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Namjoon rodaba por la cama, cubriéndose con las sábanas al mismo tiempo que reía y buscaba huir de las manos ágiles de Yoongi. Aún era muy temprano y el sol seguía oculto, pero dado que ambos debían partir pronto a sus trabajos los días iniciaban muy temprano.

Aquel juego se había extendido lo suficiente para hacer que Namjoon se sintiera exhausto y pidiera piedad por su propio bien. A Yoongi le encantaba ganar en cada ocasión, pero no se comparaba con el gusto que sentía cada que le escuchaba reír. Eso es lo que le gustaba de llevarlo al límite, era simplemente fascinante tenerlo entre sus brazos.

Todo comenzó con un pequeño comentario sobre Jimin y Jin, al parecer el primero no podía (o no quería) alejarse del mayor y eso les había llevado a mudarse juntos.

—Entonces, ¿tú has pensado en vivir conmigo? —las risas cesaron y Namjoon se acomodó en el pecho del otro, sintiendo la suave tela del pijama oscuro y escuchando un ruido afirmativo vibrar en su oreja— Debiste decirlo antes

—Necesitaba esperar un poco más, apenas comenzamos a salir —Yoongi explicaba acariciando el cabello revuelto del otro— ¿No crees que es demasiado pronto?

—Las cosas pueden seguir igual de bien, ¿sabes? Tampoco sé si estamos yendo rápido pero no eres el único que ha pensado en el futuro

—Pero aún no sabemos si estamos caminando a la misma velocidad del otro

—Eso es cierto

Ambos suspiraron y guardaron silencio un instante. Vivir juntos.

Claro que Yoongi no había pensado en otra cosa que no fuera compartir con él las mañanas, noches, desayunos, horas de lectura y de ocio, absolutamente todo. Desde aquel día en el que estuvieron en compañía de amigos y seres queridos su cabeza no había dejado de imaginar escenarios ficticios.

Del mismo modo, Namjoon pensaba en lo mucho que le había encantado conocer su departamento, leer los mismos libros, poder tener acceso a su espacio y su propio universo. Era sumamente relajante la compañía de Yoongi, por no decir que estaba cayendo cada vez más profundo. Como si eso fuera posible.

No obstante, ¿por qué apenas mencionaban aquello? Más de dos meses habían transcurrido entre aquel incidente y esa mañana. Era casi inusual que no compartieran cama, los dos alternaban visitas los fines de semana pero solamente eso.

Ninguno había presionado las cosas, no hasta ese instante en el que Yoongi no pudo seguir reprimiendo sus pensamientos.

—Entonces —dijeron al unísono

—¿Te gustaría intentarlo? —Namjoon giró su rostro y se acomodó sobre sus codos para poder ver de frente el rostro del otro— ¿No crees que sería genial que todos los días sean como este?

—Calma, primero necesitamos ver en qué casa viviremos —una sonrisa adornó sus labios compartiendo aquella imagen a futuro— ¿te gusta mi departamento? Pienso que podría ser muy conveniente si colocamos tu silla entre la ventana y el librero, así podrías leer todo el día sin cansarte la vista

—Pero no podría dejar mis plantas, además está al otro lado y el trabajo... —meditó sus palabras un instante viendo los ojos del otro con cierta pena y preocupación— También sería complicado para ti moverte en bus todos los días

Yoongi asintió y guardó silencio. Aquello también lo había pensado antes, ¿por qué debían vivir tan lejos en primer lugar? Por supuesto, si pensaba en comodidad era más conveniente mudarse a la casa de Namjoon, pero todavía debía pensar en su trabajo.

La librería quedaba demasiado lejos de ahí, ya no sería un empleo cómodo como al inicio...

—Todavía podemos seguir de este modo, ¿no te parece? —los ojos de Namjoon cambiaron al escuchar la voz del otro nuevamente— No hay necesidad de apresurarnos a decidir algo, podemos simplemente imaginar cómo acomodar tus cosas y las mías en un mismo espacio

soft cover [yoonnam]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora