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Ahí estaba yo, formada en una fila que parecía ser infinita para una firma de autógrafos de una banda alemana que ni si quiera topaba "Tokio Hotel". Se preguntarán, qué hacías formada en una firma de autógrafos de una banda que no conoces? Lo mismo me debí haber preguntado antes de acceder a esto. Mi amiga Daniela es fan de ellos, todos los días me habla de su música, la verdad los identificaba, pero ni si quiera sabía sus nombres, pero bueno, a lo que iba, el punto es que Tokio Hotel vino a dar la firma de autógrafos en una tienda de discos, Daniela quería ir, pero desgraciadamente tiene una operación en la rodilla súper importante, cuando era pequeña se resbaló de las escaleras cayendo sobre su rodilla haciéndosela pedazos, le gusta el football, una lesión le hizo parar al hospital, le tienen que volver a reconstruir la rodilla para que pueda recuperar el movimiento y pueda volver a jugar lo que tanto la apasiona, el chiste es que lo de los autógrafos es hoy, el mismo día que la, operan, me pidió que si podía ir, le dije que no, pero me sentí mal, y aquí estoy, haciendo una tarugada.

Primero pasé a starbooks por un café y algo de comida, iba a estar horas ahí formada, y yo tenía que comer, me formé a las 7:00, la firma era a las 10 y cuando llegué ya estaba la fila mínimo a tres cuadras, vaya que eran reconocidos. Me formé y esperé mi turno. Aproximadamente a las 9:50 un hombre nos informó que ya iba a comenzar e iban a dejarnos ingresar con ellos, inmediatamente todas empezaron a gritar y emocionarse, yo no tenía por qué y no hice relajo alguno.

A las 10:20 ya estaba dentro, ellas se alocaban y cantaban algunas de sus canciones mientras ellos solo estaban sentados firmando tenis, posters, discos, playeras, brazos, frentes, entre otras cosas, yo llevaba un disco de los nuevos que habían sacado, un póster y una playera, seguro que Daniela se iba a infartar cuando se las enseñara. Ya estaba cerca de ellos, a unas 7 personas tal vez, cuando ví que el chico de rastas no me dejaba de mirar, no era incómodo, pero si raro, yo también lo miré varias veces y no me despegaba la mirada, me estaba aproximando más y más.

Cuando llegué con ellos el de rastas me saludó - hola - sonrió - para quién? - Daniela, por favor - dije mirando al chico pelinegro que tenía melena de León, mi amiga me los había mostrado varías veces, pero en persona sí que estaban guapos, no es mentira - Daniela que bonito nombre - tocó mi barbilla haciendo que lo viera - ey, por qué no estás emocionada? - tomé las cosas y las pasé para el siguiente chico, el pelinegro, que de alguna manera se me hacía muy atractivo - solo estoy aquí por una amiga, esto no me interesa mucho - dije algo fuerte para que me escuchara - hola - también me dio una sonrisa hermosa - h-hola - me señaló a las cosas preguntándome el nombre - Daniela, Daniela - comenzó a escribir - perfecto guapa - me dio las cosas y continué con los otros dos, el güero y el que tenía pelo de lord.

A las 14 yo estaba afuera de la disquera, no tenía nada que hacer y ya casi se estaba acabando la firma, 4 horas! Demasiadas fans, pero bueno, me encontraba viendo los carros pasar cuando un hombre corpulento, alto y vestido de policía, supongo era un guardia de seguras me llamó - señorita - respondí a su llamado - acompáñeme por favor - seguía en el piso de la banqueta sentada - qué? - me extendió la mano - los chicos de Tokio Hotel me han solicitado venir a buscar por usted, al parecer les interesó - me levanté con su ayuda - para qué? - me hizo seña de que lo siguiera y así hice - yo solo recibí órdenes de ir a por usted, no me dieron razones, y claro, no puedo negarme ni cuestionarlos, son mis jefes.

Lo seguí, tenía intriga de saber para qué me buscaban, pero también tenía miedo, maybe y me querían secuestrar, yo siempre he sido muy curiosa, y la curiosidad es más grande que el miedo, desgraciadamente. Llegamos a un tipo callejón, donde podía afirmar que me iban a secuestrar, pero no, de repente el man abrió una puerta que llevaba a varios pasillos, entramos y en una puerta con una estrella que decía "TH" entramos, ahí estaban los chicos, en un tipo camerino, en un lado había un pequeño comedor con papas, dulces y comida chatarra regadas por toda la mesa, al otro lado una puerta con un inodoro en ella, un espejo donde enfrente se encontraba el chico que me había llamado la atención, el melena de León, retocándose el maquillaje, arreglándose el pelo o algo así, me iba a dirigir a el cuando el tipo que me había llevado hasta ahí dijo - aquí está como me lo solicitaron - otra voz que había escuchado hace unas horas dijo después del guardia - muchas gracias Mark. - volteé a ver, era el chico de rastas sentado en un sillón de piel café con una Coca Cola en su mano, en otro sillón se encontraban los otros dos - ven, siéntate - lo miré con cara de extrañeza, y luego miré al pelinegro - anda, no muerdo - me guiñó el ojo - para qué me buscan? No los conozco si quiera, solo vine porque una amiga no pudo, es todo - no me iba a dejar - solo te mandamos llamar porque nos interesaste, al menos a mí sí - me crucé de brazos - ya déjala Tom, no la vas a enamorar con tus "encantos" - dijo el chico güero.
Me estaban dando miedo - de verdad, para qué me buscaron? ni si quiera sé sus nombres - el que vestía con pantalones y playeras mínimo 6 tallas más grandes que la suya se levantó del sillón - mucho gusto, él es George - volteó a ver al que tenía cabellera de lord y el mismo sonrió - él es Gustav - señaló al güero - hola - me saludó con la mano - mi hermanito chiquito, Bill - inclinó la mano hacia el dichoso mientras este se llevaba un dulce a la boca ahogándose, como si el "chiquito" lo hubiese sorprendido de alguna manera - her... - respiró profundamente intentando no ahogarse de nuevo - hermanito chiquito!? Tom, te recuerdo que somos GEMELOS - hizo énfasis en gemelos, que por cierto, para serlo no son nada parecidos, tan solo la forma de vestir, su pelo y que uno se maquillaba.

El que parecía ser Tom soltó una risa - te recuerdo, Bill, que soy mayor por 10 minutos, retrasado - el que parecía ser Bill le lanzó una botella a la cara, la cuál dió en la pared por su mala puntería - ya cállate bruto - "Tom" soltó otra carcajada - bueno, ahora sí, en qué estaba? - se quedó pensado - ya me presentaste a todos, ahora, tú quién eres? - agregué al incómodo silencio que se había formado - AHH! es verdad, y tu servidor, Tom - se inclinó hacia mi - Tom Kaulitz - se enderezó y me extendió la mano - Samantha, Samantha Leth, un gusto - le devolví la mano - bien, ya nos conocemos, ya te puedes quedar un rato a platicar? - Otra vez me crucé de brazos - aún no me dices para qué me buscaste? - puso los ojos en blanco - ya te dije, solo te queremos conocer, primero, por qué no estabas emocionada? Para qué viniste si ni nos conoces? - se sentó en el sillón - ya dije, por una amiga que no pudo venir, es muy fan suya, tenía una cirugía importante y le quería dar una sorpresa, pero creo que no se va a poder - pusieron cara de que estaba interesados en lo que decía - por qué no se va a poder, Sam? - por qué tenía que usar "Sam"? - Samantha, cuando iba saliendo de la disquera una tipa se robó el disco y la playera, ya estaba fuera y se me cayó el café en el póster, lo único que me quedaba - era broma, aún lo tenía todo, solo quería ver cómo reaccionaban - noooo - me hice la sufrida - lo sé, pero no puedo hacer otra cosa - ví como los gemelos se comunicaban entre sí por una especie de telepatía o algo así porque no dijeron una palabra, pero se veía en sus caras que se entendían mutuamente, aunque Bill tenía cara de "no no" y Tom de "si sí" - pues nosotros podemos darle la sorpresa personalmente a tu amiga - bah, eso no me lo esperaba, yo creía que me dirían que me darían otros, NO ESO, no sabía si confiar - bah, es broma, aquí están, por cierto, ya me tengo que ir  - las saqué de mi pequeña mochila negra y se las mostré, estaba lista para largarme, cuando Gustav me tomó el brazo impidiéndome salir - pero lo nuestro no era broma - añadió - sí, nos gustaría sorprender a tu amiga después de su operación - agregó Tom - no creo que sea muy seguro, tal vez y le de un infarto - Gustav comenzó con un ataque de risa, pareciera que dije un chiste o algo así - no es broma, los adora tanto, escucha su música todo el tiempo y su excusa es "no sé cuándo moriré, sí muero ahora, escuchando Tokio Hotel podrán decir que morí feliz" - Gustav paró la risa - eso ya no es divertido, eso es tétrico - solté una pequeña risa - sí, es mejor que no la conozcan - finalmente me soltó - Pero de verdad, queremos conocer a tu amiga, y también a ti - vamos, Tom tenía una sonrisita bastante pícara, hay que aclarar - por favor, no te vamos a secuestrar - - queremos ser tus amigos - dijo George, primeras 4 palabras que mencionaba en todo el rato.

Aunque mínimo él habló, en cambio Bill no mencionó ninguna palabra hacia mí, parecía algo molesto, como si mi presencia le molestara.

Me puse a pensar, qué se sentirá ser amiga de famosos? Amiga de una banda bastante reconocida en el país por lo que había visto - mmmh - sería una gran ventaja para mí, podría aprovecharme de ellos, que se encariñen conmigo y me den regalos, me lleven a sus giras etcétera - bueno, está bien - me fui a sentar junto a Tom y Gustav se acomodó a mi lado - no era tan difícil decir eso - agregó George - tal vez le pueda sacar provecho - nos reímos - bien, somos figura pública, no tenemos nada que contarte sobre nosotros, pero no sabemos de ti - vaya, creo que se le olvidaba que apenas me enteré de sus nombres - qué quieren que les cuente? - George se levantó del sillón y fue por una bolsa de papas a la mesa de comida - tus gustos - mencionó llevándose una papa a la boca - mmmmh me gusta el skate, el basketball, las películas de terror.

Estuvimos un buen rato platicando, me la pasé muy bien con ellos, valió la pena.

Un hombre entró por la puerta del camerino interrumpiéndonos, iba a decir algo, pero me vió y salió otra cosa de su boca  - Bill - suspiró - ya te dije que si vas a contratar putas me avises - me dijo puta? Quién era este? - ey ey ey David, ella no es ninguna puta - dijo Tom, defendiéndome - mmh, aparte, tiene mucho que no me acuesto con una - agregó Bill, que repugnante - bueno, seas lo que seas ya vete por favor - señaló la puerta - sí ya me tengo que ir - me levanté del sillón, Tom y George me tomaron por los brazos - a dónde? Pensé que nos la estábamos pasando bien - dijo George - pues que bien que se la pasaron, pero por favor ya vete - me solté de sus brazos - anda David, deja que se quede otro rato - se dirigió al hombre - no Tom, no me hagas tus berrinches de niño pequeño, ya la oíste, ya se tiene que ir, y tenemos muchas cosas que arreglar, por favor - tomé mis cosas - lo siento chicos, adiós, nos vemos - salí y escuché un grito - ni tu número nos vas a dar?! - creo que fue Gustav, no lo sé solo salí de ahí directo a mi casa.





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Esto no puede ser || Bill Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora