Capitulo 5

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Salí del dormitorio y fui a la sala común, ahí ya estaban Ominis y Sebastian.

– Ya llegó – le dijo Sebastian a Ominis.

– Bien, vamos – Ominis comenzó a caminar a la salida, yo solo alcancé a asentir, no estaba muy de acuerdo con que Sebastian nos ayudará con esto, había escuchado nuestra conversación, tarde o temprano se iba a entrometer.

El camino a la Biblioteca fue silencioso, para nuestra suerte, la bibliotecaria no estaba. Los tres entramos en seguida a la Sección Prohibida, no había tiempo que perder.

– Creo que lo mejor será separarnos – solté.

– Si, así abordaremos más libros y estanterías – Ominis estuvo de acuerdo conmigo.

– Está bien – dijo Sebastian mientras se metía entre las estanterías.

Los tres estuvimos buscando por un largo rato, unas dos horas aproximadamente, pero no logramos encontrar nada.

– ¿Nada? – pregunte desesperada a cualquiera de los dos que me escuchara.

– Nada – Ominis salió de detrás de uno de los estantes a mi derecha.

– Nada de nada – Sebastian salió detrás de Ominis.

– ¿Qué voy a hacer? – murmuré, tomé mi cara con mis dos manos.

– Tranquila, sé que hallaremos una solución – Ominis se acercó a mi.

– Lo sé, solo que... tengo miedo de que cuando la encontremos, sea demasiado tarde – estaba frustrada, quería llorar, pero no me quería derrumbar enfrente de ellos.

– ¿Qué tan malo sería si absorbes toda la magia? – preguntó Sebastian.

– No lo sé, realmente Isidora nunca absorbió tanta magia, pero nada me asegura que sea del todo bueno, ni del todo malo.

– ¿Y si en lugar de tratar de detenerlo, tratas de controlarlo y entenderlo? – preguntó Sebastian.

– No estaría mal, tengo que pensarlo, pero por ahora, estoy muy cansada, vayamos a dormir – me quejé, no quería seguir estando ahí, no era muy alentador, además de que aún no se iba del todo mi enojo con Sebastian.

– Sí, regresemos a la sala común – dijo Ominis.

Los tres regresamos a la sala común, nos despedimos y nos metimos a nuestros dormitorios, no estaba segura de querer dormir, pero mi cuerpo me lo rogaba, me cambié, me puse mi pijama y me acosté.

Estaba de nuevo en frente de esa gran criatura, plateada y roja, con ojos asesinos, pero había algo diferente, a mi lado, estaban dos figuras, una a la derecha y otra a la izquierda, eran Ominis y Sebastian, ambos se dirigían sin piedad a la gran criatura, cuando estuvieron lo suficientemente cerca, la gran criatura los carbonizo con un solo aliento de fuego.

Desperté gritando, dos figuras entraron corriendo al dormitorio y una tercera se acercó a mi.

– ¿Qué pasó?, ¿estás bien? –. Era Imelda, estaba a mi lado derecho.

– Yo... – estaba asustada, respiraba apresuradamente, tenía lágrimas en mis mejillas – tuve una pesadilla.

– ¿Eso es todo? – dijo Imelda – voy a regresar a dormir – Imelda regresó a su cama.

– ¿Sobre qué era tu pesadilla? – preguntó Ominis acercándose a mi.

– Estaba de nuevo enfrentando a Ranrok, pero esta vez... no estaba sola – de solo recordar lo que pasaba con Sebastian y Ominis, sentía que todo se venía abajo, sentí como mis ojos comenzaron a lagrimear un poco. Ominis enseguida me abrazó, seguido de Sebastian por mi otro costado.

¿Qué hay de nosotros? Sebastian x Ominis x MCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora