Capítulo 14

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Era una casa muy preciosa y lujosa, de paredes altas y pintadas en blanco.
Tenía patio y piscina también.

Los chicos las reciben muy felizmente, todos estaban muy de buen humor y tenían unas muy lindas vibras.

Leanne se encontraba allí, por supuesto. Era una prima muy interesada en la música.

- Bienvenidas sean. - saluda Tom, guiñándole un ojo a la rubia y tomándola por la cintura.

- Hola, empresaria. - sonríe Bill, dándote un beso y jugando con tu cabello.

Estaba muy lindo esa noche, su pelo y su maquillaje nunca dejaba de parecerte bonito

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Estaba muy lindo esa noche, su pelo y su maquillaje nunca dejaba de parecerte bonito.
Al mirarte, sus ojos se iluminaban y podías ver tu reflejo en ellos, casi como un espejo.

- Vamos parejitas, el ensayo espera. - anuncia Gustav, y Georg sonríe.

Van camino a una grande sala, dónde se hallaban los instrumentos y los grandes parlantes, ya instalados. 

- Que espectacular! - exclamaste con un notable asombro, y la boca abierta.

- Wow... - la rubia te acompañaba el sentimiento, y ataba su cabello.

Dejaron sus abrigos en un costado, y esperaron a que la banda se acomode.
Coordinadas con Leanne, las tres jóvenes se acercan entre sí.

- ¿Cómo te está tratando Alemania, Leanne? - preguntas para charlar sobre algo, querían hacerla sentir cómoda.

- Muy bien, de hecho. Disfruto mucho aquí. - admite la morocha.

- Es una ciudad muy preciosa. - opina Lisa. - ¿Quieren que busquemos algo para tomar mientras los chicos terminan de acomodarse? - agrega la misma.

- Vamos! - dijiste yendo hacia la cocina, Leanne asintió con la cabeza.

Era una cocina muy amplia y moderna, todo estaba muy limpio y ordenado. La nevera contenía varias bebidas diferentes, con alcohol y otras sin alcohol.

- ¿Que prefieren tomar? - Leanne baja algunos vasos de los estantes.

- ¿Te gusta la cerveza? - pregunta la rubia, sacando tres botellas de la nevera.

- Sí, bastante. 

Te quedaste esperando en la puerta del sitio, pero te dieron ganas de ir al baño.

- ¿Todas se encuentran bien? - Bill interrumpe tu rumbo en el pasillo.

- ¿Tardamos mucho? - ríes.

- Solo preguntaba... - responde este sonriendo, mientras acaricia tu cabeza. - Vamos. - el pelinegro entrelaza su mano con la tuya, y te lleva.

Las chicas fueron detrás, y cuando ya estaban listos, la función podía comenzar.
Se sentaron las tres en sillas cómodas, era como ver a las personas más importantes del mundo.

Those eyes - Bill Kaulitz +16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora