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Remus y Sirius se dirigian a pasos silenciosos hacia la habitación de Casiopea, con la esperanza de que no se despertara.

La joven pareja había decidido sorprender a su pequeña hija por su cumpleaños, Sirius iba en puntas de pie tratando de no hacer ruido y Remus intentaba que esté no hiciera ruido mientras el cargaba una bandeja con un pastel, que decía "Feliz cumpleaños Casiopea! Te amamos mucho!"

Todo iba muy bien hasta que Sirius choco con una mesa pequeña que estaba en medio del pasillo.

-Ay La...

-Sirius cierra el hocico!-Grito en un susurro Remus.

Sirius estaba por contestar cuando la voz de Casiopea los hizo sobresaltar.

-Que hacen aquí?-Pregunto Casiopea con un vaso de leche en la mano mientras miraba a ambos adultos que parecían petrificados.

-Tu que haces aquí?-Pregunto Sirius.

-Tenia sed y fui a buscar un vaso de leche.-Explico tranquilamente la pequeña.- Y ustedes?.

-Oh.. veníamos a sorprenderte.-Murmuro Remus algo avergonzado. Casiopea bajo rápidamente su mirada hacia el paste que estaba en las manos de Remus.

-Eso es un pastel!?-Pregunto Casiopea rápidamente.-Es.. Es para.. Mí?-Pregunto temerosa la pequeña como si esperara un no.

-Pues claro!.-Hablo finalmente Sirius, mientras levantaba a la pequeña y empezaba a dar vueltas con ella.-Feliz cumpleaños número ocho, ya estás vieja!.-Dijo bromeando.

-Oye!-Exclamo Casiopea también riendo.

-Bien, ya basta, Casiopea ve a bañarte.-Ordeno Remus.

-Porque?-Pregunto Casiopea.

-Por que debes estar limpia para cuando lleguen los Weasley.-Dijo Remus mientras la tomaba en brazos y la llevaba al baño.

-Vendran los Weasley!?-Pregunto Casiopea con evidente emoción.

-Si, Moly me a estado hablando y me dijo que Ron te extraña, creo que deberíamos hacer sesiones de juegos más seguido.

-Siii.-A Casiopea le emocionaba la idea de poder ver a Ron más seguido y nada le alegraba más que eso.

Luego de que lo tres se ducharan, Remus y Sirius se pusieron a preparar las golosinas para el cumpleaños y Casiopea se sentó en la sala, mirando en dirección a la estufa, mientras esperaba impaciente a los Weasley.

Remus normalmente trataba de darle un buen ejemplo a Casiopea, en cuanto se trataba de la magia, pero era la excepción ya que había hecho toda la comida con magia.

Todo estuvo tranquilo hasta que de la estufa se escucho un gran estruendo y unas grandes llamas verdes la cubrieron.

De entre todas esas llamas salió un Ron muy feliz.

-Feliz cumpleaños Cissa!!!-Grito mientras la abrazaba con todas sus fuerzas, fue tanta la fuerza que ambos terminaron en el suelo.

-Ron!, La aplastas!-Dijo la señora Weasley quitandolo.-Pequeña!, Feliz cumpleaños.-Continuo ella.

-Gracias señora Weasley.-

-De nada mí niña, toma.-Dijo extendíendole un paquete algo arrugado.

-No debieron molestarse.-Dijo la pequeña.

-Oh no seas modesta.-

-Vamos abrelo- Exclamo la pequeña Ginny, dando saltitos.

Casiopea abrió el paquete y encontró un jersey tejido a mano, grueso y color verde esmeralda, y una gran caja de pastel de chocolate casero.

Always WolfstarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora