Me gustas - Winrina

Del inicio al fin

10:45 pm

Mamá

Decía una sensible y triste Karina mientras lloraba en los brazos de su adorable madre a quien le había contado todo el asunto de Minjeong, su pobre corazón al no saber que poder hacer, comenzaba a estrujarse más porque no sabía cómo podrían superar las cosas, no lo sabía, era aún demasiado joven para afrontar un problema tan grande como ese, no estaba preparada, no lo estaba pero debía estarlo, debía tener la mente libre, pero como podría tener la mente libre si se encontraba en un mar de neblinas que solo ocasionaban un peor tormento . . . era difícil y complicado, pero podría ella lograrlo? no, no podría lograrlo, no había forma, estaba alterada, angustiada , temerosa y sobre todo sentía que su mundo se le venía abajo, esa sensación inquebrantable que comenzaba a asfixiarla y la hacía querer no existir, solo deseaba poder viajar en el tiempo y arreglar lo que estaba sucediendo ahorita mismo, porque recordaba muy claramente que hace tres días estaba hablando con su novia de la manera más tranquila y relajada, estaba viéndola sonreír y despedirse de ella con un beso en su mejilla que aun recordaba como si fuera ayer pero sin embargo hoy, hoy lo había perdido todo...

Amor está bien, sé que es difícil y delicado, pero mira, somos la familia Yoo, nosotros podemos ir ahorita a hablar con la señora Kim y tal vez hacerla entrar en razón; - decía su madre triste al ver como sufría su bella hija, nunca la había visto sufrir tanto desde la muerte de su querido hijo, lo extrañaba y aun le dolía pero ahora le dolía más al ver el estado de su princesa, solo podía darle pequeñas caricias en el sedoso cabello de su hija

¡N-no! Min llegará a las 2am, Giselle vendrá por la cuerda, y-yo solo tengo miedo mamá, s-si pide que terminemos mamá, si la alejan de mí, si le paso algo peor, que rayos debo hacer mamá

Amor, escúchame, mírame a los ojos cariño, ¿todo va a salir bien okey?, no tengas miedo, podremos resolverlo

P-pero mamá y-yo n-no lo sé, t-tengo miedo

Está bien hija, está bien que tengas miedo, vamos amor, está bien, solo descansa conmigo y esperemos a que llegue Minjeong

Y es así como Karina de nuevo comenzó a llorar desconsoladamente, sentía que no volvería a ver a Minjeong nunca más, sentía que la alejarían de ella, de su alma gemela, ya la había encontrado, no quería dejarla ir, no quería sentirse vacía, no esta vez . . . no estaba lista

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2:00am

Ya era hora, Giselle tenía la soga y Ningning los nudos listos para que Minjeong baje cuidadosamente, un plan perfecto, no había ninguna alma andante a estas horas, todos dormían plácidamente en sus casas y solo se escuchaba las gotas de lluvia que caían por pequeñas cascadas. Minjeong se encontraba nerviosa, nunca en su vida se había planeado la idea de "escapar" de su casa, no era algo que tenía en su lista de cosas por hacer antes de morir, pero ahí estaba, bajando de la cuerda que termino ocasionándole pequeños daños en sus manos, todo por hablar con Karina, poder verla una vez más, tenerla cerca, todo valía la pena

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Lo había logrado, realmente lo logro, un plan de solo jóvenes enamoradizas sin experiencia en la vida había logrado su misión, pero por lo mismo que son jóvenes es que terminaron cayendo en la oscura noche.

Su madre, su madre, su madre

Su madre la había visto, no estaba dormida, ¡¿cómo no podría estarlo?!, se suponía que a esas horas de la noche todos estaban durmiendo, pero porque ella estaba despierta!, no podría saberlo, nunca lo sabría, pero todo había fracasado, desde un pequeño momento de plenitud por lograr su cometido se derrumbó en solo un soplido de viento

Correr

Correr era lo único que podría hacer

Tomo lo poco de valentía que tenía y se subió a la bicicleta de Ningning que se encontraba tirada en el césped y así como todo comenzó termino con los pedaleos a toda fuerza mientras sentía su corazón latir a mil horas por segundo, sentía ese dolor en su pecho, esa sensación que no se la desearía a nadie, sabía que después de todo esto, todo terminaría, todo llegaría a su fin y así como comenzó terminaría, en una triste y cálida mirada de un último adiós.