Lo fácil que Seokjin se había adaptado a la librería les facilitó el trabajo a todos, en especial a Yoongi quien comenzaba a acostumbrarse a las tareas sencillas como la recepción de clientes, los cobros y reponer libros en los estantes.
Por supuesto, Namjoon no se había aparecido por ahí desde la última vez que fue a recoger el libro, lo cual tenía al de piel clara con un humor bastante delicado. Era susceptible a las emociones de los demás tanto como Hoseok era un jefe perfeccionista, por lo que el segundo fin de semana desde que Seokjin comenzó a trabajar con ellos fue la prueba definitiva de Yoongi en muchos años.
—Yoongi, ¿puedes limpiar los estantes cinco y seis? —preguntó Hoseok ayudando a Jungkook y Seokjin a cargar las cajas hacia la bodega
Habían hecho un pedido de emergencia con el fin de que este no se cruzara con su horario del sábado. La única desventaja de ese tipo de estrategias a las que recurría la pareja era la carga de trabajo acumulada para el viernes, algo que Yoongi siempre había odiado.
Prefería mil veces trabajar el sábado temprano antes que hacerlo por la noche.
—Son muy altos, Jin puede ocuparse de ellos
Yoongi hacía el inventario, capturaba datos en la pequeña tabla de control sentado en un pequeño banco.
—Creo que no habías tenido problemas para limpiarlos antes de que estuviera él
—Porque no había nadie, pero ya que podemos repartirnos el trabajo entre ambos sería más eficiente que cada uno se encargara de lo que nos resulta más cómodo —replicó alzando la vista hacia su mejor amigo quien fruncía el ceño
—Los trabajos no son cómodos ni fáciles
—Puedo hacer cualquier otra cosa, Hobba, ¿por qué me mandas a los estantes más altos?
—¿Será porque de diez a ocho soy tu jefe? —dijo con sarcasmo, sonriendo y moviendo al otro fuera de la banca— Anda, Seokjin y yo nos vamos a encargar de hacer el inventario
—Yo puedo hacerlo más rápido
—Si eres tan veloz entonces limpia los estantes y nos alcanzas antes del cierre que será en veinte minutos
—Pero, Hobba
—No quiero escuchar más quejas —Hoseok cerró la discusión comenzando a trabajar y dándole la espalda a Yoongi
El pálido tomó el plumero, los guantes y la franela que estaban detrás del mostrador, empapando un poquito el paño con limpiador para no arruinar la madera de los estantes. Detestaba que Hoseok tomara esa actitud, ¿había alguna necesidad de mandarlo a él? Por supuesto que no, él tenía más años trabajando ahí que Seokjin, claro que podía encargarse del inventario más rápido que cualquiera.
Sin embargo sabía que era imposible discutir con su mejor amigo cuando se tomaba en serio su papel de jefe. Comenzó con los primeros pasillos desde el mostrador, llevando consigo el pequeño banquito que le servía para alcanzar la parte alta de los estantes.
La música del sitio le ayudó a hacer su tarea un poco más llevadera, aprovechando que no había más personas a esas horas se tomó la libertad de tararear e incluso atreverse a cantar pequeños fragmentos.
Muchas personas cantan o hacen aquello cuando están inmersos en una felicidad y tranquilidad singular, no obstante con Yoongi el caso era completamente opuesto. Se sentía roto por dentro, un tanto vacío y bastante decaído, no era como si su estado de ánimo dependiera de Namjoon pero su influencia era innegable.
Había terminado de leer el libro en apenas un par de días, no era particularmente sorprendente, comparado con otros títulos que Namjoon había llevado este se encontraba cargado de fantasia y dramatismo. ¿Por qué le había llamado la atención una historia así? Tenía tantas ganas de preguntarle a pesar de saber que sus cuestionamientos no tendrían respuestas.

ESTÁS LEYENDO
soft cover [yoonnam]
FanfictionLa librería Literary Squirrel tiene un cliente habitual y muy peculiar a ojos de Min Yoongi, el empleado con más antigüedad en el sitio quien ha quedado flechado por el interesante hombre de piel acaramelada y hoyuelos que frecuenta la tienda. *yoon...