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Al siguiente día de haber planeado la caída de Tomura, Eijiro y Touya fueron los seleccionados por el aprendiz Shinso, no mejores que ellos serían perfectos para la tarea. El plan consistía en informarle al gran mago de la torre sobre los hechos que llevaba a cabo su aprendiz prodigio bajo el cuidado del magno sacerdote, su tarea era esperar por los demás, enfrentarlo con la ayuda suficiente del imperio y finalmente apresarlo conteniendo la magia de interior en una reliquia invaluable que guarda el gran mago. Era el plan perfecto, esperaba que se pudiera llevar a cabo sin ningún tipo de baja.

Eijiro y Touya ya estaban en la torre, debían esperar un día antes de que Shouto y sus soldados salieran a la gran batalla que se avecinaba en su dirección. Había dejado claro que no deseaba ningún tipo de enfrentamiento con Tomura antes de su llegada.

Shouto estaba terminando los últimos detalles en la mansión cuando una fuerte conmoción seguido del llanto de una sirvienta llegando al salón donde se encontraba, lo interrumpió.

- ¿Qué es todo este escandalo? -pregunto al ver a la aterrada mucama.

- ¡El señor Izuku esta atacando a la segunda princesa!

- ¿Momo?

No espero la confirmación, salió tan rápido como pudo invadido por la desesperación con temor a que Izuku de alguna manera saliera lastimado por los soldados tratando de proteger a su esposa. Corrió y al llegar la escena la sorpresa asomó a su rostro.

Shouto se concentró evaluando minuciosamente la escena frente sus ojos, Momo llorando aterrada en el piso siendo consolada por las sirvientas y sus acompañantes, y luego Izuku rodeado por unos ocho guardias con lanzas apuntando directo a su corazón y rostro. Teniendo en cuenta todos los detalles a simple vista, claramente todo indicaba que su víbora había atacado a Momo sin razón aparente, pero que milagrosamente los guardias y las mucamas habían llegado en tiempo record, había algo suelto que no cuadraba.

Siguió si decir nada ante el silencio de todos, a pesar de escuchar los lamentos de su esposa. Avanzó donde Momo y se acuclilló, tratando de ver sus ojos.

- ¿Qué paso? -dos simples palabras que fueron suficientes para que ella se lanzara sobre sus brazos y comenzara a gritar.

- ¡Él me atacó! ¡Izuku me atacó con sus manos! -lamentó a lagrima tendida-. ¡Él quiso tocarme! ¡Se propasó conmigo!

- ¿Estás segura de que eso fue lo que sucedió? -aquella pregunta la descolocó, sus lagrimas dejaron de salir ante su fría e indiferente pregunta.

- ¿Por qué me preguntas eso? -dijo temblorosa-. ¿Acaso no me crees?

- ¿Cómo esperas que te crea si ya me has mentido antes?

- ¿Qué...?

- Este es el segundo "ataque" que Izuku hace en contra tuya, Momo-mencionó haciendo énfasis en la palabra ataque. 

- ¡Su alteza, él me atacó! -lagrimeó-. ¡Por favor créame!

- Está es la última oportunidad que te daré -mencionó levantándose-. ¿Estás segura de que lo que dices es verdad?

- ¡Estoy segura, su alteza! -aseguró aferrada a sus pantalones-. Él quiso tocarme.

Shouto se alejó para ordenarles a los guardias que bajaran sus armas y lo dejaran hablar con Izuku.

Él no espero por la pregunta, solo respondió.

- Ella fue quien se me acercó de manera descarada -las palabras fueron directas, tanto que los que presenciaban soltaron una exclamación de sorpresa.

VENIDERO - BNHADonde viven las historias. Descúbrelo ahora