En alguna parte en Manhattan.
Un adolescente de catorce años, con cabello castaño ondulado, ojos avellana con motas verde y doradas, tez blanca con lunares, bailaba desgarbado en la sala de estar de su casa, mientras apilaba unas cuantas cajas preparadas en un rincón.
Traía los auriculares puestos, mientras la música de "A-ha, Take On Me" sonaba a todo volumen, en su reproductor de cintas de los 80 que encontró en su garaje a los siete años, (y del que no se ha separado desde entonces).
No dejaba de moverse de un lado a otro con movimientos ondulantes y nada coordinados, utilizando el palo de la escoba a modo de micrófono y guitarra, haciendo muecas.
—¡Eli!.- Rugió una persona a su lado, provocando que el chico se cayera al suelo con la delicadeza de una jirafa recién nacida.
El nombrado parpadeó varias veces y miró a su padre que estaba de pie, con los brazos cruzados y las cejas arqueadas hacia arriba
—¡Carajo! Papá... Casi me matas de un infarto.-
—No deberías andar por ahí tan distraído, y no maldigas así.-
El adolescente puso los ojos en blanco
—Ya... Estaba ordenando las cajas.- le dijo poniéndose de pie con poca coordinación
—Pensé que estabas dando un concierto privado de rock a los Anderson.- Derek señaló con la barbilla a la ventana, cuyas cortinas estaban abiertas de par a par y los vecinos sonreían más que divertido por la escena, mientras alzaban la mano para saludarlos.
Eli apretó los labios en una delgada línea, sintiendo como los colores trepaban a sus mejillas
—Mierda...-
—Lenguaje.- Derek alzó una ceja con desaprobación, siendo esta la segunda advertencia
Eli corrió a cerrar las cortinas, pero antes de hacerlo notó los enormes camiones de la mudanza estacionando frente a la puerta de la planta baja de su casa, luego volteó a ver a su padre con los ojos muy abiertos y una expresión cómica de indignación
—¡Dijiste que vendrían a las tres!.-
—Ya son las tres.-
—¡Yo aún no estoy listo!.- gritó el chico en un elevado chillido, mientras corría hacia su habitación
—Eli Marek Hale, ya te despediste quince veces de tu habitación, no hace falta otra ceremonia.-
—¡Solo olvidé algo!.- gritó el adolescente desde adentro de su cuarto
Derek miró al cielo invocando su paciencia, y tras un pequeño resolplido, se dispuso a cargar una buena cantidad de cajas para comenzar a mover sus cosas al camión de mudanza.
Eli guardó en un pequeño bolso su reproductor de casette, y acarició un libro viejo de misterio, que compró en una tienda de segunda mano. Cuando lo abrió, entre sus hojas casi amarillentas, apareció una fotografía polaroid antigua separando sus hojas.
Sonrió acunandola como un tesoro invaluable. En ella se reflejaba un muchacho de unos dieciocho años, de ojos whisky muy alegres y vivos, muy similares a los suyos, sonriendo ampliamente a la cámara mientras era abrazado por la versión joven de su padre quien escondía parte de su rostro en el cuello del joven de la fotografía, aunque había una enorme sonrisa que no lograba cubrirse del todo.
Nunca en toda su vida había visto sonreír así a su padre, así que la conservó. Además del hecho que sintió muchísima curiosidad por el joven, pero preguntarle a su padre estaba descartado.
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Eli & Ella (Sterek)
FanfictionDos adolescentes se conocen, y descubren que tienen más en común, que solamente sus rasgos físicos. Cómo por ejemplo, el pasado de sus padres.