Ibas a paso rápido por la ciudad, esperando ver el departamento que quedaba más o menos a 7 cuadras de donde estabas.
Volteaste a ver atrás, un sonido crujiente te distrajo, y sin darte cuenta chocaste con el brazo de una persona.- ¡Lo siento! - centraste la mirada al frente, y viste a una preciosa chica. Era Leanne, la prima de Georg. Razón por la que te aliviaste.
- Oh hola, Elly. ¿Cómo te encuentras? - cuestionó la misma con una sonrisa. Hacía tiempo que no se veían.
- Hola! Bien, pero en realidad tengo algo de prisa. - te rascaste la nuca. - ¿Y tú?
- Estoy por ir a la casa de los chicos, Georg dijo que estaba allí.
- Sí, hace un momento estuve con ellos. - afirmaste.
- Genial... Bueno, no robo más tu tiempo. ¡Nos vemos!
- Nos vemos, Leanne. - giraste por una esquina y corriste hasta la entrada del edificio.
Con la respiración agitada, entraste al ascensor y subiste.Tu torpeza era algo que te complicaba en ciertas ocasiones, y más si estabas apurada.
Piso número cuatro. El mismo recorrido de siempre, todo estaba exactamente igual. O eso pensabas.
¿Lisa necesitaba ayuda con algo?El ascensor se abrió con delicadeza, y saliste hacia el pasillo.
33. Enmarcado en un cuadrado de madera de roble contra la puerta.
De tu bolso buscaste las llaves entre papeles, dinero y maquillaje. Lo básico que tiene una mujer.
Las tomaste con cuidado y abriste.Tus ojos quedaron irresistiblemente fijos en la sala de estar.
El cabello rubio de Lisa, estaba acompañado de otro, pero castaño.
Un castaño oscuro que ya había vivido varios años. Uno que parecías conocer de algún lado.Las dos cabezas se giraron, y sin embargo sus expresiones no eran las más agradables de todas. Se veían incómodas.
Cerraste la puerta sin dejar de observar lo que tenías delante, y las dos figuras se pararon.Mamá.
No, Lorelai. Te corregiste en tus pensamientos.Tus ojos apesar de estar fijos en esa mujer, se aguaron y no pudieron ocultar ni sostener las lágrimas.
Tu corazón empezó a acelerar, y la mente se puso en blanco.¿Qué era esto? ¿Querían matarte sin avisarte sobre la visita?
Todavia y ahora aún más pegada sobre la puerta, todas tus extremidades se habían quedado inmóviles y tensionadas.
Era irreal que algo así estuviera pasando.Tal vez no tan irreal, porque estaba pasando.
- Hija... - Lorelai se acercaba con cierta inseguridad en sus pasos, pero algo la hacía avanzar.
- ¿Qué estás haciendo aquí? - gruñiste mientras las lágrimas corrían por tus mejillas. Tu amiga solo podía mirar, quieta.
- Yo sé como terminaron las cosas, pero... Quiero decirte que no soy la misma que antes. - agregaba ella con un tono infeliz.
No dijiste nada, y Lisa menos.
Escalofríos recorrían tu espalda.- Dame otra chance, arreglemos nuestra relación de madre e hija.
Temblaste con ira. Inevitable, el rencor nunca se había esfumado desde el día que te fuiste de casa.
El gesto de la mujer de mediana edad había cambiado al ver tu reacción. Parecía que le dolía.
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Those eyes - Bill Kaulitz +16
RomanceEres una editora de revistas de famosos, pero tu vida cambia de un día para otro luego de que te hayan roto el corazón. Dos almas que están destinadas a encontrarse, pase lo que pase. ¿Estamos conectados por algo especial? No lo sabemos, entonces...