capítulo 8

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Domingo.
A primera hora de la mañana, apenas despegas tus ojos, estás sola en el sofá.
Recuerdas todo lo que pasó anoche, y se forma una tímida sonrisa en tu cara.
¿Estás en una relación seria con Bill? Probablemente.

Al momento, sientes como un delicioso y familiar olor entra por tu nariz.
Te levantas, caminando hacia tu cocina, y lo ves a el pelinegro sin camiseta, solo con un pantalón tiro bajo, del cual podías ver su tatuaje de estrella en la cintura.

- Bill? - preguntas mientras te acercas.

Él estaba de espaldas, batiendo algo.

- Buen día cariño - contesta este sonriente, mostrándote un plato lleno de pancakes.

Darías todo por tener esa escena frente a ti, todos los días de tu vida.

- ¡Que delicia! - exclamas emocionada. - ¿A qué se debe esto? - agregas, dándole un abrazo por la cintura.

- Pensé que era buena forma de comenzar la mañana, luego de que todo haya salido bien. - responde él, saludándote posando sus labios en los tuyos brevemente.

- No hay duda, eres el mejor. - afirmas.

Ambos estaban muy felices con como era su relación ahora. Sabían que se querían demasiado, y la pasaban muy bien juntos.

Decidieron sentarse a desayunar juntos. Era una muy linda mañana soleada, y no solamente por la compañía que tenías hoy.

- ¿Miel o azúcar? - cuestiona Bill mostrándote ambos frascos.

- Mmm... Miel - respondes. - Se ven riquísimos, tendrías que venir a cocinarme más seguido - mojas un dedo en la miel y comes.

- Me alegro de que te hayan gustado, casi quemo tu sartén - declara él, con una sonrisa asustada.

Comienzan a reírse mucho, durante disfrutan de ese tiempo juntos.
Tu felicidad cada vez era más grande estando a su lado, te hacía sentir tan tranquila.

- ¿Y Lisa? No vivía contigo, Elly? - cuestiona Bill.

- Fué a una fiesta, está saliendo con un chico misterioso, dijo que todavía no está lista para contarme. - contestas levantando tus hombros.

- Oh.. Con que un chico misterioso, huh? - Ríe el pelinegro durante se va a el lavabo de la cocina, para limpiar lo que había dejado sucio.

No entendiste a qué se refería, pero dejaste pasar el tema. ¿Porque Lisa no querría contarte sobre un chico? Siempre se cuentan todo.

- Prefiero darle su espacio - declaras.

- Entiendo, eres una gran amiga - afirma él. - Y novia también - agrega sonriente.

- Obvio - reconociste, guiñando un ojo.

De cualquier cosa que hablaban, siempre habían bromas de por medio.
Lamentablemente, no podían estar todo el tiempo juntos.

- Me está llamando el director, necesita que la banda vaya a modelar a otra marca. - cuenta Bill, con un suspiro.

- Oh, está bien - dices con un tono apagado.

- No te preocupes, podemos vernos mañana si los dos encontramos tiempo - ofrece él, tomando sus cosas de la habitación, mientras tu esperabas en la puerta de la misma.

- Mucho mejor! - exclamas con una sonrisa.

Bill y tú se acercan a la puerta de tu departamento para así poder despedirse.

Those eyes - Bill Kaulitz +16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora