xxɪɪ

553 44 7
                                    

•.¸¸.•*'¨'* •.¸¸.•*'¨'*•.¸¸.•*'¨'*

ʙᴜsᴄᴀɴᴅᴏ ᴛᴜ ᴘᴇʀᴅóɴ
ᴀɪᴅᴀɴ ɢᴀʟʟᴀɢʜᴇʀ

ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ: xxɪɪ

ʙʏ ᴄᴇʟᴇsᴛᴇʜᴀʀɢʀᴇᴇᴠᴇs_

•.¸¸.•*'¨'* •.¸¸.•*'¨'*•.¸¸.•*'¨'*


29 de agosto de 2019
Los Ángeles, CA.

Habían pasado casi dos meses de aquella plática. Ya no habíamos hablado desde entonces, debido a que decidimos distanciarnos por un tiempo.

Conociste a un chico maravilloso, he de decir. Su nombre es Christopher. Es un chico bastante amable que, en verdad, agradezco que ahora sea dueño de tu corazón.

He visto lo caballeroso que es, lo lindo que te trata y, a diferencia de Brandon, él te ama de verdad.

No son novios, aún. Pero, realmente, espero que lo sean pronto.

Te preguntarás si aún te sigo amando. La respuesta es que sí.

Acepté, igual que tú, que una pequeña parte de mí siempre estará enamorada de ti. No importa el tiempo que pase, de quién me enamore o si no te vuelvo a ver, siempre será así.

Salimos de preparatoria. Tú te irías a estudiar a Massachusetts, mientras que yo me iré a Seattle. Estaríamos a varios kilómetros de distancia.

Christopher también iría contigo a la misma universidad. Estoy agradecido por ello. Sabía que estarías en buenas manos.

Estaba enfrente de tu casa. Quería despedirme de ti. No podía dejar que te fueras sin decirte un adiós.

Se abrió la puerta de tu casa. Saliste de ella y me miraste. Te sorprendiste por ello.

Detrás de ti estaba Christopher con las maletas. Ambos caminaron hacia mí.

—¿Aidan?— preguntaste con sorpresa —¿qué haces aquí?

Christopher me miró y sonrió, para posteriormente saludarme.

—Oh, hola Aidan— sonrió el castaño —gusto en conocerte.

—Un gusto, Chris— sonreí y ambos estrechamos las manos.

—________, iré a poner las maletas en la cajuela— te miró y asentiste en respuesta —ahorita vuelvo— me miró y asentí.

Christopher se fue, dejándonos solos.

Una pequeña risa se escapó de tus labios.

—¡Sorpresa!— reí levemente.

—No pensé que estarías aquí— admitiste con una sonrisa —me da gusto verte.

El ambiente entre nosotros era distinto. Ya no había dolor o amor. Simplemente cariño entre amigos. Eso me dio mucha paz. 

—Quise darte un último adiós— sonreí.

—¿A dónde irás?— preguntaste.

—A Seattle. Me ofrecieron una beca allá— comenté.

—Mucha suerte— sonreíste.

—Gracias, igual suerte a ti.

Nos quedamos un poco en silencio. Pero no era incómodo. Queríamos despedirnos, pero aún no salían palabras. Sabíamos que no nos veríamos en un tiempo. Despedirse era algo doloroso.

—Gracias por todo, Aidan— rompiste el silencio.

—Gracias a ti...—dije —en verdad gracias.

Ambos nos acercamos y nos abrazamos, dejando atrás el pasado y todo dolor que ambos nos hicimos pasar. 

Me hizo sentir mejor. Me hizo darme cuenta que yo era una mejor persona, una persona que había sanado y había dejado el dolor atrás.

Ese abrazo fue uno asombroso, lleno de cariño y agradecimiento que, sin duda, jamás lo olvidaré.

Nos separamos y nos sonreímos.

—Espero verte otra vez— dijiste.

—Así será— sonreí.

Christopher se acercó a nosotros.

—Lamento interrumpir, pero ya es hora ________, el avión despegará en menos de media hora— dijo.

Me miraste y me sonreíste.

—Hasta luego Aidan— sonreíste.

—Hasta luego...— sonreí —nos vemos pronto.

—Nos vemos— sonrió Christopher y me hizo una seña de despedida —un gusto conocerte.

—Un gusto para mí también— le devolví aquella seña.

Ambos caminaron hacia el auto. El castaño te abrió la puerta del copiloto y tú entraste al auto. Después, Chris se subió al asiento del piloto y arrancó el auto.

Comenzó a avanzar aquel auto rojo. Lo perdí poco a poco de vista hasta que, finalmente, ya no lo veía por ningún lado.

Ahí supe que te había soltado, que el pasado ya no me dolía y que quizá, ya era momento de abrirme a nuevas personas...

Te iba a amar por siempre, y, si algún día quisieras volver, estaría ahí, esperándote. Siempre te iba a esperar.

Lo que más quería era que fueras feliz, sea conmigo o no, porque eso es amar, dejar que la persona que amas sea feliz incluso si eso implique que no formes parte de su vida...

Era una lección dolorosa sin duda, pero, quizá, yo también pueda ser feliz después de todo este torbellino lleno de tristeza. 

Cometí muchos erroes, pero sólo así se logra aprender, ¿no?

¿Me dolía que nos separaríamos? Claro que sí. Pero era momento de dejarte ir...

Comencé a caminar lejos de tu casa mientras recordaba los buenos momentos que pasamos juntos. No iba a dejar de amarte jamás, de eso estaba seguro. 

Esta sería mi última carta. Ya no veo necesidad de escribirte más debido a que ya tengo tu perdón (y, sin saber, también conseguí el perdón hacia mí mismo) y me siento pleno. Me sentía distinto, con una diferente perspectiva de las cosas.

Sonreí mientras miraba el cielo. La vida me volvía a sonreír y eso me hizo sentir en paz. Sin querer, una pequeña risa salió de mis labios. Había estado tanto tiempo sumergido en la tristeza, que había olvidado lo que era la felicidad o cómo era sentirse feliz...

Y fue, hasta ese momento que volví a sentirme feliz y, de verdad, extrañaba sentirme así.

No sé cómo será mi futuro o las próximas experiencias que tendré. Lo único que sé ahora, es que me siento infinito y eso me hace sentir jodidamente bien.


A.G.


FIN


~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~

𝐆𝐫𝐚𝐜𝐢𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐞𝐞𝐫 <3
¡¡𝐍𝐨 𝐨𝐥𝐯𝐢𝐝𝐞𝐧 𝐯𝐨𝐭𝐚𝐫!!

~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~ • ~

𝐁𝐔𝐒𝐂𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐓𝐔 𝐏𝐄𝐑𝐃𝐎𝐍||𝐀.𝐆.[✔︎]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora