Lo estoy intentando

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Los cuatro desayunaron en un ambiente alegre y tranquilo, con bromas que iban y venían con mucha facilidad

Poco después Derek anunció que debían irse, y aunque los adolescentes no parecían muy felices con la idea de separarse, poco pudieron hacer para cambiar de opinión al lobo mayor.

Ya se encontraban en la puerta de la entrada de la casa Stilinski cuando Ella acompañó a Eli al auto.

Derek volteo a mirar a Stiles

-Tenemos una charla pendiente.- anunció viéndose serio

-Ya veremos.-

-Stiles...-

-Derek...- imitó su tono con algo de burla pero después sonrió -Nuestros hijos nos mantendrán en contacto, así que presiento que nos veremos pronto.- Le señaló con la barbilla a los niños que hablaban y reían entre ellos desde el auto

El lobo asintió mirando el mismo panorama, y luego volvió su mirada a él.

-Oye... se que no es mi lugar... pero, si tu hija tiene problemas con el cambio puedes llamarme.- sacó una tarjeta de su nuevo negocio de reparación de autos y se la dió

Stiles lo miró y al recogerla, sus dedos y los del otro hombre se tocaron brevemente, causándole una pequeña corriente electrica recorriendo su columna vertebral

Flashback quince años atrás...

-... Derek...- Stiles gimió su nombre, sus uñas romas se deslizaban por la piel cubierta de sudor de la espalda de su amante, mientras sus caderas se juntaban una y otra vez en un vaiven necesitado.

El sillón del loft, era un poco pequeño para maniobrar, pero se las arreglaban más que perfecto, para encajar el uno con el otro. El hombre lobo lo miró con fascinación como su pareja se encontraba totalmente desordenado, de ojos whisky redondos brillosos, labios hinchados, ligeras gotas de sudor a un lado de su rostro, luciendo absolutamente hermoso, destrozado y siendo una apología a la lujuria.

Se aventuró en su boca, robando cada rastro de su esencia y respiración, las penetraciones se volvían más profundas y certeras en el ángulo indicado para llevarlo al paraíso de ida y vuelta.

Los dientes pellizcaron la carne de su cuello de porcelana, amaba trazar un sendero con su lengua, siguiendo el patrón de la salpicadura de constelaciones que bajaba por su piel.

Dejando tantas marcas como pétalos de flores por ese lienzo suave bajo sus labios...

-Estoy cerca...- la voz rasposa y colmada de placer de Stiles le habló al oído, mientras se derretía en el calor del cuerpo y alma que lo invadía de tantas maneras... -Quiero que me hagas una docena de lindos bebés... Derek... lléname...-

Y ahí se fue el último atisbo de raciocinio del hombre lobo, cuyos ojos rojos brillaron de forma sobrenatural, mientras satisfacía la súplica de su amado, colmando su interior con su simiente caliente.

Sus torsos subían y bajaban con un poco de dificultad, intentando no sentirse como gelatina, después del poderoso orgasmo en conjunto que habían tenido en simultáneo.

Stiles acarició su cabello en un gesto íntimo y cariñoso, mientras sonreía bobamente sobre los labios del hombre que aún estaba dentro suyo.

-Creo que el café se ha enfriado...- Stiles bromeó

-De todas formas, siempre sabes un poco a café con algo de canela...-

-¿Soy tu propio Starbucks?.-

Eli & Ella (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora