Capítulo 10

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El sol comenzaba a esconderse, y se hacía más tarde.

Retrocedamos un poco el tiempo...

"Te necesito, Elly"

Bill se te había declarado, y lo aceptaste. Ese mismo fin de semana caluroso, en un hermoso parque. Acostados bajo las altas ramas y hojas de un viejo árbol.

Los dos pasaron mucho tiempo hablando y bromeando sobre cosas, siempre era lindo estar con él. Te tranquilizaba su voz, parecía que hablaba cantando.

Es un Kaulitz, y cantante.

Fué una tarde que probablemente jamás olvidarías.

- Entonces... ¿Tom te contó de lo de esta noche cierto? - pregunta el pelinegro.

- Obvio que vamos. Va a ser una noche muy especial, y más a tu lado. - respondes sonriente.

- Nunca pensé que todo llegaría a esto... - dice él entrelazando tus dedos con los suyos.

- Lo que hace una noche de fiesta, eh - carcajeas.

Bill colocó su cabeza en tu pecho, cerrando sus ojos y soltando un suspiro que demostró paz interna.

Que bonito se sentía tener una relación sana después de tanto tiempo.

- Ya casi son las 5, tengo que irme para preparar todo en casa. - anuncia él.

- Que rápido pasa el tiempo cuando estamos juntos. - declaras con un tono deprimido.

- Pero si nos vamos a ver en unas dos horas, caprichosa - ríe Bill apretando tus mejillas.

Se levantan y limpian sus pantalones, estaban sucios de la tierra.
Agarran sus cosas y se despiden con un beso rumbo hacia diferentes caminos.

- Nos vemos más tarde, cuídate! - grita el pelinegro a lo lejos.

- Tu igual, te amo! - respondes.

A penas diste la vuelta una sonrisa se formó en tu cara.
Antes pensabas que era casi imposible poder volver a confiar en un hombre después de lo de Carl, pero estabas segura de que Bill no era así, por más famoso que pudiese ser.

Tomaste un taxi para llegar más rápido a tu departamento, tenías que hacer varias cosas.

- Llegué! - abres la puerta.

- ¿Cómo fué todo? - pregunta Lisa quitándose un auricular.

Vas hacia ahí, y la ves a tu amiga sentada en el escritorio terminando unos trabajos en la computadora.

- Escucha con atención. - expresaste con firmeza.

En unos minutos contaste todo el suceso con detalles.

- ¿¡EN SERIO!? - la rubia tomó tus manos y juntas empezaron a saltar de emoción, riendo.

- SÍII - afirmas muy contenta.

- Estoy tan feliz por ambos, te quiero mucho. - Lisa te abrazó.

- Yo más. - respondes.

Those eyes - Bill Kaulitz +16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora