El sábado por la mañana Yoongi había llegado a la librería una hora antes, con decir que incluso se había despertado lo suficientemente temprano como para preparar el desayuno a sus jefes, algo que por supuesto les extrañó ya que no solía utilizar su cocina con frecuencia.
Hoseok trataba de descifrar de qué se había perdido y cómo es que su mejor amigo parecía estar de tan buen humor de la nada. Se aproximó hacia él con cautela, seguido por su esposo, viendo cómo limpiaba los estantes mientras tarareaba y se mantenía animado en la labor que nunca había sido de su agrado.
—¿A quién debemos el milagro de que hayas llegado a tiempo?
—Shh, cariño, no lo desconcentres —dijo Jungkook sosteniendo la cintura de su compañero, prestando atención al semblante alegre del más bajo—. Creo que está en otro mundo
—Nah, debe estar un poco cansado tal vez —le respondió observando con cuidado a su empleado— Parece que está soñando despierto
Hoseok se quedó recargado en el pecho del otro, disfrutaba de las caricias que dejaba Jungkook sobre su cintura y escuchaba el sonido de sus latidos acelerados mientras esperaban con paciencia el momento en el que Yoongi reaccionara y reaccionara.
—¿Me hablaron? —preguntó más tarde el de piel clara, sonriendo de oreja a oreja sin saber el motivo exacto— No los alcancé a escuchar bien
—Nada, sólo dijimos gracias —respondió Hoseok con tono divertido
Les parecía sumamente divertido la repentina alegría y entusiasmo que mostraba Yoongi, por lo que decidió probar qué tan distraído estaba.
—Como ves es fin de semana y aún no conseguimos un trabajador de medio tiempo, es probable que no puedas tomar tu hora de comida
—Está bien, Hobba
—También tendrás que reponer el stock de los best seller tú solo desde la bodega, Jungkook no podrá asistirte así que deberás hacerlo ahora —continuó añadiendo las tareas más molestas que encontraba para el otro, escuchando la risa ahogada de Jungkook detrás de sí
—De acuerdo, no hay problema
—Lo mismo con los estantes altos de remate y segunda mano, limpias todos lo más pronto que puedas porque pronto abriremos
—Sí, de inmediato me encargo —dijo de forma automática sin girar a verlos
—Definitivamente le pasa algo —concluyó el jefe, dándole la razón a su pareja
Jungkook se acercó a comprobar si su amigo no estaba enfermo, pues era extraño incluso para él no escuchar ninguna queja o alguna especie de trato para intercambiar los trabajos que requería la librería, lo cual era lo habitual.
Yoongi dio un respingo al percatarse del contacto, girando su cuerpo para ver a ambos al fin:
—¿Qué pasa?
—Parece que hoy nada te molesta, ¿nos perdimos de algo, Yoongi? —preguntó Jungkook ayudando a limpiar también en las partes más altas
Yoongi negó de inmediato tratando de no pensar en Namjoon y sonrojarse al instante, justo como sucedió toda la semana que pasó esperando el sábado en que siempre renovaban stock.
—¿Estás completamente seguro? —preguntó ahora Hoseok— Sabes que si hay algún problema o noticia importante puedes contar con nosotros
—Sí, por supuesto, sólo pasa que hoy me levanté de muy buen humor —le restó importancia alzando los hombros— No es para tanto, chicos, en verdad
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soft cover [yoonnam]
FanfictionLa librería Literary Squirrel tiene un cliente habitual y muy peculiar a ojos de Min Yoongi, el empleado con más antigüedad en el sitio quien ha quedado flechado por el interesante hombre de piel acaramelada y hoyuelos que frecuenta la tienda. *yoon...