My Other Self.

4. Mi Amigo "Texas".

No quiero levantarme.
Desde lo pasado con mis cortinas había decidido poner unas cortinas negras, haciendo más difícil el levantarme, pero era muy confortable.
El sonido de mi alarma con el tono de Angels X Demons de Julian Jordan sonó, haciéndome tener que levantarme a regañadientes. Y eso que aún es jueves.
¿¡ POR QUÉ, KARMA!? ¿¡POR QUÉ HACES QUE ESTOS DÍAS SE PASEN TAN LARGOS!? ¡NO TE HE HECHO NADA!.. Bueno, quizá sí, muchas cosas, pero no se compara con esto.
Hice el mejor esfuerzo de levantarme, sin éxito. La mantas se enredaron por todo mi cuerpo haciendo que mi cara y medio cuerpo más se estampara contra el piso, mientras que la otra parte de mi cuerpo seguía en la cama. Gruñí.
Me deshice de las mantas y me levanté a duras penas del piso. Fui a abrir las cortinas. Entrecerré los ojos por la luz que me atacó. El sol que entró fue tan horrible y fuerte que juro que me bronceé mientras estaba ahí y casi me quedo ciega. La volví a cerrar. Ñe, con un día que mi cuarto esté a obscuras no creo que se vuelva en una cueva. A no ser...
Me di una ducha de todas las mañanas y salí envuelta en una toalla.
Comencé a vestirme con unos pantalones blancos, blusa negra corta sin mangas con estampado de una pizza, y mis Converse negros. Sostuve mi cabello en una coleta algo floja y salí por mi desayuno.
Mi padre ya estaba en la cocina preparando unos huevo revuelto. Él seguía en pijama y bata.

-¡Buenos días, papi!- saludé/grité alegremente a mi padre el cual seguía cocinando. Al parecer no me esperaba, porque dio un salto y se puso la mano en el pecho-. ¿Como amaneciste?

-Santo Dios, casi me provocas un infarto-. Respondió exagerando aún con la mano en el pecho-. Bueno, desperté bien aunque casi muero en la madrugada por la pizza con la que intentaste envenenarme.

Solté una carcajada y rodé los ojos. Es un dramático.

-Si de verdad te hubiera envenenado hubieses muerto feliz, porque te habría matado con comida, la comida es felicidad. Muerto por comida: muerte feliz-. Me callé. Creo que ya comenzaría a desayunar antes de soltar baba de tanto pensar en comida.

Me senté; tomé una rebanada de pan tostado, unté mermelada, mi papá me sirvió una porción de huevo, y serví en un vaso un poco jugo de naranja.
Al terminar, me lavé los dientes y tomé mi mochila ya lista para irme.

-¿¡No quieres que te lleve!?-. Gritó mi papá desde la cocina.

-¡No! No te preocupes, puedo llegar bien. Aún tengo tiempo.

Escuché una afirmación y un "Que tengas un buen día" amortiguado desde la cocina.

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¿Se puede morir de aburrimiento?
No sé si sea posible, pero iba a morir de eso.
Ya había pasado las primeras 2 horas, apenas empezaba la tercera y ya estaba jodidamente aburrida. Mi celular había muerto a la mitad de la segunda hora, gracias a que había olvidado cargarlo, no tenía clases con ninguno de mis amigos hasta después de descanso. Era mi fin.
El maestro explicaba sabe que al frente pero no ponía atención.
Cuando de repente...

-¡ANNABEEEETH!-. Entró gritando una cabellera rubia alta, dando un portazo hacia adentro. Todas las miradas se posaron en el estúpido de Matthew.

-¿¡QUÉ QUIEREEEEEEEEES!?-. Respondí de igual manera desde mi lugar.

Entró corriendo y se sentó en mi mesa. De seguro esta escena era épica.

-Hola, Anne...- la frase quedó volando en el aire.

-Joven Dallas-lo interrumpió el maestro-, ¿a que se debe su interrupción inadecuada e insolente?

-Hola, Pat-. Respondió Matt- ¿O prefiere que le diga "Pato"?

La clase rompió en carcajadas. El nombre del maestro es Patrick Evanson.

-Joven Dallas, ¿cuántas veces tengo que decirle que al ser su mayor y maestro se debe referir a mí con respeto?-. Dijo con tono frustrado mientras se sobaba el puente de la nariz.

-¿Y cuántas veces le tengo que decir que no me diga "Dallas"?

Por alguna razón Matt detesta que le digan "Dallas". Creo que sufrió mucho trauma cuando yo me burlaba de él y su apellido y lo comparaba con "Dallas, Texas". Pobre Matt, lo que tiene que aguantar por ser mi amigo.
El maestro se quedó callado y continuó con la clase.

-Bien, ¿que sucede?-. Dije cuando la mayoría dejo de vernos.

-Como no irás a nuestro viaje de vacaciones de verano, te vine a decir que Sophie y yo decidimos que sería buenísima idea llevarte a un antro/bar donde tengo influencias, ya sabes, para pasar un último buen rato juntos. ¿Qué te parece?

-¡Me parece genial!- respondí muy feliz y entusiasmada. Sinceramente los mejores lugares nuevos a los que íbamos eran gracias a Matt-. ¿Cómo se llama y a qué hora?

-Se llama Dear Future Bar Club. Está en el centro. ¡Es un bar donde dejan entrar a los mayores de 18! Creo que el dueño es mexicano y se las ha arreglado para hacer el sitio legal. Mañana a las 8:00 pm. Melissa te puede llevar, ella conoce el lugar.

-Pero aún tengo 17.

-Casi todos tenemos 17, los cumplimos este año así que no hay mucho problema... además, tengo contactos-. Me guiñó el ojo. Yo le rodé los ojos.

-Genial. Mañana, 8:00 pm. Dear Future Bar Club. Ahora vete antes de que el maestro te saque reporte.

-Es el penúltimo día, soy inmune.

Solté una carcajada-. ¡Ya! ¡Adiós, "Texas"!-. Me despedí enérgicamente con la mano.

-¡QUÉ NO SOY TEXAS, CONCHETU...!-. Se volteo a la mitad del pasillo y me fulminó con la mirada. Me divertía tanto verlo enojado-. ¡Creí que dejarías de molestar mi apellido!

-¡Nunca lo haré!-. Respondí mientras salía por la puerta haciendo un gesto con la mano.
No pude evitar reír.
Pero noté como todas las miradas estaban posadas en mí.

-Vamos- les dije a todas esas miradas-, soy más interesante que este maestro.

El maestro se limitó a rodar los ojos.
El timbre sonó. Gracias, Karma.

***

Juas Juas:vv

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Muchas gracias, que estén bien.

(Matthew Dallas en multimedia)