𝐁𝐔𝐒𝐂𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐓𝐔 𝐏𝐄𝐑𝐃𝐎𝐍||𝐀.𝐆.[✔︎]

ᴠɪ

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ʙᴜsᴄᴀɴᴅᴏ ᴛᴜ ᴘᴇʀᴅóɴ
ᴀɪᴅᴀɴ ɢᴀʟʟᴀɢʜᴇʀ

ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ: ᴠɪ

ʙʏ ᴄᴇʟᴇsᴛᴇʜᴀʀɢʀᴇᴇᴠᴇs_

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1 de mayo de 2019
Los Ángeles, CA.

Estaba en la sala, acostado en el sillón mientras miraba nuestras fotos.

Una leve sonrisa se me escapó de los labios al ver esa foto cuando fuimos al parque de diversiones y tenías una cara de espanto en tu rostro debido a la montaña rusa.

Encontré otra donde sostienes un helado con una sonrisa y otra dónde estás vestida de un fantasma con lentes de sol por Halloween

Y luego, encontré otra dónde nos estábamos besando en la una fiesta del año pasado.

Suspiré y cerré los ojos. Me sentía jodidamente mal, ya no me interesaba mi aspecto físico o mental. Ya no me interesaba absolutamente nada.

Lo único que quería era recuperarte.

A lado de mí estaban los girasoles, ya marchitos, que te compré la otra vez. Los miré con tristeza y melancolía.

De repente, mi teléfono comenzó a sonar.

Lo tomé y la pantalla tenía el nombre de Angela. Decidí responder.

—¿Angela? — inquirí.

—Aidan— se oyó la voz de la chica —me invitaron a una fiesta esta noche— informó —¿quieres venir?

Di un largo suspiro. No tenía ganas de ir a ningún lado.

—Gracias por la invitación, Angela— agradecí profundamente —pero no tengo ganas.

—Aidan— me regañó —no puedes seguir en ese estado. Debes salir a despejarte y divertirte. No puedes estar depresivo todo el tiempo.

—Lo siento...— suspiré al borde del llanto —pero es que esto es difícil.

Hubo un pequeño silencio. Quizá ella estaba analizando mis palabras.

Finalmente, escuché un suspiro por parte de ella.

—De acuerdo— tomó aire —pero si cambias de opinión, sólo llámame, ¿sí?

—Mhm— asentí levemente.

Aunque sabía que no iba a ir.

—Adiós— se despidió y colgó.

Suspiré levemente y dejé el teléfono a un lado.

De repente, mi madre entró por la puerta principal de la casa, ocasionando que la mirara.

—Oh, Aidan— me sonrió mientras cerraba la puerta —no pensé que estuvieras aquí.

Suspiré levemente y apreté mis labios, tratando de alejar el llanto —sí... yo tampoco.

Ella me dio una mirada dulce y se acercó a mí.

—Es por ella, ¿verdad? — me dio una mirada llena de calma.

La miré con los ojos cristalizados y asentí levemente.

—La extraño— susurré —pero ella quiere olvidarme...

Ella acarició mi cabello.

—Cariño— suspiró —le hiciste daño... es comprensivo que ella ya no quiera darte otra oportunidad— apretó sus labios —dale tiempo y quizá queden como amigos.

Amigos...

Yo no quería ser tu amigo... quería ser tu todo. Pero quizá es mi castigo por romperte el corazón.

-A.G.

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𝐆𝐫𝐚𝐜𝐢𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐞𝐞𝐫 <3
¡¡𝐍𝐨 𝐨𝐥𝐯𝐢𝐝𝐞𝐧 𝐯𝐨𝐭𝐚𝐫!!

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