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Un taxi era la mejor opción en este momento, sabía que si conducía hasta la empresa de Bright le daría un infarto al verlo, era sobreprotector con el y el bebé. De por si estaba seguro que me regañaría al verme llegar, pero quería almorzar con el y sabía que a Bright lo hacía feliz verme  aunque con el embarazo avanzado prefería que no saliera solo por precaución, tenía siete meses y dentro de siete semanas me practicarán la cesárea.

Pero no pensaba quedarme en casa cuando podía ir a comer con Bright, iba a comer conmigo a casa siempre que podía pero habían ocasiones que no podía hacerlo, como hoy. Así que ignore su petición de estar tranquilo descansando y vine a verlo, quería comer comida deliciosa del restaurante que esta en la esquina a la vuelta de la empresa además que lo extrañaba mucho.

Me ponía más necesitado de lo normal por la atención y los mimos de mi esposo, el embarazo me tenía así. Quería estar siempre con el, quería sus abrazos y sus besos a cada minuto y el hecho de que Bright se mostrara feliz de hacerlo, no ayudaba a mi necesidad.

Cuando llegue a la empresa agradecí al señor del taxi después de pagarle y entre a la recepción para buscar los ascensores.
Subí el ascensor hasta llegar al piso donde estaban las oficinas, vi a la asistente de Bright en su escritorio tecleando en la computadora.

- Hola ¿Aún trabajando? - dije sonriente - ya es almuerzo, deberías estar en el comedor.

- Hola Joven, estoy pasando unos documentos importantes - saludo al castaño que se le hacía adorable con su pancita - hasta que termine iré a comer.

- ¿Están cargados últimamente, verdad?

- Si, llegaron nuevas campañas y estamos en eso.

- Bright me comento que estaban trabajando duro para terminar en tiempo y forma. Por cierto ¿esta en su oficina? - quizás no podría comer con el debido al trabajo pero al menos le daría un beso y un abrazo para darle ánimos, ya lo vería en la cena.

- Si, una semana más y el trabajo bajara un poco - sería menos apretado que ahora - esta en la sala de juntas revisando unos documentos.

- Iré a verlo, suerte con el trabajo.

- Gracias, Joven.

Llegue a la sala de juntas y al abrir la puerta lo vi sentado tan concentrado leyendo los documentos que no se percato de mi presencia. Camine despacio hasta abrazarlo por detrás ubicando mi mentón en su hombro, brinco ligeramente al sentirme y al voltear a verme aproveche para tomar sus labios en un beso.

- Hola ¿te asuste, amor? - pregunte y negó con la cabeza.

- ¡Que sorpresa, cariño! - sonrió y volvió a besarme hasta que termine sentado en su regazo.

- Vine para que fuéramos a comer juntos al restaurante que esta a la vuelta pero me han dicho que estas ocupado - acaricie sus mejillas y giro su rostro para besar la palma de mi mano con ternura.

- Lo estoy, de hecho tengo una reunión en unos minutos, lo siento bebé - dijo con pesar - pero te prometo que te voy a compensar el viaje hasta acá.

- Esta bien, no te avise que venía ¿puedes comprarme donas glaseadas cuando vayas de regreso a casa?

- Por supuesto, te llevare una caja grande - empezó a acariciar mi pancita con delicadeza hasta que se percato de algo.

- ¿En que has venido? No me digas que has manejado tu - se había tardado en preguntar.

Sonreí y me encogí de hombros.

- Win - advirtió serio, se que no quiere que ande solo por seguridad.

CARELESS MARRIAGE👬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora