10. Drama Adolescente.

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Hace 2 semanas que iniciamos clases y ya tengo mil deberes por delante.
Hoy es viernes por la noche ¿y saben qué estoy haciendo?
Si piensan que ando de lokis disfrutando de la fiesta que Katherine Johnson, una de las populares, pero buena persona, hizo por el inicio de clases, pues se equivocan rotundamente.
Estoy haciendo todos los trabajos atrasados que tengo. 2 semanas y ya estoy atrasada, ew.
Bueno, en realidad comencé haciendo lo que acabo de mencionar pero terminé haciendo un concurso de qué jugo de naranja sabe mejor, seguido de cambiarle la cabeza a las gomitas de panda y ahora estoy intentando atrapar palomitas con mi boca.
Creo que por esto me atraso.
Y para variar, Ethan no estaba en casa como para molestarlo, así que me aburría más.
Escuché un portazo y pasos procedentes del pasillo. De seguro era Ethan.
Seguía tragando palomitas, pero un grito agudo me sobresaltó.

-¡ANNABETHSITAAAAAAA!- escuché el grito Ethan desde la sala, con un tono raro.

Extrañada, salí de mi habitación, a ver lo que sucedía. Cuando llegué a la sala, me encontré con Ethan besando el piso. Literal.

-¿Ethan?- le hablé-. ¿Qué mierda estás haciendo?

-¡BETTY!- me volteó a ver con una sonrisa en los labios, se levantó y caminó a mí dando tropezones. Tenía las mejillas sonrojadas y los ojos rojos.
Cuándo estuvo muy cerca de mí, se me lanzó encima con un abrazo. En cuanto estuve pegada a él, el olor a Tequila me llenó las fosas nasales, hice cara de asco y aguanté la respiración. Me removí de su abrazo para tener un poco de aire limpio.

-¡Joder, Ethan! ¿Qué obleas pasó? Apestas peor un vagabundo alcohólico.

-Obleas, je. Quiero una oblea- dijo abrazándome aún más y con su bien marcado acento de ebrio. Yo me removí incómoda-. Anne, ¿me quieres?

-Te quiero tanto, Ethan, que si ahora mismo no te alejas de mí, juro que no te patearé las bolas tan fuerte.

Acto seguido, me zafé del agarre de Ethan con un empujón, haciendo que cayera de espaldas. Él ni siquiera se tomó  el trabajo de levantarse, sólo se quedó admirando el techo mientras reía; pronto, esas risas se convirtieron en sollozos y comenzó a llorar como un niño pequeño que perdió a su mamá. Fui corriendo hasta él. ¿A éste qué mierda le pasa?

-¿Ethan?-lo enderecé un poco-. ¿Qué sucede contigo?

-¡YO LA QUERÍA!- gimió-. MUUUUUUUUUUUUCHO. Y la muy zorraaaaaaaaaaaaa se metió con mi mejor amigooooooooo.

El arrastrar las palabras y su tono ebrio no me ayudaba a comprender, pero creo que había captado un poco.

-Vamos, Ethan- lo levanté poco a poco del piso. Cuando nos paramos, lo recargué en mi hombro-, vamos a quitarte lo ebrio.

-¡LA QUERÍA! ¡El amor era mutuo!- prosiguió lamentándose-. ¡Pero se fue y se revolcó con mi AMIGOO!

Rodé los ojos. A duras penas, lo encaminé hasta el baño. Apenas entramos al baño e Ethan volvió a engancharse a mí.

-Todo me recuerda a ella- me susurró entre sollozos y sus asquerosas absorbidas de nariz-. Era la mujer perfecta. ¿Por qué lo hizo? ¿Por queeeeeeeeeeeeeeé?

Lo volví a apartar de mí con un empujón que lo dejó tirado en el piso de la ducha. Sin dudarlo, abrí el agua fría; Ethan comenzó a intentar protegerse del agua, gritar y suplicar que cerrara el agua.

-¿¡Ya estás sobrio!?- le grité mientras cerraba el agua.

-¡Ya! ¡Basta!

-¡Mentiroso!- y volví  a abrir a lo bestia el agua fría.

Ethan volvió a gritar que me detuviese, y lo hice cuando vi que intentaba pararse; cuando puso a cuatro patas, por el piso resbaloso, cayó de boca al piso, otra vez. No evité una sonora carcajada, haciendo que Ethan me fulminase con la mirada.
Tomé una toalla y se la lancé a Ethan en la cara, la tomó, medio se secó y se la enrolló en los hombros para luego sentarse en el piso de la ducha y recargarse en la pared. Bajé la tapa del inodoro, me senté en él y me dediqué a ver a Ethan.

My Other Self.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora