𝐁𝐔𝐒𝐂𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐓𝐔 𝐏𝐄𝐑𝐃𝐎𝐍||𝐀.𝐆.[✔︎]

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ʙᴜsᴄᴀɴᴅᴏ ᴛᴜ ᴘᴇʀᴅóɴ
ᴀɪᴅᴀɴ ɢᴀʟʟᴀɢʜᴇʀ

ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ: x

ʙʏ ᴄᴇʟᴇsᴛᴇʜᴀʀɢʀᴇᴇᴠᴇs_

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23 de mayo de 2019
Los Ángeles, CA.

Yo sabía que no lo amabas.

O quizá sólo era un juego de mi mente para evitar derrumbarme.

No lo sabía.

Estaban abrazados, tú y Brandon, bajo el enorme árbol que se encuentra cerca del campo de fútbol.

Mientras veía cómo le dabas una mirada llena de amor, aquella mirada que alguna vez me diste a mí, mi amiga Angie se puso a mi lado.

—Aidan...— dijo.

—¿Qué sucede, Ángela? — pregunté, sin mirarla.

—¿No crees que ya debes superarla? — preguntó mientras posaba una mano sobre mi hombro.

—No lo sé— dije, con sinceridad.

—Aidan... no me gusta verte así— suspiró.

—¿Y qué quieres que haga? — inquirí, ahora sí mirándola —muero por saberlo.

—¡Quiero que dejes de lastimarte mientras ella ya es feliz!

—¿Por qué te importa tanto? — pregunté, algo a la defensiva —Ángela, yo amo a ________, lo hago hasta con la más mínima parte de mi miserable ser.

—Aidan, déjala ser feliz para que tú seas feliz también.

—¡No! ¡No cuando yo quiero ser feliz con ella! — dije, sumergido en un estado de negación.

—¡Basta, Aidan! ¡A ella ya no le importas! — exclamó, irritada —¡deja de pensar que volverán a estar juntos! ¡Ella ya está con Brandon y lo ama!

—¿Por qué diablos te metes? — dije ya alterado —Ángela, perdón que te lo diga, pero si yo quiero sufrir, es mi problema. Además, gracias a ti estoy en este problema, ¡tú me confundiste con aquel beso que me diste!

—¡Y tú lo aceptaste! ¡Y te gustó tanto que decidiste alejarte de ________! — exclamó de vuelta.

—¡Por Dios, Ángela! — exclamé —¡yo no quería aceptarlo, pero tú aprovechaste la situación a tu antojo! ¡Si tú no me hubieras besado, estaría felizmente con la chica que amo!

—¡No! ¡No me gusta verte sufrir!

—¿Por qué diablos lo dices?

La rubia me miró con incredulidad.

—Es increíble que no puedas verlo...

—¿Ver qué? — cuestioné, irritado —Ángela, ¿a qué demonios te refie...?

—¡¡Estoy enamorada de ti!!— exclamó, interrumpiéndome.

Aquello me sorprendió. Jamás creí que ella tuviera ese tipo de sentimientos por mí.

Ella era alguien que pasaba de hombre en hombre. Siempre los quería para un rato, por lo que cuando me robó aquel beso, supuse que sólo lo hacía para confundirme y tener mi atención por un rato.

Sus ojos se cristalizaron. La desesperación hizo que colocara sus manos sobre su cabello rubio y me diera una mirada frustrada.

—Aidan, me duele verte sufrir por una chica cuando yo haría lo que fuera por ti— confesó —me duele que le des esa mirada de amor a alguien más, cuando yo desearía que me la dieras a mí...

Me quedé completamente atónito. Ninguna palabra salía de mi boca. Estaba tratando de aceptar la confesión. ¿Por cuánto tiempo se habría guardado estos sentimientos?

—¿Desde hace cuánto tiempo... te gusto? — pregunté con dificultad.

—Desde que nos hicimos amigos...— suspiró —antes de que conocieras a _______ y te enamoraras de ella. Llevo toda mi maldita vida enamorada de ti.

Ahora lo comprendí todo.

Ángela jamás fue correspondida y jamás lo será, a decir verdad. No pensaba crearle más ilusiones... por lo que creí que lo mejor era separarnos.

—¿No dirás nada? — preguntó con un poco de molestia.

—Ángela... sabes mi respuesta— dije con lástima —perdóname que te lo diga, pero yo amo a alguien más...

—Aidan...— me miró con tristeza —dame una oportunidad. Prometo hacerte feliz— susurró y trató de agarrar mi mano, pero la aparté.

—No... yo no te correspondo— negué —no pienso lastimarte creándote falsas ilusiones. Lo mejor es que nos distanciemos hasta que olvides esos sentimientos...

Ángela me miró asombrada. Creo que no se esperaba esa reacción de mi parte. ¿Pero qué más podía hacer yo? Estaba contra la espada y la pared.

—¿Q-qué?

—No puedes ser amiga de alguien que amas...— negué mientras la miraba con tristeza.

La rubia soltó lágrimas. Me dio una mirada llena de dolor. Le acababa de romper el corazón... pero era mejor detener esto antes de que fuera demasiado tarde.

—Okey...— se limpió las lágrimas y me dio una sonrisa falsa —está bien— soltó una risa llena de sarcasmo —¿sabes qué? Adiós. Ojalá y en serio consigas que _______ te ame de nuevo... porque acabas de perder a alguien que te amaba de verdad.

Sin más, agarró su mochila y se fue, dejándome completamente solo.

A.G.

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𝐆𝐫𝐚𝐜𝐢𝐚𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐞𝐞𝐫 <3
¡¡𝐍𝐨 𝐨𝐥𝐯𝐢𝐝𝐞𝐧 𝐯𝐨𝐭𝐚𝐫!!

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