¿Qué hay de nosotros? Sebastian x Ominis x MC

Capítulo 11

Poco a poco iba despertando, la tenue luz que entraba por la ventana termino por despertarme. Traté de moverme un poco, pero unos brazos firmes rodeaban mi cintura, cuando pude ver mejor, me di cuenta de que eran los brazos de Ominis. Al verlo, simplemente me acomode y disfrute de la sensación de protección que me brindaba.

Después de unos minutos, él también comenzó a despertar.

- ¿Dormiste bien? - me preguntó Ominis mientras hundía su cara en mi hombro.

- Creo que no había dormido tan bien en mucho tiempo - dije mientras me daba la vuelta para quedar frente a Ominis - y tú, ¿qué tal dormiste?

- También dormí muy bien - mientras hablaba, descanse mi cabeza en el espacio que había entre su cuello y su pecho, por lo cual, Ominis comenzó a acariciar mi cabeza.

Nos quedamos así por un buen rato, hasta que ambos caímos dormidos de nuevo.

Cuando nos despertamos de nuevo, nos levantamos y nos cambiamos de ropa para bajar a preparar el desayuno.

Ominis estaba preparando el desayuno mientras yo cortaba fruta para comer. Cuando termine, camine hacia donde estaba Ominis y lo abracé por atrás.

- Estas muy cariñosa hoy - dijo mientras soltaba una risita.

- Lo sé, pero es que por fin puedo serlo, no sabes desde hace cuanto quería ser cariñosa contigo - dije mientras seguía abrazándolo.

- Está bien, de hecho me gusta - dijo Ominis mientras sonreía. - Bueno, ya está el desayuno, saca los platos, por favor.

- Claro, en seguida - dije mientras lo soltaba y comenzaba a buscar los platos.

Puse la mesa y Ominis sirvió el desayuno.

- Bueno, ¿qué piensas hacer hoy? - le pregunté a Ominis.

- Realmente no lo sé, es decir, si fuera por mí, no haría nada, pero, de hecho, te quería proponer que fuéramos a montar en escoba.

- No es mala idea, de hecho, me parece muy buena idea, vamos - dije sonriendo.

- Si, ¿a dónde iremos a volar?

- Me parece buena idea volar a los alrededores de Hogsmade, para no tener ningún inconveniente.

- Tienes razón.

Ambos terminamos de desayunar y nos preparamos para irnos a volar en las escobas. A pesar de que Ominis era ciego, podía guiarse perfectamente con su varita. La única razón por la cual no entraba en el equipo oficial de quidditch era porque el llevar su varita no era válido, ya que estaba el riesgo de que hiciera trampa, mucha gente no confiaba en él.

Salimos de la casa y caminamos fuera de Hogsmade. No quería alejarme tanto de las personas, aún me sentía paranoica por lo que había pasado, estaba consciente de que Ranrok había muerto, pero algo dentro de mí siempre estaba alerta, además de que no habíamos terminado con todos los seguidores de Víctor Rookwood.

Llegamos a un terreno plano no muy lejos de Hogsmade, el día estaba soleado, era un lindo día. Los dos nos subimos a nuestras escobas.

- A la cuenta de tres, voy a lanzar la snitch, el que la tome pierda, tiene que hacer todo lo que la otra persona quiera - explicó Ominis.

- Está bien, pero que no sea solo una atrapada de snitch, el ganador tiene que atrapar la snitch al menos tres veces.

- Me parece muy bien, de todas formas vas a perder - dijo Ominis de forma retadora.

- Ya quisieras.

- En tres, dos, uno - dijo Ominis y soltó la snitch, aproveche la poca distancia entre nosotros y le deposite un beso rápido en los labios para después salir lo más rápido que pude detrás de la snitch -. No es justo, eso es trampa - dijo Ominis mientras salía detrás de mi.

- Si y no - grite, mientras no perdía de vista la snitch, hasta que llegó un punto en el que la logré atrapar.

- No cuenta, eso fue trampa - protesto Ominis.

- No lo fue - dije mientras bajaba al suelo de nuevo, Ominis me seguía.

- Si lo fue Danielle y lo sabes, pero no importa, vas a ver cómo te gano, sin trampa - dijo Ominis completamente seguro.

- Ay aja - dije riéndome.

Se me borró la sonrisa cuando gano la partida siguiente, y después la siguiente y la siguiente a esa.

- Te lo dije - se regodeo Ominis mientras bajaba al suelo por última vez.

- Ti li diji - murmure mientras bajaba al suelo - hiciste trampa.

- Tu sabes mejor que nadie que no hice trampa princesa - dijo mientras se acercaba a mí.

- Ya lo sé - dije con pesar. - Bueno, ¿qué es lo que quieres que haga?

- Sólo una cosa, prométeme que nunca volverás a usar las maldiciones imperdonables ni magia oscura - sentenció Ominis.

- Está bien, te lo prometo, total, no creo que vuelva a pasar una situación en la cual las necesite... Entonces, si.

- Gracias Danielle, no sabes cuanto significa para mi esto.

Asentí y ambos bajamos de nuestras escobas.

- ¿Te parece si vamos a la casa a comer?

- Si, claro, solamente, dejame enseñarte algo - Ominis se subió de nuevo a su escoba y yo iba a hacer lo mismo, pero me detuvo - espera, ven sube a mi escoba.

- ¿Qué tramas Gaunt? - dije riéndome mientras subía a la escoba, sentada detrás de él, pasando mis brazos alrededor de su cintura.

- Algo que se que te va a gustar - dijo Ominis sonriendo.

Ominis nos guió a lo más alto que pudimos llegar. La vista era asombrosa, se podía observar la puesta del Sol. El cielo teñido de violetas y naranjas. Además de que a lo lejos, se podía observar Hogwarts en su máximo esplendor. Atrás de nosotros, podía ver el Bosque Prohibido, a pesar de que se veía iluminado por el atardecer, aun mantenía su aura misteriosa y lúgubre.

- ¿Es asombrosa la vista, verdad? - preguntó Ominis viéndome por encima de su hombro.

- Si... Es hermosa... Pero... ¿Tu puedes verla? - desde que conocí a Ominis siempre tuve esa duda, ¿cómo funciona exactamente su varita?

- Parcialmente, puedo percibir las cosas más evidentes, pero los detalles más pequeños no... Al menos no en distancias grandes.

- Oh, entiendo, pero al menos puedes darte cuenta del hermoso atardecer ¿verdad?

- Si, es hermoso - suspiro Ominis.

Nos quedamos un rato más ahí arriba, hasta que se puso el Sol. Después de eso, bajamos y tome mi escoba. Juntos nos fuimos caminando a las Tres Escobas para comer algo y tomar una cerveza de mantequilla (esta vez solo tomamos una cada quien). Una vez que terminamos, regresamos a casa para dormir por fin, además de que ya comenzaba a llover. Cuando ya estábamos dispuesto a acostarnos a dormir, la lluvia ya había comenzado a ser una gran tormenta. En se escucho como alguien toco la puerta.

- ¿Quién será?, ya es muy tarde - dijo Ominis muy confundido.

- No lo sé, vamos a ver - dije sin titubear.

Ambos nos bajamos las escaleras, yo yendo delante de Ominis. Cuando nos acercamos a la puerta principal, me asomé por la ventana a la derecha de la puerta. Cuando logré discernir la figura que estaba parada frente a la puerta, me quedé muda. En seguida abrí la puerta y frente a mí, ahí estaba.

- Hola chicos.

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Hola!

Pido perdón, a penas me di cuenta que no había publicado bien el capítulo T-T, según yo lo había subido bien, pero se publicó la versión que tenía en el celular y no la de la computadora. De nuevo pido disculpas. Además de que sé que no he sido constante actualizando, pero me han estado pasando cosas, sin mencionar la escuela, claro.

Estaré actualizando lo más que pueda, los quiero mucho!