soft cover [yoonnam]

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—La librería está desierta, ¿seguro que no puedo tomarme un descanso en la bodega?

—Es tu trabajo estar aquí, Jin

Hoseok continuaba limpiando los pisos después de haber desempolvado los estantes, mientras Seokjin se quedaba a ordenar la caja y el mostrador esperando a que algún cliente entrara. Por supuesto, eso era lo que habían acordado pero hasta el momento nadie más había cruzado la puerta.

Era cierto, no había demasiado qué hacer después de haber limpiado varias veces, quizás habría sido más entretenido adelantar el inventario en lugar de quedarse esperando clientes. Pero lo cierto es que ninguno de los dos tenía opción si Jungkook no estaba disponible para ayudarles con asuntos básicos.

Siempre se requerían tres en la librería como mínimo y Yoongi había ido a canjear algunos ejemplares con las librerías vecinas (claro, las que estaban dispuestas a una competencia justa y no buscaban hacerlos quebrar)

—Pero ya pasaron los días festivos, nadie viene —se quejó de nuevo dejando caer la cabeza hacia atrás— ¿Si mejor cerramos temprano?

—Está bien puedes irte ahora si quieres —no hizo falta más que la voz afable de Hoseok para hacer que se levantara el rostro sonriente— Pero te pagaré la mitad

—Yah, eso es abuso de poder —la risa sonora del jefe resonó por las paredes de la librería, haciendo bufar a su empleado quien se había recargado en el mostrador— ¿Al menos puedo servirme café?

—Eso sí, puedes beber todo el que quieras, está tan emocionado con su nueva máquina que no le importará si te acabas todos los granos

No necesitó más para levantarse de su asiento e ir directo a la máquina, repitiendo los mismos pasos que su jefe había seguido por la mañana. En seguida la esencia del café inundó la librería, haciéndolo sentir en una dimensión diferente. Incluso si no era un aficionado del café (porque le recordaba totalmente a su época de exámenes), estaba disfrutando el cliché de aspirar la esencia de libros viejos y nuevos junto con el café.

Hoseok suspiró y se dejó caer en uno de los sofás, ¿qué sería de ellos si alguna vez sus empleados se iban? ¿O si faltaba uno de los dos? Se había preguntado eso miles de veces cuando Seokjin aún no trabajaba con ellos y había llegado a la misma conclusión que en ese momento.

Incluso con una sola persona la librería seguiría de pie, ¿cómo? Ni siquiera podía imaginarlo, pero no era necesario tener tantas personas ahí. Era capricho suyo el querer formar una familia y trabajar en equipo, era algo que había deseado en su infancia y que de esa manera podía cumplir. A veces, cuando veía a su mejor amigo, se preguntaba si no estaba siendo demasiado egoísta al retenerlo en su propio sueño.

Sabía que Yoongi no estaba ahí en contra de su voluntad, pero a veces tendía a ser demasiado complaciente. Casi como si fuera una invocación, el rubio apareció trayendo los pedidos para empaquetarlos y guardarlos en el mostrador.

Hoseok observaba con detenimiento lo bien que hacía cada labor, era un trabajador excelente y lo mejor es que no tenía que enseñarle a hacer las cosas. Estaba demasiado cómodo con él, pero en su mente aún continuaba aquella pregunta, ¿estaba siendo demasiado caprichoso? Quizás Yoongi necesitaba otro empujón para salir de ahí, tal y como había ocurrido cuando lo impulsaron a hablarle a Namjoon.

Probablemente era momento de ser un poco entrometido, por segunda vez, en la vida de su mejor amigo. Pero eso sería algo que tendría que discutir con su pareja, no quería ser demasiado impulsivo o cometer algo que pudiera generar una discusión.

Yoongi encendió las luces aprovechando que comenzaba a oscurecer. Las personas que transitaban no eran demasiado a pesar de que el clima era agradable, ¿por qué no habían tenido siquiera una visita? Bueno, quizás era la temporada o que no habían podido luchar con las librerías de la zona.