𝒟𝑒𝓈𝓅𝓊𝑒𝓈 𝒹𝑒 𝓁𝒶 𝓉𝑜𝓇𝓂𝑒𝓃𝓉𝒶
Regulus estaba sentado en la mesa junto a sus padres. Era alguna comida del día. Lo interrogaron por el paradero de su hermano, él no tenía idea hasta que se lo mencionaron.
Mi hermano me abandonó
Era todo lo que pasaba por la cabeza del chico, estaba sentado en la mesa moviendo la comida con el tenedor. –Debemos revisar todas las cartas que lleguen a casa– dijo Walburga mientras el chico solo miraba su plato.
–Regulus, Ven con nosotros–
Los tres Black subieron a una habitación de la casa en donde tenían el árbol genealógico de su familia, Regulus se acercó a donde le señalaba su madre. –Esto pasa cuando traicionas a tu familia–
La matriarca lanzó un hechizo quemando la cara del hermano mayor. A Regulus se le cayó una lagrima, pero la limpio de inmediato, esa era la persona que lo había dejado a su suerte en el mismísimo infierno.
Su padre lo tomó por los hombros –Ahora, te toca conocer todo sobre nuestra familia. Regulus eres nuestro único hijo y heredero de nuestra fortuna–
El chico solo queria volver a ver a sus amigos. Se fue a su habitación, tomó una pluma y pergamino y comenzó a escribir.
𝔐𝔦 𝔮𝔲𝔢𝔯𝔦𝔡𝔞 𝔄𝔩𝔩𝔦𝔰𝔰𝔬𝔫.𝔗𝔢 𝔢𝔰𝔠𝔯𝔦𝔟𝔬 𝔭𝔬𝔯𝔮𝔲𝔢 𝔰𝔲𝔭𝔬𝔫𝔤𝔬 𝔶𝔞 𝔰𝔞𝔟𝔢𝔰 𝔩𝔬 𝔮𝔲𝔢 𝔥𝔞 𝔭𝔞𝔰𝔞𝔡𝔬. 𝔔𝔲𝔢 𝔪𝔦 𝔥𝔢𝔯𝔪𝔞𝔫𝔬 𝔰𝔢 𝔥𝔞 𝔦𝔡𝔬, 𝔰𝔢 𝔮𝔲𝔢 𝔭𝔯𝔬𝔟𝔞𝔟𝔩𝔢𝔪𝔢𝔫𝔱𝔢 𝔰𝔢 𝔥𝔞𝔶𝔞 𝔦𝔡𝔬 𝔞 𝔱𝔲 𝔠𝔞𝔰𝔞.𝔏𝔞𝔰 𝔠𝔬𝔰𝔞𝔰 𝔞𝔮𝔲𝔦 𝔢𝔰𝔱𝔞𝔫 𝔡𝔢 𝔩𝔬𝔠𝔬𝔰 𝔶 𝔫𝔬 𝔰𝔢 𝔮𝔲é 𝔥𝔞𝔯𝔢, 𝔱𝔢𝔫𝔤𝔬 𝔪𝔦𝔢𝔡𝔬. 𝔐𝔲𝔠𝔥𝔬 𝔪𝔦𝔢𝔡𝔬, 𝔭𝔢𝔯𝔬 𝔫𝔬 𝔱𝔢𝔫𝔤𝔬 𝔞 𝔡𝔬𝔫𝔡𝔢 𝔦𝔯, 𝔭𝔬𝔯 𝔯𝔞𝔷𝔬𝔫𝔢𝔰 𝔬𝔟𝔳𝔦𝔞𝔰 𝔫𝔬 𝔭𝔲𝔢𝔡𝔬 𝔦𝔯 𝔞 𝔳𝔲𝔢𝔰𝔱𝔯𝔞 𝔠𝔞𝔰𝔞, 𝔱𝔢 𝔫𝔢𝔠𝔢𝔰𝔦𝔱𝔬.ℭ𝔬𝔫 𝔄𝔪𝔬𝔯
ℜ.𝔄.𝔅. <3
Regulus enrolló la carta y se la mandó a su amiga, el problema es que la carta.
Nunca llegó.
Walburga y Orión se habían asegurado de que no entrara ni saliera ninguna carta. Por nada del mundo para que no se supiera lo que está pasando, por lo que esta carta fue quemada sin siquiera haber sido abierta.
MANSION POTTER.
Allisson no se levantó a desayunar. Sirius esperó mucho tiempo fuera de la habitación de la chica. Pero ella no salió, Winnie la elfina de la familia le llevó el desayuno a su cuarto.
Los Potter estaban en la mesa, Sirius se mantenía en silencio mirando la escalera esperando que la Melliza de James llegara, pero no fue así.
Euphemia Potter entró al cuarto de su hija, la cual estaba sentada leyendo.
–Cariño, te estamos esperando– Dice ella
–¿Para qué? –
–Para abrir los regalos, es navidad–
Allisson abrió los ojos, lo había olvidado por completo.
–Lo siento... lo olvide, es que... le envié una carta a Regulus y no responde. Nada de lo que envió llega–