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- hola - dijo Bill con una tierna voz, con una bolsa en una mano y saludado con la otra, mientras que Dani no podía ni respirar.

- b-b-b - tartamudeó varias veces intentando decir su nombre.

- Bill - agregó Tom entrando a la habitación seguido de una sonrisita.

- T-tom! - finalmente pudo decir una palabra - us- us- ustedes.

- nosotros - Gustav se incorporó - nosotros?

- GUSTAV! - estaba apunto de darle un paro cardíaco.

- Daniela! - entró George con los tulipanes en la mano alzando los brazos como si fuera a dar un abrazo MUY grande.

- Ustedes, qué hacen aquí? - los ojitos le brillaban - es esto la realidad? No estoy muerta y esto es el cielo? - Rebecca rió negando con la cabeza - si no estoy muerta me voy a morir de ocho infartos en este momento.

- apenas te conocemos y ya te vas? - George bajó los brazos y la cabeza aparentando estar desanimado.

- cómo estás? Tienes un gran yeso en la pierna, pesa? - Bill se sentó en el filo de la cama - Es un placer conocerte - tomó su mano y le dió un beso.

- ahora no se va a lavar la mano nunca más, es más, se la va a cortar y la pondrá en una vitrina con un letrero "está mano fue besada por el hombre más guapo, Bill Kaulitz" -  Rebecca rodeó los ojos.

- eso es raro y tétrico, pero cada quién y sus fetiches - Gustav cruzó los brazos.

- así de loca por ustedes está - agregué, Rebe y yo nos reímos - pero bueno, espero te haya gustado mi sorpresa.

- ESTÁS LOCA? literalmente he estado completamente obsesionada con ellos desde hace 3 años, 3 años intentando conocerlos - me abrazó y me dio un beso - TE AMO SAM!

- si si muchas muestras de afecto por hoy.

Continuamos charlando un rato más, ellos le dieron sus regalos a Dani, pero yo no podía dejar de mirar a Bill, era tan bello, sus ojos cafés, su sonrisa, sus dientes no estaban del todo derechos pero aún así estaban hermosos, su nariz que era tan estúpidamente linda, tan respingada, sin ninguna joroba y recta, su piel blanca como si fuera de porcelana, y de algo me di cuenta, Bill me fascinaba.

Por la tarde se despidieron de Daniela, pues como había dicho Bill tenían una sesión de fotos a las 5 y ya iban a dar las 4. Me invitaron a ir y como no tenía nada por hacer esa tarde acepté.

Llegamos al estudio donde ya se encontraba todo el equipo, Stephany la maquillista, Diego del vestuario, Lisa su estilista, la responsable de los pelos locos de Bill, e Ignacio su chef personal, él era el encargado de hacer la comida que ellos pidieran pero que también tuvieran una dieta saludable, balanceada y todas esas cosas, y David el manager un poco enfadado por la demora, habíamos llegado tarde porque Tom le dió mal al dirección al chofer y nos perdimos un rato.

- chicos, dónde se habían metido? - dijo el manager con los brazos cruzados - ya son veinte para las cinco, me sorprende que llegues tarde Bill, tú no eres así.

- lo lamento David, había mucho tráfico - Bill se excusó.

- ah - dijo el manager en cuanto me vió - tú otra vez? - me encogí de hombros - vaya, dos días, eres de las putas que más les ha durado, felicidades - aplaudió - nunca pasan de una noche.

- David, por favor! - Tom se paró frente mía.

- felicidades Bill, una puta de dos días - le dio unas palmadas en la espalda - no hay muchas de esas ya.

- ella no es ninguna puta.

- no puedo asegurara lo que Gustav dice, pero estoy seguro de que no me metería con ella, no la estás viendo? - hizo cara de asqueroso - en todo caso a mi me gustan las putitas bonitas.

Esto no puede ser || Bill Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora