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Una semana había pasado desde que Win fue dado de alta, estaba demás decir que las familias estaban vueltas locas por el bebé. Cuando sus padres entraron al cuarto donde los tenían a el y al bebé inmediatamente lo cargaron y felicitaron por tener al bebé más hermoso que hayan visto.

Nunca había visto llorar a su madre y a su suegra tan rápido como ese día, era su primer nieto y no cabían en la felicidad. Sam también estaba feliz por ellos y les ofreció sus consejos cuando los necesitaran, ella ya tenía la experiencia al ser madre de la pequeña Yuly.

El cuarto de hospital había sido inundado de flores que enviaron sus amigos felicitando a la pareja por la llegada del pequeño Chiva-aree a la familia. Había sido divertido ver como Mike su suegro y Bright hacían todo lo posible por llevar las flores a la camioneta cuando fue dado de alta.

El llanto del bebé se empezó a escuchar en la habitación silenciosa cubierta por la oscuridad, era de madrugada y se sentía agotado pero tan solo verlo tan pequeño y tan perfecto hacía que su cansancio se fuera, era la combinación perfecta de el y el hombre que amaba.

- No te levantes, yo voy por el amor - su esposo lo detuvo cuando estaba a punto de ir a la cuna que estaba a unos pasos de la cama.

- Pensé que estabas dormido, estas cansado también - el bebé se levantaba varías veces por las noches por que aún no se acostumbraba al horario normal.

- Lo estaba pero nuestro hijo tiene unos buenos pulmones, cariño - beso su frente ante la sonrisa de Win y se levanto a tomar al bebé después de encender la lámpara de mesa.

Siempre se quedaba ido viendo como Bright sostenía al bebé y le hablaba, aveces le cantaba y eso hacía dormir de inmediato a Arthit sobre su pecho, era como si supiera que estaba en un lugar donde absolutamente nada podría pasarle y así era, Bright nos amaba y nos protegía siempre.

Llevo al bebé hasta colocarlo en mis brazos, ya estaba sentado y listo para darle de comer. Cuando lo acerque a mi pezón por instinto se pego a el para succionar la leche, inmediatamente su llanto cesó.

- Come demasiado, me pregunto a quien habrá salido así - dijo Bright al momento de sentarse a mi orilla y observar a su hijo succionar con ánimo.

- No lo se - por supuesto que lo sabía.

- Yo si lo hago, se parece a ti - sonrió y acaricio su pequeño cabello con tanta ternura que derretía mi corazón.

- Tu tampoco te quedas atrás, así que es igual de gloton que ambos.

- Mmm, no lo puedo negar - beso mi hombro descubierto con cariño mientras seguía acariciando al bebé.

Parecía que se perdía viendo la escena, no lo podía culpar cuando yo también me perdía viendo como le cantaba para dormirlo.

- Creo que tendrá esos rollitos en el cuerpo al igual que tu cuando eras un bebé - sonreí al ver su cara, Bright era tan tierno cuando era un niño.

- ¿Lo crees? - pregunto, me giré y bese la punta de su nariz con una sonrisa.

- Lo afirmo, amor. Se verá tierno - bese sus labios en un casto beso y el sonrió.

- Si es así, espero que tenga tu brillante sonrisa de conejo y será aún más perfecto - no pude decir nada más por que sus labios ya estaban sobre los mios, moviendose despacio en un beso dulce y tierno.

No me importaba desvelarme si eso significaba que compartía un momento íntimo con mi esposo y mi hijo, amaba a mi pequeña familia y era feliz.




Win había puesto la mesa con ayuda de su madre y su suegra para la pequeña fiesta, Bright se encargo de llevar el pastel con figuritas de estrellas comibles y una vela con el número tres para ser soplada después de pedir un deseo.

CARELESS MARRIAGE👬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora