Contextualización: En estos momentos debería estar leyendo algunos archivos en PDF para estar al día con un diplomado, aparte de prepararme tanto física como mentalmente para la jornada laboral de mañana, que será caótica: 18 de Octubre, el Día del Estallido Social ocurrido hace ya lejanos tres años atrás. No hay seguridad de nada, sólo lo típico, que iremos a salir un poco más temprano, que hay que estar atento a cualquier eventualidad en el camino, etc. Por mi lado estoy tranquilo, acompañado con mi taza de café. Vivo en un sector pacífico - una población fundada por marinos -, y sería raro que algo drástico interrumpiese la tranquilidad e inercia de un sitio mayoritariamente habitado por gente de la tercera edad.
Sin embargo, lo que me apremia es otra cosa...
Hace mucho tiempo he creado contenidos por internet que, de la noche a la mañana, terminan inexplicablemente botados. Por ejemplo, creé la cuenta de @audio.secretum para hablar de música, de reseñar discos, de incubar proyectos que fusionen el arte de lo auditivo con lo literario. Y, por lo mismo, entre tantas vueltas, tantos archivos qué leer, tantos correos planificatorios, tanto de la vida y la crisis de la mediana edad, etc., decidí resucitar esta suerte de diario para transformarlo justamente en eso: un blog público con la única misión de seguir hablando de lo que me apasiona al nivel de generarme fiebre: La Música como elemento sine qua non de la existencia.
¿Y qué es "Audio Secretum"? ¿De dónde carajos viene ese nombre?
Es súper sencilla la respuesta: Del tercer disco de Stone Sour, "Audio Secrecy". Salvo que lo quise llevar al idioma latín para que sonara casi como místico, oscuro, qué-sé-yo. Así, el título del álbum pasó a ser "Audio Secretum", como queriendo decir que en cada canción del largaduración existiese una historia secreta que se devela al poner el botón "play" y se deja escuchar por las cuatro redondas de un piano perdido en épocas pasadas.
A título personal, este disco marcó una etapa en mi juventud universitaria donde me dí cuenta que debía mirar más lejos para encontrar lo que estaba buscando: Una musa, atrapada en su propia bola depresiva de cristal, llena de jardines, ríos, lluvias y puentes, pero tan melancólica como lo estaba yo en ese momento, rodeado de gente inmadura e insensible a la poesía y al procafeinar.
¿Será qué ese es el secreto tras escuchar este álbum, lleno de emotividad y amores no concretados, que exprime todo el sentimentalismo de Corey Taylor? Supongo que la música está allí para darnos pistas, para ayudarnos a encontrar las joyas más recónditas. Y si fuera tal cual así, entonces esta placa sería como una esmeralda, con la que pretendo hacer brillar como la expresión más honesta, más hermosa, más reivindicadora de este mundo, tan público como también secreto.
¡Larga música a la vida!
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