias cortasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora