Bangkok High en Español

Capítulo 4

P.O.V. de Saint

Vi a Freen dirigirse al despacho del director y suspiré. Esa chica está desperdiciando su talento. Todavía no han surgido sus poderes, pero pronto lo harán y yo estaré allí para entrenarla. Llevo meses esperándola haciéndome pasar por su profesor de ética. Su verdadero padre me envió para vigilarla mientras desarrollaba sus habilidades.

Vengo de un planeta llamado Koru. Todos los que viven en Koru tienen habilidades especiales. Aquí en la Tierra, según los cómics, estas habilidades se llaman superpoderes. En el Planeta Koru necesitamos estas habilidades para sobrevivir.

Hace cientos de miles de años, nuestros antepasados lucharon contra los maconas. Los maconas eran criaturas que podían transformarse en cualquier cosa que se les ocurriera. Usaron esta habilidad para apoderarse de todos los planetas. El único que tuvo la oportunidad de contraatacar fue el Planeta Koru.

Después de años de batallas ganadas y perdidas, el líder de los maconas pidió un alto el fuego. Llegarían a un acuerdo en el que la mujer koruniana más bella se casaría con el líder y le daría un descendiente digno. Patricia, una mujer conocida por su belleza en todo el planeta, fue elegida para casarse con Maclev, el único y verdadero líder de los maconas.

Un año después, nació el descendiente. Sus ojos azules eran del color del mar cuando lo golpea la luz de la mañana, su pelo era dorado como las joyas que llevaba su padre, su piel era tan blanca como la de su madre. El desarrollo de las maconas es bastante rápido. En dos años, el niño ya era mayor de edad y luchaba al lado de su padre. Todos los enemigos que se habían escondido por miedo se presentaron para probar la habilidad del chico.

Se corrió el rumor de que el chico tenía la belleza de su madre y las habilidades de su padre, tal vez más. Los Ponts, el mayor enemigo de los maconas, enviaron a su líder Ishtu a la batalla con Victor, que se llamaba como el padre de Alexandra. Cuando Ishtu llegó al campo de batalla, vio a Victor sentado en una roca bebiendo café. Parecía indefenso, sin armas, sin guardaespaldas, sin nada.

Ishtu sonrió pensando que había ganado la batalla incluso antes de que hubiera empezado. Se acercó a Victor, que levantó la vista un momento y, con un solo pensamiento, arrancó una espada de la mano de uno de los soldados de Ishtu y lo apuñaló por la espalda con ella, sin mover un dedo.

Los fuertes jadeos del resto de los soldadoes se escucharon por toda la tierra. "¿Alguien más quiere molestarme antes de que me termine mi café de la mañana?". Los soldados se miraron dubdando entre sí. Un grupo de cinco se adelantó y corrió hacia Víctor. Este se aclaró la garganta y de nuevo con un solo pensamiento arrancó una rama de árbol de su lugar y ensartó a los cinco soldados. "Bueno, esto es bastante aburrido ¿no? Había pensado que los Pont habrían enviado a sus mejores soldados contra mí".

Uno a uno intentaron atacarle sin éxito. Un soldado muy valiente o muy estúpido lanzó una bomba de mano en dirección a Víctor. Este se rió, la cogió con la mano y de repente desapareció. Un par de segundos después, el soldado que había lanzado la bomba había explotado llevándose consigo a la gente que estaba a su alrededor. Miles de Ponts fueron enviados a la batalla, sólo 20 volvieron a casa.

"Los dejo ir a todos por una razón, para que difundan la verdad sobre mis habilidades. Nadie se mete con los maconas ni con los korunianos. Somos uno. Si se meten con uno de nosotros, espero verlos morir a todos por mi mano o por mi pensamiento". Terminó su café y puso la taza en la mano de uno de los soldados. "Aquí tienen, una memoria de este acontecimiento. Disfruten de su día, caballeros". Regresó a su casa sin un rasguño y sintiéndose exhausto.

Cuatro mil años después, estamos aquí esperando a que la última descendiente de los maconas y los korunianos ocupe su lugar junto a su padre en nuestro planeta. Sabiendo todo lo que sé sobre nuestra historia y viendo a Freen, me siento un poco decepcionado. Por mucho que la entrene, sé que nunca será tan fuerte y astuta como Victor, pero haré todo lo posible para convertirla en una líder digna.

Llamé a su padre Theodore Chankimha. Intenté conectar con su mente varias veces, pero no funcionó. Estaba a punto de abrir un portal a nuestro planeta cuando me lanzaron una manzana a la cabeza. "¡Ay! Maldita sea, Theo. ¿Siempre tienes que hacer semejante entrada?". Theodore se rió de mí. "Ya deberías estar acostumbrado, Saint". Me toqué la cabeza donde me había golpeado la manzana, la cogí del suelo y se la lancé.

Él la detuvo en el aire, abrió el grifo de la cocina, lavó la manzana y mordio un pedazo. "¿Por qué me has llamado? ¿Está lista Freenky?" Suspiré. "Eso es lo que me preocupa, señor. Creo que este mundo terrestre la ha vuelto blanda, demasiado blanda para convertirse en una líder. Todavía no han surgido sus poderes y tiene casi 18 años".

El fregadero se había llenado de agua y la imagen de una Freen dormida apareció en el centro. "Dale tiempo, Saint. Creció lejos de nosotros. Es normal que se retrase. Todavía estoy manejando las cosas en Koru. Cuando llegue el momento, ella estará lista. Por ahora, déjala en paz". Gemí de frustración. "Señor, los Ponts están creciendo en tamaño cada día. No tenemos tanto tiempo antes de que Freen tenga que estar allí para guiarnos a la batalla. Tampoco usted tiene tanto tiempo".

"Sé que el tiempo terrestre funciona de otra manera Saint, pero mi reloj de arena sigue medio lleno, lo que significa que voy a envejecer y ver a mi hija tener hijos. ¿Ha empezado a salir con Rebecca?" Me burlé. "¡Ja! Todavía se odian". Theodore sonrió. "La profecía nunca dijo que sería un amor fácil. Además las buenas historias, las que valen la pena, nunca lo son".

Le di una bofetada en la cabeza y gritó. "Deja de pensar en ella. Ella eligió a Aon por una razón. Como ella dijo, para darle a Freen una sensación de normalidad". Suspiró. "Lo sé. No pasa un día sin que la eche de menos. De todas formas, llámame cuando surja los poderes de Freen. Si puedo, quiero entrenarla yo mismo". Asentí y se desvaneció en el aire.

Esperemos que Freen acepte la verdad rápidamente.