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El día no iba de la mejor manera, se había quedado dormido cuando se suponía que se levantaría temprano para ir de compras y preparar un rico almuerzo para recibir a su esposo. Pero últimamente le costaba levantarse por las mañanas, el super estaba lleno por lo que se tardo más de lo previsto y ahora preparaba el almuerzo con poco tiempo.

Bright regresaba de su viaje de tres días, había tenido que viajar por trabajo aunque quiso llevarlo con el, no pudo. Win tenía trabajo que hacer con sus tiendas y se le había hecho imposible acompañarlo pero pronto estarían juntos de nuevo.

Lo había extrañado mucho.

Faltaban unos minutos para las una de la tarde y la comida estaba lista, logro terminar a tiempo. Se quito el delantal y lo colgó en su lugar, salió de la cocina para poner la vajilla en el comedor y una botella de vino a helar en una cubeta con hielo. Escucho la puerta y su corazón salto de alegría, era su esposo.

Corrió hasta la entrada de la casa y lo vio con su maleta a la orilla y los brazos abiertos esperando por el, para darle un abrazo. Se tiro a sus brazos y lo recibió con una gran sonrisa en el rostro, había extrañado sentirse así de cálido entre sus brazos.

- ¿Me extrañaste? - pregunto, sabía que Win lo había hecho, solo bastaba ver como lo abrazaba y buscaba más contacto.

- ¡Muchísimo! ¿Y tu? - sintió como lo acercaba más a su cuerpo en el abrazo.

- También, fue un infierno no poder tenerte conmigo - lamentó, de verdad hubiera deseado poder llevarlo con el.

Se separaron del abrazo e inmediatamente tomo sus labios, el beso estaba cargado de sentimiento. Sabía a hogar y amor, sus labios disfrutaban de lo bien que encajaban en cada movimiento y lo dulces que eran.

- Por fin, estas en casa - beso la comisura de sus labios - en el próximo viaje tratare de ir contigo.

- Por favor, no sabes lo mucho que extrañé tu calor y tus abrazos al dormir - sonrió, le paso lo mismo estas noches sin el.

Ya estaban acostumbrados a compartir la cama y darse mimos hasta quedarse dormidos con sus cuerpos enredados.

- ¿Tienes hambre? - Bright metió la maleta mientras cerraba la puerta.

- Si, ¿hay comida o pedimos algo?

- Cocine para ti, quería recibirte bonito.

- Gracias, amor. Con tu sola presencia me basta pero si cocinas, es doble de bonito - amaba comer lo que preparaba para el cuando lo hacía.

Fueron al comedor después de que se lavaron las manos y llevaron los canelones más la ensalada para servirlos en sus platos, Bright sirvió una copa de vino para cada uno y comenzaron a comer, disfrutando de la comida.

- Esta delicioso, espero que hagas más seguido amor - se saboreaba de lo rico que estaba.

- Tratare de hacerlo, ya sabes que la cocina no es mi preferida - rió, era cierto pero cocinaba delicioso - pero por ti, hago lo que desees comer.

- Lo se, amo que lo hagas para mi. Además te queda delicioso.

Tomaron un trago de vino al mismo tiempo, pero Win sintió que le callo pesado en el estómago.

- Veo que no hay nadie más en casa, solo nosotros amor.

- Si, les di libre - tomo su mano sobre la mesa - quería pasar el resto del dia contigo a solas.

Bright levanto su mano y la beso con cariño.

- Me encanta, necesito una dosis larga de mi amado Winnie.

CARELESS MARRIAGE👬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora