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El rumor de los libros y el olor a papel nuevo dentro de la bodega hacía a Yoongi pensar que era una mañana tranquila, nada ni nadie podía afectar el estado de ánimo ceremonioso que aún tenía después de la cena que había tenido con Namjoon unos días atrás.

Al menos eso era lo que creía.

—¡Yoongi! —gritó Namjoon apresurado entrando a la librería encontrándose con Hoseok y haciendo una ligera reverencia—. Oh, buen día

—Buenos días, bienvenido nuevamente a Literary Squirrel —una sonrisa ladina adornó su rostro— Él está en la bodega, pasa

—¿De verdad puedo?

—Claro, no eres un extraño

—¡Te lo agradezco mucho! —se despidió antes de cruzar el mostrador y correr hasta abrir la puerta de la bodega con aquella pequeña caja en manos

Tanto el dueño como su pareja giraron los rostros para verse cómplices, ¿por qué llevaba tanta prisa? Se preguntaban cada uno por su parte sin atreverse a decir nada en voz alta debido al temor de ser escuchados por Namjoon.

Yoongi dió un respingo cuando escuchó la puerta abrirse con brusquedad, encontrándose con los ojos animados del hombre y que al mismo tiempo avanzaba hacia él a zancadas.

—¿Nam? ¿Cómo pudiste pasar?

—Con un milagro y un poco de suerte —restó importancia abriendo la caja y dejando a la vista tres pastelitos perfectamente horneados, frescos y con un olor sumamente dulce—. Pasé antes de mi trabajo, tengo poco tiempo pero de verdad quería darte esto

—Woah, se ven deliciosos

—Y lo están, los traje de una pastelería antigua que visité hace tiempo, está al otro lado de la ciudad pero son cupcakes muy especiales y quería que los probaras

—¿No quieres quedarte a comer conmigo? Hoseok puede darme algo de tiempo libre

Yoongi se percató de la aparente prisa que tenía el otro, poco le importaba la presencia de Seokjin en la parte trasera de la bodega en donde probablemente estaba escuchando todo.

No tuvo tiempo para detenerse a pensar demasiado ni siquiera para objetar nada cuando Namjoon se acercó más hacia él con uno de los pastelitos en la mano.

—Sólo quiero ver qué tal te parecen —acercó el panecillo a su boca, sintiendo cómo se hacía agua y su estómago gruñía esperando probar el postre— ¿Podrías darle un mordisco al que más te guste?

—Te refieres a...

—Sí, por favor —dio un par de pasos más, Yoongi casi chocaba con su pecho y para no perder el equilibrio se sostuvo de su hombro—. Podré saber si tenemos el mismo gusto si tu rostro vuelve a brillar como cuando probaste el bulgogi

La crema suave chocó con el labio superior de Yoongi, de inmediato la retiró con la punta de su lengua y se atrevió a morder el borde del panecillo sintiendo una punzada en la base de su mandíbula.

El calor en sus mejillas se extendió hasta sus orejas tras cruzar miradas con Namjoon quien no le quitaba la vista de encima, permanecía expectante a la reacción de Yoongi, ¿por qué no podía evitar sostenerle la mirada incluso si tenía los labios llenos de crema?

Fue un momento, un instante en el que ambos se quedaron envueltos en su propio mundo sin saber exactamente qué estaban haciendo, ambas miradas cargadas de sentimientos indescifrables, el dulce sabor en la boca de Yoongi y la mano de Namjoon retirando los restos del pastelillo de la comisura de sus labios.

soft cover [yoonnam]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora